jueves, 30 de noviembre de 2017

Mediterráneo: la gran fosa común

El goteo de muertos en el Mediterráneo es continuo. Aylan yace muerto en la orilla
El goteo de muertos en el Mediterráneo es continuo. Aylan yace sin vida en la orilla
¿Pero qué hago aquí, Dios mío? Todo el dinero que pedí prestado a mis vecinos para llegar a Europa, ¿lo podré devolver algún día? ¿Merecerán la pena los peligros corridos o habrán sido una locura? Me siento como un pelele sin voluntad propia al que fueran a mantear… como si no tuviera capacidad de acción… simplemente me dejo arrastrar en el torrente de acontecimientos: asustado, metido en esta barcaza de mala muerte atestada de otros muchos que, como yo, van en busca de una oportunidad, de un futuro que poder construir. En esta noche sin luna, plagada de estrellas, puedo oler sus miedos. Puedo ver sus enormes ojos blancos exageradamente abiertos. Percibo el brillo del sudor que, en pequeñas gotas, perla sus frentes... Me doy cuenta de que tirito –no sé si de frío o de estrés–, mis manos están heladas pero sudorosas. Comparto sus temores y angustias: nos hallamos en medio del agitado mar tratando de entrar en un país que no es el nuestro de forma ilegal, la única que podemos. Sé que no hacemos nada malo. No comprendo por qué no podemos viajar a donde queramos. Es arbitrario e injusto. Los ricos y poderosos sí pueden. ¿Qué nos diferencia? ¿El dinero? ¿Acaso no somos seres humanos como ellos? En esta barcaza abarrotada de personas, las enormes olas, con sus crestas blancas sobre el oscuro telón de la noche, que en un barco de línea ni se dejarían sentir, resultan sobrecogedoras. Me pregunto una vez más para qué tanto riesgo, ¿por qué?... Sí, ya sé: para buscar un futuro mejor a mi prole, para dar una esperanza por la que vivir a mi familia que ahora siento tan desgarradoramente lejana. Mi familia... qué palabra tan evocadora de gratos y felices momentos... Pero, ¿qué ocurre? ¿Qué son esos focos? Aquellos gritos lejanos vienen de otras barcas como la nuestra. ¡Dios mío! ¿Qué hacéis? ¡No os lancéis al agua! ¡Quietos! ¡Vais a volcar el bote! ¡No sé nadar! Si me ocurre algo, ¿qué será de mis hijos y mi mujer anclados en la miseria y sin esperanza?... Esto se vuelca. ¡Qué alguien me ayude!...
Entretanto Juanito, que hace sus deberes en su confortable hogar ante un globo terráqueo físico, observa abstraído el mundo como lo que es: algo insignificante y sin las fronteras disgregadoras que dibujan los hombres.
Al día siguiente, en el desayuno el padre de Juanito lee en el periódico la trágica noticia del naufragio de unas pateras en la cercana costa y llega a la conclusión de que lo único que puede ayudar a solventar esta inmoralidad, de la que todos somos algo responsables, es un desarrollo justo, equilibrado y verdadero, henchidor de anhelos y esperanzas en las zonas deprimidas del hermoso, aunque irracional, planeta que habitamos.

martes, 28 de noviembre de 2017

La privatización solapada de las pensiones

Parte de una cartel en defensa de las pensiones públicas
Parte de una cartel en defensa de las pensiones públicas
A pesar de que España no tiene un problema de gastos –44 % vs 49% en la eurozona–, el Gobierno da un paso más en la privatización encubierta de las pensiones haciendo atractivos los planes privados a la juventud. Con la excusa de que la gente tendrá pensiones privadas, se bajarán, por activa o pasiva, las públicas, cercenando considerablemente este derecho.
En nuestro país la presión fiscal –ingresos– es del 35% vs el 41% en la eurozona. El único riesgo que corren las pensiones es la firme voluntad política de marchitarlas –subidas muy por debajo del IPC, empleos de bajos salarios, rebajas fiscales, tarifas planas,…– para corroer la hucha de pensiones y fomentar el negocio de los planes privados sin garantizar su cobro. ¿Habrá rescate en el futuro? El Ejecutivo debería subir los tributos a las grandes empresas y fortunas que contribuyen ridículamente, prohibir los paraísos fiscales y abandonar el itinerario privatizador, cuyo falso y ácido relato cala en el inconsciente de la juventud.

miércoles, 22 de noviembre de 2017

Corrupción… ¿del siglo pasado?

Casos de corrupción del PP
¿Del siglo pasado? ¡Vamos, hombre!
Afirma M. Rajoy que los casos de corrupción del PP “son del siglo pasado”. ¡Hombre!, aunque indiciariamente a la minoría mayoritaria de este país no le importa que le roben, al resto, no nos tome el pelo. A mi parecer, desoír las denuncias internas, anunciar conspiraciones si ven la luz, destruir pruebas cuando se investiga, apoyar a los señalados, recusar jueces, tratar de anular procesos, recurrir fianzas, presentarse como acusación particular para obstruir el caso, silenciar cuando pregunta la Fiscalía, responder “no recuerdo, no me consta, lo desconozco” al interrogatorio del juez, abandonar a los antes arropados cuando se enreda la cosa, lamentarse de la lentitud de la justicia y anunciar machaconamente que siempre colaboran con ella, es una forma de encarar el cáncer de la corrupción –ésta sí– propia del milenio pasado.
¿Ordena usted estas artimañas? Si no, póngales coto y asuma su responsabilidad; porque la culpa in vigilando mantenida en el tiempo se torna cooperación necesaria.

sábado, 18 de noviembre de 2017

Cumbre del Clima: otro fiasco más

Cumbre del Clima: otro gran fiasco que pone nuestro planeta contra las cuerdas
Definitivamente, con esta inacción política, la Tierra se va al carajo
Entienden los científicos que tras décadas de emisiones de gases de efecto invernadero, el calentamiento ya es imparable. A pesar de acudir a la Cumbre del Clima de Bonn –la vigésimo tercera– con el objetivo de que la temperatura media del planeta no supere en 2 grados centígrados a la de la sociedad preindustrial o el desastre, ésta se clausuró con resultado insuficiente y nula concreción. Todo se somete, de nuevo, a la buena voluntad de los países signatarios; pero existiendo intereses económicos de por medio, quedará en nada.
La verborrea se tornará catástrofe para el planeta y la fauna y flora que lo habitamos. La realidad implacable –sequías, desertización, hambrunas, migraciones, subida del mar, clima extremo…–, de la mano de la inacción política, está aquí para quedarse. Año tras año, como en una noria sin fin alimentada por los gases de efecto invernadero, soportamos el más cálido desde que existen registros. Y España sin prescribir el carbón. Desolador ecocidio en marcha.

lunes, 13 de noviembre de 2017

Paradise Papers: la igualdad pulverizada

Paraísos fiscales: otra lista más
Paraísos fiscales: otra lista más
Cada poco tenemos que soportar la indecencia de ver a las élites patrias –sí, los que tan arrogantemente lucen banderita en pulseras, relojes, tirantes o solapas y cuyo credo es la golfería– en las listas de éxito de la ingeniería financiera, para eludir contribuir con la sociedad a la que le exprimen el jugo. Como vivimos en un mundo liberal-capitalista-egoísta carente de solidaridad con herramientas y legislaciones internacionales que toleran bancas opacas y países con fiscalidades meramente ficticias, donde los mismos que dictan las leyes son los que aparecen en los papeles, la ONU debería trabajar para acabar con el secretismo bancario y forzar a las empresas a tributar en el país donde comercian, no donde están sus sedes.
Mientras no se ponga coto a estas tácticas de corrupción, sin obviar que el terrorismo más atroz también las usa para financiarse, este inmenso estercolero fiscal ahogará con su hediondez la sanidad, la educación y la igualdad, dinamitando toda justicia social.

jueves, 9 de noviembre de 2017

Rajoy señalado, la tensión subirá

La caja B del PP, supuestamente una realidad palpable
La caja B del PP, supuestamente una realidad palpable
El inspector jefe de la Unidad de Delincuencia Económica y Fiscal, Manuel Morocho, responsable de investigar la Gürtel, ha afirmado en sede parlamentaria que el Partido Popular tenía todas las características de una organización delictiva, y que todos sus secretarios generales, Rajoy incluido, recibieron sobresueldos de la presunta caja B. Vamos, que lo allí había era la “corrupción en estado puro”. Asimismo reconoció que el PP trató en todo momento de boicotear la investigación con siete denuncias, todas archivadas. Hay que ponerse en la piel de estos investigadores para saber cómo afectan, en su vida profesional y privada, las injerencias del poder político. Y no es ninguna broma.
Todo lo sabido es indecente, y más si tenemos en cuenta que se trata del partido que gobierna. Y, para que no se hable del dinero robado que parasitó y noqueó al Estado de bienestar, no nos extrañe que de manera proporcional a lo que vaya saliendo de corrupción, la tensión con Cataluña aumente en unos días.

lunes, 6 de noviembre de 2017

Reventar la tranquilidad

La Justicia debe ser ciega; no totnta
La Justicia debe ser ciega; no estúpida
Tras la aplicación del artículo 155, la convocatoria de elecciones exprés y la huída de Puigdemont, el independentismo, descolocado y deprimido, se replegó a sus cuarteles generales a lamerse las heridas. La calle, y con ello la convivencia, se distendieron. Pero la Fiscalía –dependiente del Gobierno y últimamente alerta y prietas las filas– preparó férreas querellas que, al instruirlas la Justicia, han culminado con la encarcelación sin fianza de medio Govern y la orden internacional de búsqueda y captura del otro medio, logrando la eufórica y vigorosa resurrección del independentismo que rebrota apiñado por las esquinas a ritmo de caceroladas, manifestaciones y huelga general. ¡Enhorabuena! Han dado la razón a sus oponentes que van a contaminar unas elecciones que se celebrarán con políticos en las cárceles y donde no se debatirá –una vez más– lo que de verdad nos preocupa.
La Justicia, ahora en campaña electoral, debe ser ciega y, con altura de miras, alejarse de lo visceral.

jueves, 2 de noviembre de 2017

El saqueo de la corrupción

Casos de corrupción que afectan al PP
Sin palabras
Aunque el “procés” lo tapa todo, ahora que la fiscal ratifica el saqueo de Gürtel –y coincidiendo con el aumento de procesados por corrupción–, debemos recordar que los que esquilmaron las arcas y marchitaron el Estado de bienestar nos machacaron a todos; pero siguen ahí. Nuestra sociedad no ha devuelto el amargo fruto tragado. Se habla de corruptos, algo de corruptores y casi nada de las empresas que quebraron tras remitir presupuestos ajustados para competir en concursos públicos mientras ignoraban que habían sido previamente amañados. Así, millares de trabajadores se fueron al infierno del paro arrastrando a la pobreza a miles de familias honradas. Pero este inmenso sobrecoste económico, moral y humano, no ha tenido su correspondiente condena en las urnas, y supone un enorme obstáculo para la regeneración.
Mientras no exista renovación, España seguirá enferma porque la indiferencia ciudadana es uno de los grandes males que descompone a la democracia situándola al borde del abismo.