sábado, 20 de junio de 2015

A la Comisión de Cultura y Deporte

A LA COMISIÓN DE CULTURA Y DEPORTE (Carta abierta colocada en el tablón informativo de la empresa donde trabajo el 28/02/97, con el fin de buscar la reflexión en torno al tema tratado: la fiesta a celebrar durante el mes de abril y continuación, por desgracia, de la del año pasado).

A LA COMISIÓN DE CULTURA Y DEPORTE
­­­­­­­    28/­02/97  ­UN AÑO MÁS

Somos un año mayores y seguimos sin evolucionar.

Digo esto porque observo con tristeza que, en el programa de la próxima FIES­TA CAMPERA que se celebrará en el mes de abril, el pilar fundamental, al igual que el pasado año, continua siendo las actividades a desarrollar en conjunto con animales (al menos en 10 de los 16 eventos programados), algunos de ellos, como las aves, de naturaleza frágil.

Resulta lógico que durante nuestro tiempo de ocio busquemos la diversión, pero que lo hagamos aun a costa de atemorizar seres vivos ­seres que, aunque no comprenden lo que les pasa, es seguro que sienten, que padecen, que son agradeci­dos llegado el caso; seres que, para más inri, no poseen libertad de decisión­ es algo que no logro comprender y, precisamente por ser un abuso, me resulta excesivo y, desde estas líneas, me opongo a ello.

Os recuerdo, una vez más, que existen multitud de juegos entretenidos que, habitualmente y por carecer de espacio en nuestros hogares, nos están vedados salvo que los practiquemos al aire libre: carreras (en sus múltiples y divertidas variantes: con cubos de agua, con los pies atados, con los ojos vendados, etcétera), tiro al blanco, competir por un estupendo jamón serrano situado en lo alto de la cucaña, dos equipos dispuestos a coger el pañuelo, el balón prisionero... Cualquiera de ellos puede resultar mucho más divertido y grato que andar inquietando a unos pobres seres irracionales. No obstante, si no queréis prescindir de juegos con animales, no estaría mal si cambiarais la "cogida del pollo" por algo más original y emocionante como puede ser la "cogida del león".

En fin, bromas aparte y como decía al principio, me apena ver que no evolu­cionemos. Algunos dirán que, al menos, no involucionamos. Triste consuelo o ¿aca­so haber dejado pasar un año de nuestra breve vida y no haber crecido en humani­dad, no es ir hacia atrás?

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