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domingo, 22 de junio de 2025

Acabar con la corrupción

 

Los corruptores, como los corruptos, deben pagarlo
Los corruptores, como los corruptos, deben pagarlo

La corrupción devora lo que con tanto esfuerzo construimos. Se alimenta de egoísmo, ambición desmedida y deseo insaciable de lucro; no respeta a nada ni a nadie. Es una fuerza destructiva que transita por los rincones más oscuros de la sociedad. Se introduce en todos los ámbitos, socava los pilares de la confianza y convierte el servicio público, la promesa de bienestar colectivo, en territorio de saqueo de unos pocos.
El daño causado es incalculable. No solo en términos materiales, donde millones de euros se desvanecen en manos corruptas, sino en lo más profundo: lo humano. Es la desolación que deja detrás, es la desesperanza de los ciudadanos que sufren el abandono de sus derechos básicos, es la creciente desigualdad que genera un sistema donde unos pocos se enriquecen mientras la mayoría se ve condenada a luchar por lo mínimo. Hospitales, educación, agua potable, obra pública… todo se convierten en terreno de saqueo. Hasta las empresas públicas de servicios estratégicos, otrora solventes y orgullo de la nación, se enajenan a intereses privados.
Las instituciones se desmoronan desde dentro y pierden su capacidad para proteger a la ciudadanía. Los recursos que deberían ser destinados al bienestar común son desviados por las manos de quienes no tienen otro objetivo que satisfacer sus ansias de dinero, mientras los ciudadanos se ven indefensos ante el despojo sistemático.
Pasó el momento de hablar con palabras tibias. No sirve, no ayuda. Hay que actuar con una contundencia sin precedentes. Es necesario que corruptores y corruptos enfrenten las consecuencias de sus actos, no solo con penas ejemplares, sino con un verdadero proceso de purga que los obligue a devolver lo robado. El daño causado a las instituciones y a la confianza de la ciudadanía debe ser reparado, aunque en muchos casos las cicatrices no sanarán. Pero no podemos rendirnos. No podemos permitir que esta podredumbre siga infectando nuestra democracia.
Penas más severas, multas exorbitantes, fin de los aforamientos y, lo más importante, prohibir que aquellos que han corrompido el sistema puedan volver a tocar el poder. Las empresas que han participado en prácticas corruptas deben ser expulsadas del proceso de licitación pública para siempre y sin contemplaciones.
España no se renovará por sí sola. La ciudadanía debe ser consciente de que la democracia no es un regalo que se recibe, sino una responsabilidad que se defiende. La indiferencia es uno de los grandes enemigos que tenemos como nación. La lucha contra la corrupción no es solo una cuestión política, sino de ética, de dignidad, de supervivencia.
Mientras no exista renovación verdadera, España seguirá enferma porque la indiferencia ciudadana es uno de los grandes males que descompone a la democracia situándola al borde del abismo fascista populista.

viernes, 23 de mayo de 2025

Los “muy patriotas”

 

Los "muy patriotas" usan pulseras con banderitas de paraísos fiscales
Los "muy patriotas" usan pulseras con banderitas de paraísos fiscales

Hay una constante inquietante en la trayectoria del Partido Popular: su deslealtad sistemática con España cada vez que no gobierna. España solo importa si ellos mandan. Para el PP, el amor a la patria es selectivo, oportunista y profundamente hipócrita. Mientras se envuelven en banderas y proclaman a los cuatro vientos su supuesta defensa de los intereses nacionales, sus actos desmienten con crudeza esa fachada patriótica. Lo que de verdad defienden —con uñas, dientes y contactos en Bruselas— son los intereses de las grandes empresas, incluso aunque sean extranjeras y su beneficio implique un coste descomunal para los ciudadanos españoles.
El último ejemplo escandaloso lo encontramos en el apoyo del PP a la empresa minera australiana Berkeley, que reclama nada menos que 921 millones de euros al Estado español por no permitirle abrir una mina de uranio en Salamanca. ¿Y quiénes están detrás de esa maniobra de presión contra nuestro país? Nada menos que destacados ex altos cargos del PP, como Jaime García-Legaz y Manuel Lamela, convertidos ahora en lobistas del uranio radiactivo. ¿Dónde queda el interés general? ¿Dónde está el patriotismo?
El PP, que se rasga las vestiduras por cualquier decisión del Gobierno de coalición, se dedica a apoyar una empresa extranjera que pretende sangrar al Estado tras ver frustradas sus ambiciones extractivas gracias a una decisión técnica del Consejo de Seguridad Nuclear. ¿Quién defiende aquí a España?
Pero el escándalo no se queda en lo económico. Es político y moral. El PP ha convertido en costumbre la deslegitimación constante del Gobierno elegido democráticamente. Allá donde va —sea en el Congreso, en Bruselas o en foros internacionales—, no pierde oportunidad de presentar a España como un país hundido, sin ley, al borde del colapso. Porque para el PP, cuando ellos no gobiernan, España se convierte automáticamente en una nación fallida.
No tienen reparos en cuestionar la democracia, los tribunales o las instituciones si eso debilita al Ejecutivo de turno. Y al mismo tiempo, claman por la unidad y el amor a España. Su patriotismo se ejerce a costa del propio país, siempre que eso los acerque un poco más al poder.
El PP no tiene un problema con el Gobierno. Lo tiene con la democracia cuando no les da la razón. Y lo tiene con España cuando no les pertenece. Lo han demostrado una y otra vez, y lo vuelven a hacer ahora, poniendo los intereses de una multinacional minera australiana por encima del interés general de los españoles.
Hablan de España, pero solo les interesa el reparto. Hablan de patriotismo, pero solo practican el partidismo. Si algo ha quedado claro con el caso de la mina de uranio, es que, para el PP, “España” es solo una excusa cuando está en la oposición, y un botín cuando está en el poder.

miércoles, 14 de mayo de 2025

Energías renovables: más que nunca

 

Debemos mimar el planeta con renovables o será nuestra perdición
Debemos mimar el planeta con renovables o será nuestra perdición

España, gracias al impulso que los gobiernos progresistas han dado a las energías limpias, está a la vanguardia de una revolución energética eficiente y barata que no solo es necesaria para combatir la emergencia climática, sino que también ha permitido que nuestra industria sea muy competitiva, a la vez que hemos reducido significativamente la huella de carbono.
En contraste, si las políticas impulsadas por la derecha española hubieran prevalecido, hoy estaríamos en una situación completamente diferente. El “impuesto al sol” del gobierno de Rajoy, y la privatización del sector energético por Aznar, habrían dificultado el acceso a la energía limpia y habrían incrementado de manera significativa los beneficios de las eléctricas y las facturas de los ciudadanos y el resto de empresas.
Por si fuera poco, la reciente propuesta de Feijóo de promover la energía nuclear como parte del mix energético del país, alargando la vida útil de las centrales nucleares y otorgándoles beneficios fiscales, es un claro retroceso. Esta medida, buena para las energéticas y mala para la ciudadanía por su coste, no solo pone en riesgo la seguridad energética y medioambiental, sino que también olvida el potencial de las energías renovables que son mucho más rentables a largo plazo.
El sol y el viento españoles nos brindan una ventaja natural invaluable, y gracias al desarrollo de estas fuentes renovables, durante la reciente crisis energética fruto de la invasión de Ucrania y el encarecimiento global de los combustibles fósiles, España y Portugal, por su “singularidad ibérica” –un modelo energético con ventajas para ambos países, la misma que denostó el PP–, han mantenido las tarifas de electricidad mucho más baratas que en el resto de Europa.
Los datos son claros: las energías renovables no solo son el futuro, sino el presente y la clave para una transición energética eficiente, justa y económica. La energía solar y eólica son, además, cada vez más accesibles y competitivas frente a otras fuentes de energía tradicionales. Y España con su clima privilegiado y su infraestructura en expansión, tiene todas las condiciones para liderar esta transición en Europa y consolidarse líder en el sector de las energías limpias, lo que nos permitirá seguir disfrutando de una energía barata y accesible, mientras protegemos nuestro planeta para las generaciones futuras.
Por ello, las energías renovables son el camino a seguir. No solo son una solución para la emergencia climática, también la base para una economía más competitiva e independiente de energías contaminantes.

domingo, 4 de mayo de 2025

El gen necio XV

 

Cada vez hay más necios
Cada vez hay más necios

El virus de la desinformación se propaga cual plaga sin escrúpulos, y así el gen necio se expande y multiplica por el mundo.

–¿Qué está pasando? Es como si estuviéramos en un ciclo interminable de caos. La pandemia, Filomena, la huelga de transporte, el volcán, la dana, la guerra… Y ahora, el apagón eléctrico. ¡¿Qué sigue?! ¿El meteorito, la invasión extraterrestre, los rayos gamma, la epidemia zombi, la vuelta del fascismo…? Parece que todo se desmoronara a la vez.
–Bueno, por eso hay que estar preparado.
–¿Y cómo te preparas tú?
–Pues lo primero es lo primero: el papel higiénico.
–¿Sabes lo que realmente me inquieta? Que siempre que hay una crisis los egoístas insolidarios os abalanzáis en tromba al supermercado y arrampláis con todo como si regresáramos a la prehistoria, el papel higiénico lo primero. ¿Realmente creéis que vais a sobrevivir al fin del mundo solo por tener una montaña de papel higiénico?
–Es pura estrategia. El papel higiénico es una moneda de cambio, el comodín de la baraja. Si en medio de una guerra mundial te quedas sin nada, siempre puedes negociar con el papel higiénico. ¡Imagina el trato en el refugio subterráneo!: “Te doy dos rollos de papel higiénico, y tú me das el último paquete de arroz.” Más allá de la supervivencia, esto es... visión de futuro.
–¿Visión de futuro? ¿En serio? El mundo ardiendo y tú en el refugio diciendo: “No tengo comida, pero tengo rollos de papel... ¿hago trueque?” ¡Es surrealista!
–Como todos tendrán agua potable, alimentos no perecederos… lo verdaderamente importante en una crisis será... la tranquilidad que te procurará un buen rollo papel.
–¡Claro! ¡Ahora lo entiendo! Papel higiénico para… vuestra diarrea mental.

Lo dicho: el gen necio.

lunes, 21 de abril de 2025

Si quiere impuestos justos vote con cabeza

 

Votar es un acto cívico que requiere una gran responsabilidad
Votar es un acto cívico que requiere una gran responsabilidad

Los impuestos no son un castigo: son la base de una sociedad más justa. Por eso el mantra populista de bajar impuestos que la derecha repite infatigablemente, es una trampa. Aunque reducir impuestos a las clases trabajadoras es más que deseable, solo debe hacerse cuando las grandes fortunas y corporaciones tributen de forma justa y efectiva como el común de los mortales. Según el informe Oxfam Intermón de 2023, publicado en el marco de la Asamblea General de las Naciones Unidas, con datos proporcionados por UBS, el 1% más rico de la población mundial posee más riqueza que el 95%.
Ante semejante obscenidad, cabe preguntarse: ¿por qué quienes más sufren la precariedad respaldan opciones políticas que encubren recortes al Estado de bienestar?
La respuesta está en el discurso, seductor pero engañoso, que los conservadores usan como bandera sobre la bajada de impuestos; pero omiten que los recortes afectan a servicios fundamentales como la sanidad, la educación o las pensiones con efectos devastadores para la mayoría. Por tanto, no debemos votar a quienes nos bajan unas migajas en impuestos, mientras perdonan ingentes cantidades a los más poderosos a base de recortar servicios. Tenemos que entender que con los impuestos se financian hospitales, colegios, pensiones, infraestructuras, programas de desempleo y políticas de igualdad. Y, sobre todo, debemos votar con conciencia a aquellos que defienden que los grandes poderes –empresas e individuos– que más tienen –y tienen más porque obtienen beneficios desproporcionados a través de prácticas abusivas, fijando precios muy por encima de lo ético por sus productos, de ahí las cifras milmillonarias–, contribuyan de manera justa y en mucha mayor medida a fortalecer el Estado de bienestar, tal y como establece el principio de progresividad fiscal recogido en el artículo 31 de nuestra Constitución.
Solo así construiremos una sociedad en la que los derechos no dependan del bolsillo, sino del compromiso colectivo con la justicia redistributiva.

jueves, 17 de abril de 2025

El gen necio XIII

 

Los necios: un peligro para las democracias
Los necios: un peligro para las democracias

El virus de la desinformación se propaga cual plaga sin escrúpulos, y así el gen necio se expande y multiplica por el mundo.

–Este Gobierno pretende intervenir el mercado de la vivienda y pisotea la libertad de mercado. El mercado se regula a sí mismo.
–Oye, el derecho a una vivienda digna no es algo negociable. Se recoge en nuestra Constitución y los poderes públicos deben luchar contra la especulación. Todos los seres humanos han de tener acceso a un lugar donde vivir sin tener que enfrentarse a precios desorbitados que los obliguen subsistir en condiciones impropias. La vivienda no puede ser vista como simple mercancía y, aún menos, como producto de lujo. Es un derecho básico que está fundamentalmente ligado al bienestar y la seguridad de las personas. Por eso es urgente limitar los precios e instituir políticas públicas que regulen el mercado y promuevan viviendas sociales.
–No, la solución no está en intervenir el mercado. Si se lo deja funcionar libremente, los precios se ajustarán. La competencia genera eficiencia y, al final, si hay más demanda de viviendas, los promotores construirán más, lo que hará que los precios bajen.
–El mercado solo se preocupa por maximizar las ganancias. Y lo que estamos viendo desde hace décadas es una especulación inmobiliaria infernal que está dejando a miles de personas sin acceso a una vivienda. Los precios suben sin control, mientras los salarios no siguen el ritmo.
–Lo mejor es un mercado libre para permitir la entrada de constructores privados, que son los que pueden generar soluciones más rápidas y efectivas.
–Hoy tenemos un problema estructural profundo que requiere soluciones urgentes y políticas públicas claras. Si seguimos esperando a que el mercado se “ajuste”, habrá más gente sin casa. La vivienda digna debe ser un derecho para todos, no una mercancía para unos pocos.
–No estoy de acuerdo. ¡Viva la libertad de mercado!

Lo dicho: el gen necio.

domingo, 13 de abril de 2025

China y el PP

 

Pedro Sánchez, presidente de una España soberana
Pedro Sánchez, presidente de una España soberana

Hace meses que Pedro Sánchez tenía previsto su viaje oficial a China. No fue improvisado. No responde a ninguna provocación geopolítica repentina. Sin embargo, un beligerante y vengativo Trump cambió el contexto. En medio del aumento de tensiones comerciales entre Estados Unidos y el resto del mundo, especialmente con el gigante asiático —con advertencias tan torpes como la del secretario de Estado estadounidense, quien aseguró que «acercarse a China sería como cortarse el cuello»—, la visita del presidente español se ha convertido para los carcas en una supuesta traición a los intereses occidentales.
Se olvidan de que España es un país soberano. Y lo sigue siendo gobierne quien gobierne. No puede —ni debe— plegarse a los designios de ninguna potencia extranjera, por muy aliada que sea. Lo que hace Pedro Sánchez no es otra cosa que ejercer una política exterior autónoma, responsable, y en este caso, también alineada con la UE, como abanderado de una posición común europea, en contacto directo con la presidenta de la Comisión, Úrsula von der Leyen, que pronto también visitará China.
No es la primera vez que un presidente del Gobierno español pisa suelo chino para reforzar lazos comerciales. Aznar lo hizo. También Rajoy. Incluso Feijóo, cuando era presidente de Galicia, viajó para buscar acuerdos e inversiones. Ninguno de esos periplos fue tildado de sumisión ni de error estratégico. ¡Ah!, pero cuando lo hace la izquierda, las voces del PP se alzan con hipocresía, mentiras y sumisión al poderoso.
La crítica no se basa en el fondo, sino en el autor. Si Sánchez hubiera cancelado el viaje por presión estadounidense, también lo habrían acusado de rendir la soberanía española a intereses ajenos. Y eso es precisamente lo que está en pasando: una visión instrumental de la política exterior, utilizada como munición para el combate interno. El PP siempre tiene que criticar.
Es muy preocupante el tic automático con el que el PP responde a cada movimiento del Ejecutivo. No hay análisis, ni propuesta alternativa. Solo crítica automática, desgaste constante, falta de respeto, búsqueda del titular fácil. A esto se suma el discurso aún más estridente de Ayuso, que convierte todo en nauseabundo campo de batalla ideológico, donde rinde pleitesía al poderoso y pisotea al débil.
España no puede permitirse ese tipo de política. Y menos cuando el tablero internacional exige inteligencia estratégica, autonomía y visión a largo plazo. En lugar de arrastrarse ante las amenazas de Washington o de usar cada viaje para desgastar al rival político, haríamos bien en exigir altura de miras a quienes aspiran a gobernar.
Porque la soberanía se defiende con hechos, no con discursos huecos, banderitas ni pulseritas.

domingo, 6 de abril de 2025

La Internacional Reaccionaria y Fascista

 

El PP, caído en la trampa de Vox, también ha entrado en la Internacional Reaccionaria y Fascista
El PP, caído en la trampa de Vox, también ha entrado en la Internacional Reaccionaria y Fascista

Marcados por el resurgimiento de movimientos fascistas y reaccionarios que se expanden por todo el mundo, vivimos tiempos cada vez más oscuros. Este abominable fenómeno no se da en un universo paralelo, sino que es una realidad tangible, que alimentan líderes con ansias imperialistas que responden a intereses financieros privados y ven la política no como un medio para mejorar la vida de las personas, sino como un negocio para enriquecer a unos pocos a costa del bienestar colectivo.
Esta Internacional Reaccionaria busca consolidar un nuevo orden donde las grandes corporaciones dominen el mundo y, en lugar de promover el bienestar social, su objetivo es someter a las sociedades a una estructura de poder extremadamente jerárquica, con un pequeño grupo de magnates tecnológicos erigidos como señores feudales modernos. Desde sus posiciones de poder, estos magnates pretenden gobernarnos mientras dictan nuestras vidas y decisiones a través de sus vastos imperios empresariales. Si lo logran, la promesa de progreso y prosperidad se desvanecerá, dejando a la mayoría de la población como simples siervos, dependientes de la protección y las migajas interesadas que nos arrojen unos pocos privilegiados.
Lo que está en juego es mucho más que una lucha económica; es una guerra por la propia democracia. Este auge del fascismo se alimenta de una profunda degeneración moral, que busca desmantelar las bases democráticas y reemplazarlas por un régimen de autocracia plebiscitaria, donde el poder ya no se base en la voluntad del pueblo, sino en una manipulación sistemática que aliene a las mayorías en favor de intereses elitistas.
El peligro de este movimiento no radica solo en su naturaleza autoritaria, sino en el daño irreversible que ya causa en el tejido social y político. Si permitimos que el fascismo siga ganando terreno, nos enfrentaremos a una regresión histórica, donde los avances en derechos humanos y democráticos se desmoronen, dejando un futuro sombrío de control absoluto y opresión.
Es crucial permanecer alertas para defender la libertad, la justicia y la igualdad ante la creciente amenaza de este nuevo totalitarismo.

domingo, 30 de marzo de 2025

¡Tiene huevos!… el libre mercado

 

Tiene huevos cómo se forran a nuestro costa
Tiene huevos cómo se forran a nuestro costa

¡Ah, el libre mercado! Esa joya de la ingeniería capitalista, ese sistema perfecto y autoajustable. Sentencian que el mercado se regula solo, que no hay que intervenir. Y al final, unos pocos canallas se llevan todo, y solo porque esa mítica ley de la oferta y la demanda justifica, según ellos, que los pobres intermediarios se vean obligados a aumentar los precios para equilibrar la oferta. ¡Y tan felices!
La verdad es mucho más cruda y desvergonzada. Ahí tenemos la pandemia, ese paradigma de la especulación. Mientras los mortales corríamos a comprar mascarillas para protegernos de un virus mortal, unos pocos genios del libre mercado decidieron que era el momento de forrarse. ¿Mascarillas a 5 euros? Claro, ¿por qué no? Total, si la gente necesita algo para sobrevivir, ¿por qué no hacerles pagar lo que sea? Ah, y no olvidemos los respiradores. Un pastón. Después de todo, la vida de las personas nunca ha sido tan barata, ¿verdad?
Pero el espectáculo especulativo no paró ahí. Llegó hasta el papel higiénico. ¡El papel higiénico! ¿Alguien me puede explicar qué tiene que ver una pandemia respiratoria global para que el precio de un rollo se dispare… y se agote? No lo saben; los especuladores sí. Saben que hay gente dispuesta a pagar lo que sea por un rollo de papel. Y, cuando ellos se frotan las manos, los demás nos quedamos mirando cómo el mercado “se ajusta” mientras nos desborda la rabia.
Y después… la guerra de Ucrania. ¿Y qué hacen estos genios? ¡Suben el precio de cereales, aceite de girasol, electricidad y otro sinfín de alimentos! y se forran de nuevo. Más tarde, por si fuera poco, el aceite de oliva. ¡Claro que sí! ¿Qué menos, con tanto caos? Total, no pasa nada, la gente siempre ha de alimentarse.
Y ahora, con la excusa de Trump llega el momento cumbre: los huevos. Y tiene huevos que la política exterior de un país lejano pueda lograr que su precio se dispare. Pues ahí tenemos al libre mercado en su máxima expresión: sin límites, desbocado y con una excusa que siempre se adapta a cada situación, ya sea una pandemia, una guerra o el tuit de un descerebrado.
Pero no nos engañemos. Este libre mercado no es más que un teatrillo bien montado para que unos pocos se enriquezcan mientras los demás nos quedamos con las manos vacías.
¿Oferta y demanda? Más bien “abuso y exprimir al consumidor”.

domingo, 2 de marzo de 2025

2024: récord mundial

El mundo está a punto de cocerse
El mundo está a punto de cocerse

 Se veía venir: 2024, con un aumento de un grado y medio –rebasando así la temible barrera del límite de seguridad de 1,5 °C en la temperatura del planeta con respecto a la era preindustrial– ha sido el año más cálido en el globo desde que hay registros y, como a causa de la inacción política, en gran medida debido a los negacionistas que embisten a la ciencia y su método científico de observación, experimentación y análisis verificable –el PP , copiando a Vox, también es negacionista y Feijóo denuncia lo que llama «sectarismo climático»–, no se está haciendo casi nada para reducir los gases de efecto invernadero, la cruda realidad mostrará su rostro más implacable: sequías, lluvias torrenciales como la DANA en España, desertización, hambrunas, migraciones, megaincendios como el de Los Ángeles, subida del mar, exterminio de especies, temperaturas extremas… y también en los océanos se ha batido el récord de calor. Por eso urge una gran transición energética global.
Pero soy realista y sé que nuestra vida se complicará con el segundo mandato de Trump y con el capital abandonando sus compromisos medioambientales para acercarse al poder de oligarcas y plutócratas negacionistas, como ha sucedido con Blackrock, primer fondo de gestión de activos e inversiones del mundo, que rompe el compromiso de que sus fondos fueran de cero emisiones en 2050.
Asimismo, el pasado enero afianza la tragedia y se convierte en el más cálido registrado nunca en todo el mundo. Cada vez me duele más la Tierra que vamos a legar a nuestros descendientes. Por ello parafraseo a Charlton Heston en “El planeta de los simios” y, pensando en estas criaturas inocentes, proclamo a viva voz: ¡Estáis a punto de destruirlo! ¡Yo os maldigo negacionistas, maldigo vuestra contaminación, os maldigo a todos!

domingo, 16 de febrero de 2025

Oligarquías

 

Para los oligarcas las personas somos meros medios de producción
Para los oligarcas las personas somos meros medios de producción

En su mensaje de despedida de la Casa Blanca, Joe Biden sostuvo que «hoy se está formando en EEUU una oligarquía de extrema riqueza, poder e influencia que realmente amenaza toda nuestra democracia, nuestros derechos básicos y nuestra libertad». ¡A buenas horas, mangas verdes!
Que los ricos porcentualmente pagan menos impuestos que usted o que yo, es algo que ocurre desde el desembarco a la política real de las teorías neoliberales de Reagan y Thatcher. Jamás los milmillonarios han abonado menos impuestos que ahora, alrededor del 8%, cuando a mediados del siglo XX y durante 20 años, en EEUU y en muchos países de Europa, pagaban más del 90% para instaurar un Estado de bienestar vigoroso.
Para remediar el peligro de oligarcas y plutócratas es evidente que hay que acabar con los paraísos fiscales y hacer que estos potentados vuelvan a abonar más del 90% en impuestos –no sufran, seguirán siendo milmillonarios– para restituir a la sociedad la riqueza robada –sí, robada, porque han cobrado por sus productos muchísimo más de lo ético, de ahí sus inconmensurables fortunas inmorales– y construyamos con ellos Estados robustos, con servicios públicos y viviendas sociales excelentes, que además respondan contundente y rápidamente a tragedias. Y, cuando toda la población viva dignamente, los oligarcas perderán el poder que amenaza democracia y derechos básicos.

miércoles, 12 de febrero de 2025

La nueva Solución Final

 

Son fascistas orgullosos de serlo
Son fascistas orgullosos de serlo

Con personajes tan desalmados como Donald Trump y los de la Internacional Reaccionaria y Fascista, carentes del mínimo rasgo de empatía, regresan el supremacismo y el racismo que dan lugar a algo parecidísimo –adaptado a los tiempos– a la execrable “Solución Final” de la Alemania nazi contra muchos colectivos que resultan deshumanizados: los inmigrantes –una plaga, según ellos, que solo trae pobreza y muerte– son considerados delincuentes a los que hay que deportar y encarcelar masivamente; los palestinos son terroristas que no tienen derecho a vivir en su tierra a la que quiere convertir en un resort turístico; los grupos LGBTIQ+ , unos “pervertidos” que van a ser objeto de una cruzada de desprestigio en la que les negarán sus derechos, lo que incrementará la violencia y discriminación en todos los ámbitos aumentando la desigualdad y su aislamiento.
La degeneración moral de esta Internacional Reaccionaria recorre el mundo y trata de suprimir los avances habidos en derechos humanos y políticas de igualdad, que tantas décadas de lucha costaron lograr.
Hay que actuar. No se puede permanecer impasible. No se puede permanecer callado.

domingo, 2 de febrero de 2025

Feijóo ante el problemón de la vivienda

 

En cualquier asunto, Feijóo y el PP, solo se mueven por tacticismo electoral o para beneficio de las élites
En cualquier asunto, Feijóo y el PP, solo se mueven por tacticismo electoral o para beneficio de las élites

Sostiene Feijóo que, en materia de vivienda, «no se puede perder un minuto más». Pues ya va, al menos, con 8 meses de retraso.
Tras las críticas a su reciente plan, que consideraba la vivienda como un negocio y no como un derecho, ahora quiere presentar una ley que es parecidísima a la que el PSOE consensuó con ayuntamientos y comunidades autónomas, y que hace 8 meses él mismo tumbó pocos minutos antes del pleno que la iba a tramitar. En aquel momento Feijóo, y como hace siempre, pensó más en sí mismo, para infligir la primera derrota al Gobierno, en lugar de pensar en la gente.
Al igual que con el reciente decreto ómnibus –del latín, que significa “para todos”–, a Feijóo –a quien cada día sus halcones le mueven más la silla– no le importan nada los problemas de los ciudadanos y se mueve por puro tacticismo electoral.

martes, 28 de enero de 2025

Y usted, ¿no es de izquierdas?

 

La izquierda busca el avance de la sociedad. La derecha, no
La izquierda busca el avance de la sociedad. La derecha, no

Desde el retorno de la democracia a España, jamás ninguna transformación social –y ha habido muchas– ha venido de la derecha. Y si en alguna ocasión, en lugar de recurrir los avances aprobados por el progresismo al Constitucional como suele hacer, ha votado a favor, lo ha hecho de mala gana y por mero cálculo electoral.
Por ello, y como viví la dictadura de verdad, la de Franco,  y como denuncio que los que más tienen cada día tengan más porque pagan impuestos irrisorios y no contribuyen a la justicia social; defiendo a muerte los derechos humanos –para todos, incluso terroristas–; me agrada el progreso y la reducción de la jornada laboral; soy solidario y empático; abrazo la lucha feminista; abogo por la justicia social; respaldo la sanidad universal y gratuita frente a la privada –mucho más cara a quien la pueda pagar– y la educación pública –ídem–; me solidarizo con los migrantes –recuerdo nuestro pasado aspirando a un futuro mejor, como ahora los que vienen–; apoyo un sistema público de pensiones; una vivienda pública digna y blindada que cumpla con el mandato constitucional; me gusta impulsar la ciencia; el cuidado de nuestros mayores… y todo ello financiado con una fiscalidad progresiva donde pague más quien más tiene, soy de izquierdas.
Si fuera por la derecha, continuaríamos anclados en la Edad Media, con todos los privilegios de los señores feudales en vigor, aferrados al poder para satisfacer su codicia y ser más opulentos que ahora. Es ingenuo creer que por sí mismos hubieran renunciado a sus prerrogativas.
Sabiendo esto, ¿por qué usted no es de izquierdas? ¿Le gusta, por ejemplo, que se apliquen políticas privatizadoras encubiertas con dinero de todos en detrimento de la educación y la sanidad pública como ocurre en Madrid? Entonces, ¿por qué vota a la derecha?

domingo, 19 de enero de 2025

PP: cómo gestar otra burbuja inmobiliaria

 

Feijóo dispuesto a crear otra burbuja inmobiliaria
Feijóo dispuesto a crear otra burbuja inmobiliaria

Como para el PP la vivienda es un negocio especulativo y no un derecho constitucional, Feijóo propone una receta ultraliberal y prácticamente idéntica a la que nos llevó al pelotazo y posterior estallido de la burbuja inmobiliaria de 2008 con su correspondiente crisis: bajar impuestos en la compra –incrementa el precio y trasvasa dinero de todos a manos privadas–, liberalizar el suelo, facilitar la privatización de vivienda pública y libre mercado.
En resumen, a pesar de los agobios de la gente para lograr vivienda por el alza generalizada y desorbitada de precios, los principales ingredientes de su rancia receta son los pelotazos: que usted quiere construir, tranquilo, nosotros le damos suelo público y abaratamos sus costes; que usted quiere comprar, no se preocupe, nosotros le ayudamos tenuemente y que la ayuda se la lleve el que vende porque sube el precio; y, por si quedan dudas, que la ley de la oferta y la demanda impere en el mercado, como hasta ahora con el resultado conocido de los ricos… más ricos.
De nuevo el PP se aleja del modelo europeo y abraza el neoliberal –que solo funciona para potentados– de Milei.

domingo, 15 de diciembre de 2024

Milei, año uno

 

Argentina: el desastre Milei
Argentina: el desastre Milei

En tan solo un año, la Argentina de Milei suma cinco millones de pobres más y la descontrolada tasa de pobreza y desigualdad golpea al 53 % de la población que, con salarios bajos, arroja al 66 % de los niños a la vulnerabilidad. El superávit fiscal del 0,5 % del PIB, se ha obtenido recortando las prestaciones sociales a las familias más de un 36 %, incluyendo medicamentos y destrozando las pensiones. El paro ha aumentado 1,4 puntos porcentuales, pasando del 6,2 al 7,6 %. Con esta miseria, han quebrado pequeñas y medianas empresas y el consumo privado ha caído un 10 %, ayudando a contener la inflación que, aun así y según afirma el economista Alfredo Serrano Mancilla, en once meses acumula la misma tasa que en los primeros 55 meses del gobierno de Cristina Fernández.
Pero no todo es pena en Argentina; quienes están de fiesta son las grandes empresas: energéticas, petroleras, financieras… que han multiplicado sus beneficios.
Un año de gobierno ultraliberal y el balance no puede ser más boyante para los ricos, ni más trágico para la ciudadanía.
¡Viva la libertad, carajo!
Simplemente patético.

domingo, 24 de noviembre de 2024

COP 29: nuevo fracaso

 

Fracaso tras fracaso y no se les cae la cara de vergüenza
Fracaso tras fracaso y no se les cae la cara de vergüenza

Mientras se baten récords de temperaturas –en los trópicos, en los polos, en las zonas “templadas”, en los mares–, la ONU decidió que la Cumbre del negocio climático, perdón, del Clima 2024 fuese organizada por Azerbaiyán, un país autoritario, exportador de oro negro, sin elecciones libres, con oposición perseguida, violencia de género como arma política, constantes abusos a los derechos civiles y a los derechos humanos y corrupción galopante.
En estos días, se han firmado convenios y tratados rebosantes de bellas palabras, pero tan irrisorios, vacíos y yermos de concreción –solo compromisos sin medidas reales, efectivas y punitivas–, que no cambiarán nada y la contaminación mundial no solo continuará batiendo récords de calor, de emisiones asfixiantes y residuos tóxicos, como ha sucedido en 2024, sino que se acelerará. Y, teniendo en cuenta la escasa credibilidad de las cumbres anteriores, ¿qué efectividad tendrán los tenues acuerdos alcanzados en un país cimentado en petróleo y sin libertad para sus ciudadanos?
A causa de la inacción política y los negacionistas que embisten a la ciencia y su método científico de observación, experimentación y análisis verificables, la cruda realidad mostrará su rostro más implacable: sequías, lluvias torrenciales, desertización, hambrunas, migraciones, subida del mar, exterminio de especies, temperaturas extremas… Año tras año, como en una noria sin fin alimentada por los gases de efecto invernadero, soportamos el más cálido desde que existen registros.
Está claro que estas Cumbres necesitan una reforma radical y urgente.
Y en España, como en el mundo, los negacionistas en auge –el PP acusa a Teresa Ribera de «dogmatismo climático»–. Desolador ecocidio en marcha. Desgarrador futuro el de nuestros hijos, hijas, nietas y nietos.

lunes, 11 de noviembre de 2024

Los engranajes de la Inteligencia Artificial

 

La IA, tal y como está concebida, nos escruta y manipula
La IA, tal y como está concebida, nos escruta y manipula

Los engranajes que impulsan la Inteligencia Artificial –aquello tan etéreo e inmaculado que mejoraría la vida de la humanidad sin intereses económicos de por medio–, lo forman grandes empresas tecnológicas, fondos especulativos –que siempre codician beneficios– y países del Golfo Pérsico tirando de talonario con voluntad de rentabilizar con creces su inversión.
Ya se vislumbra que este gran avance, que usado de forma ética sin duda sería maravilloso para la sociedad, ha empezado a recibir dinero a espuertas para su desarrollo de compañías con evidente afán de lucro y otras inclinaciones aún más oscuras, como decidir qué noticia o falsedad aparece en los primeros puestos del navegador –sobre todo tras la victoria del tándem Donald Trump y Elon Musk– para manipular opiniones que influyan en decisiones de voto que, a voluntad, conformen o derroquen gobiernos.

miércoles, 16 de octubre de 2024

Día Mundial de la Alimentación

El hambre en el mundo es evitable
El hambre en el mundo es evitable

Cuando algo sucede incesantemente, deja de ser noticia. Cada día, más de 800 millones de seres humanos pasan hambre y 24.000 –18.000 de ellos niñ@s– mueren por inanición en el mundo. Y aunque la industria alimentaria produce más del triple que hace 60 años, y la población solo ha crecido algo más del doble, comemos peor. Asimismo, en el primer mundo, tiramos cantidades ingentes de alimentos con absoluta indolencia.
Otro disparate, reflejo de esta desigualdad rampante es que una de las principales causas de muerte y de graves problemas de salud en el primer mundo es la obesidad, fruto de una ingesta calórica no acorde con el sedentarismo.
Según Oxfam Intermon –mayo 2022–, cada 30 horas hay un nuevo milmillonario en el mundo, en ese mismo lapso, casi un millón de nuevos pobres se alistan a las colas del hambre y la miseria.
Hoy, Día Mundial de la Alimentación, hay que recordar que la alimentación es un derecho humano esencial y debemos exigir justicia social y un reparto de la riqueza mundial para erradicar el hambre.

domingo, 6 de octubre de 2024

Desigualdad rampante: ¿Cuándo pagarán impuestos?

 

Hasta que los ricos no paguen impuestos como el resto de mortales, la desigualdad seguirá creciendo
Hasta que los ricos no paguen impuestos como el resto de mortales, la desigualdad seguirá creciendo

Según Oxfan Intermon, el 1% más rico acapara el 95% de la riqueza mundial –en 2017 “solo” acumulaban un 82%–. Este desfase creciente es así porque los muy ricos y las grandes empresas casi no pagan impuestos. Los Estados se financian con rentas del trabajo de la clase media e impuestos indirectos, que se ceban en los más desfavorecidos, la mayoría mujeres y jóvenes.
Lo digo una vez más: cuando una empresa tiene miles de millones de beneficios, es porque nos está robando. Y, por eso, la sociedad opulenta y codiciosa debe devolver, vía impuestos, parte de lo mucho que obtiene del resto de los mortales. Si continúan sin pagar, llegará el día en que los más desfavorecidos se tomarán por su mano aquello que se les niega: la Justicia.
Se debe gobernar para la mayoría –no para millonarios y poderosos– implantando un sistema fiscal más progresivo y eficaz en la recaudación y proceder a un reparto presupuestario proporcionado, legislar para lograr trabajos con salarios dignos, e incrementar el gasto social. Desde el desembarco a la política real de las teorías neoliberales de Reagan y Thatcher para desmantelar el Estado de bienestar, la desigualdad no ha hecho más que crecer exponencialmente. Nunca los milmillonarios han pagado menos impuestos que ahora, alrededor del 8% –muchísimo menos que usted o yo–, cuando a mediados del siglo XX, en EEUU y en muchos países de Europa, pagaban más del 90% para instaurar el Estado de bienestar.
¿Cuándo volverán a pagar impuestos como cualquier persona?