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martes, 16 de septiembre de 2025

Vuelta a España: estaba cantado

 

Es vomitivo el genocidio que perpetra Israel cada día
Es vomitivo el genocidio que perpetra Israel cada día

¿Qué hace un equipo israelí, financiado por un oligarca amigo personal de Netanyahu y por el Estado que arrasa y extermina a la población de Gaza, con más de 65.000 mil víctimas civiles, incluidos niños, mujeres, periodistas y personal humanitario y señalado por múltiples organismos internacionales de crímenes de guerra, en la Vuelta Ciclista a España? No es deporte lo que hace, sino propaganda para blanquear un régimen genocida acusado de crímenes de guerra por Amnistía Internacional, que en su informe de 2022 ya señalaba un sistema de apartheid estructural contra el pueblo palestino.
Por eso estaba cantado que la gente con dignidad no permitiría esta ignominia a la puerta de su casa. Resulta insoportable que Dirección de Carrera, la Unión Ciclista Internacional y los equipos rivales hayan creído que no habría consecuencias. Ninguno tuvo el coraje moral de exigir su expulsión desde el primer momento.
Ojalá lo sucedido sea la mecha que marque un antes y un después, como ocurrió con el apartheid sudafricano o la invasión rusa de Ucrania: Israel ha de ser excluido de todos los eventos deportivos, culturales e institucionales mientras continúe perpetrando crímenes de lesa humanidad con total impunidad y hasta que Netanyahu sea sentado ante Corte Penal Internacional. Es obsceno el silencio cómplice de gobiernos y organismos internacionales ante la barbarie.
Una vez más, la ciudadanía actúa cuando las instituciones claudican o callan.
Una vez más, me hincha de orgullo la decencia de quienes se rebelan contra el crimen y la continua violación de los derechos humanos y el derecho internacional.
Y, una vez más, siento absoluto desprecio a quienes lo justifican o se indignan por una protesta que tildan de violenta. Perico Delgado, háztelo mirar porque si sentarse en el Paseo del Prado es violencia, ¿cómo califican los continuos crímenes de Israel?

domingo, 14 de septiembre de 2025

El muro insalvable de las noticias falsas

 

El fascismo, con sus mentiras y odios, llevan el mundo al desastre
El fascismo, con sus mentiras y odios, llevan el mundo al desastre

Reconozco que cuando debato con alguien cuyos argumentos se basan en mentiras, me desarma. Pero no por falta de razones y datos para rebatirlos. Me descoloca constatar, con tristeza y asombro, que vivimos en realidades paralelas, tan distintas y distantes que un muro invisible pero infranqueable se alza entre nosotros. Y así, el diálogo se torna estéril.
Ese muro no es de ladrillos y cemento, sino erigido en la desinformación, en titulares manipulados, en emociones exacerbadas… cimentado sobre el odio y la peligrosa facilidad y velocidad con que se comparten falsedades en las redes sociales. Y lo más alarmante es el rechazo sistemático a todo lo que no encaje en una visión preestablecida de su mundo.
A lo largo de mi vida, incluso en los debates más encendidos, siempre hubo espacio para la razón, para el contraste de ideas, para el intercambio sincero. Podías estar en desacuerdo con alguien, pero, aun así, existía un compromiso común: el respeto por los hechos, las fuentes fiables y el pensamiento crítico. El diálogo era posible. La escucha, también. Podías convencer o ser convencido.
Pero desde que las redes sociales se convirtieron en el medio principal —y en algunos casos único— de información para muchas personas, todo cambió. La rapidez sustituyó a la reflexión; la viralidad, a la veracidad; la inteligencia, a la estupidez. Y en ese entorno, la mentira se disfraza de verdad con turbadora facilidad. Ahora, como diría Unamuno, solo quieren vencer.
Lo peor no es que haya personas que se equivoquen o que crean en una información falsa. Eso siempre ha sucedido. Lo verdaderamente desolador es que, aun cuando se les presentan datos contrastados, hechos irrefutables, pruebas objetivas, se cierran en banda. No escuchan ni quieren escuchar. Porque admitir una mentira es, para muchos, arruinar el relato que han construido sobre sí mismos y sobre el mundo. Y ese vértigo es, para ellos, más insondable que la mentira misma.
Así, infundio a infundio, se va erigiendo ese muro que separa no solo opiniones, sino realidades. Una muralla que impide el encuentro, que impide el entendimiento, que impide llegar al otro, que nos fragmenta como sociedad y nos aleja como individuos.
Y, a pesar del desaliento, no dudo que la verdad —por incómoda o lenta que sea— tiene un valor irrenunciable. Porque sin ella, no hay diálogo posible. Y sin diálogo, no hay futuro compartido.

jueves, 11 de septiembre de 2025

Von der Leyen deja en evidencia a Feijóo

 

Feijóo, un lobo con piel de cordero ignorante y cobarde
Feijóo, un lobo con piel de cordero ignorante y cobarde

Alberto Núñez Feijóo ha evitado, una y otra vez, condenar el genocidio cometido por Israel en Gaza, y su continua violación del derecho internacional. Lejos de alzar la voz, ha optado por el silencio cómplice o la justificación vergonzante, presa del miedo crónico a incomodar a Isabel Díaz Ayuso o perder votos frente a Vox. Esa cobardía política lo ha llevado a defender lo indefendible, alineándose con quienes prefieren mirar hacia otro lado mientras la comunidad internacional y la Corte Penal denuncian crímenes de guerra.
Pero ahora su jefa europea, Ursula von der Leyen, propone sanciones contra Israel ante la magnitud insoportable de la masacre. Y Feijóo queda expuesto: atrapado entre su tibieza moral y el giro de Bruselas.
¿Qué hará ahora? ¿Seguirá escondido en la ambigüedad, rehén de sus propias miserias internas, o tendrá el coraje —aunque sea tarde— de ponerse del lado de la dignidad y la justicia internacional? Su historial no invita al optimismo. Pero su cobardía, que es doctrina, seguramente le lleve a arrastrar los pies una vez más.

lunes, 1 de septiembre de 2025

La derecha europea y la gran anomalía española

 

Aunque cambien de logo mil veces, continuarán siendo franquistas
Aunque cambien de logo mil veces, continuarán siendo franquistas

En Europa, la derecha democrática se forjó combatiendo al fascismo y asumiendo los valores de la libertad, la justicia social y el respeto a los derechos humanos. A ver si se enteran en Europa de que, por contra, la derecha española tiene un origen radicalmente opuesto: fue parida por el franquismo y se siente incómoda con la libertad, la justicia social y el respeto rotundo a los derechos humanos.
El Partido Popular es Alianza Popular, fundada por siete ministros de Franco, por eso evita condenar de forma tajante los crímenes de la dictadura. Su ADN político conserva los viejos dogmas despóticos del Movimiento Nacional: la unidad indivisible de la patria, el orden público impuesto cimentado en la represión y una moral reaccionaria que machaca a las minorías. No es casualidad que el PP rechace la Ley de Memoria Democrática, desprecie la pluralidad, hable de terrorismo incendiario, pretenda deportar a migrantes y se muestre incómodo ante cualquier avance en derechos civiles. Hace tiempo disimulaba. Ahora, no. Su deriva, abrazando sin pudor los discursos de Vox, no es una anomalía sino una vuelta a casa. El PP, en vez de aislar a la ultraderecha como en Europa, la integra y la legitima. Esta complicidad diligente no solo alimenta la crispación, sino que lo atrapa en una espiral de confrontación política y cultural que impide a España tener una derecha civilizada homologable a la europea y el avance hacia una democracia plena. Y lo que es aún peor: nos acerca peligrosamente hacia un siniestro y oscuro pasado.

martes, 26 de agosto de 2025

Ecos de un tiempo pretérito

En España el fascismo avanza de mano de PP y Vox
En España el fascismo avanza de mano de PP y Vox

En el filo de la historia, como si esta tuviera memoria y voluntad propia, se esbozan extrañas simetrías. Hoy, cual viejo disco rayado con el mundo girando desconfiado y crispado por crisis múltiples, desigualdades crecientes y un hartazgo generalizado hacia ciertas élites, los ecos del periodo de entreguerras vuelven a hacerse audibles.
Entonces, tras la Gran Guerra, el mundo estaba descompuesto. Europa era un continente lleno de dolor, devastado, ruinas y promesas rotas. Las democracias liberales, recién implantadas en muchos países, se tambaleaban frente al empuje de fuerzas que prometían orden, orgullo nacional y unidad frente al caos. Alemania, humillada y empobrecida, fue el crisol del resentimiento, y en sus calles floreció el fascismo como reacción brutal al miedo y la incertidumbre.
Hoy, aunque de momento no hay trincheras generalizadas hay otras heridas. Las crisis económicas —la de 2008, la pandemia, la inflación, el desempleo— han dejado huellas profundas. En muchas naciones, el ciudadano común se siente traicionado, ignorado por políticos tecnócratas y desplazado por una globalización que no reparte sus frutos equitativamente. De este modo, como en los años 30, la frustración vuelve a ser el caldo de cultivo perfecto para los discursos del odio.
Los nuevos fascismos no marchan con uniformes, pero sí con banderas. Tienen canales en redes sociales en lugar de emisoras de radio, pero gritan lo mismo: que la culpa la tienen los otros, los diferentes, los débiles, los de fuera. Como entonces, el lenguaje se vuelve tan agresivo que debilita las instituciones. El ciudadano temeroso acepta que se cuestionen las elecciones, se normalicen las mentiras y se desprecie la prensa libre.
También ahora, como entonces, hay un vacío emocional. En los años de entreguerras, el sentimiento de comunidad estaba roto, y surgieron líderes carismáticos que prometían devolver la dignidad y la grandeza perdidas. Hoy, vemos un fenómeno similar: figuras autoritarias, populistas, que ofrecen soluciones simples a problemas complejos, que dicen lo que “nadie se atreve a decir”, y que excitan nuestro cerebro reptiliano.
Y al igual que entonces, el mundo está revuelto. La guerra en Ucrania, el genocidio en Oriente Medio, las pugnas entre potencias, la crisis climática —todo parece sacudir un orden mundial que cruje como un edificio con cimientos decrépitos. El multilateralismo se erosiona, las alianzas se tambalean, y el miedo vuelve a dictar las decisiones.
Pero no todo está perdido. La historia también enseña que el fascismo fue derrotado, y que de sus cenizas surgieron acuerdos y estructuras que, con todos sus fallos, evitaron otra catástrofe global durante décadas. Tal vez el verdadero reto sea reconocer las señales a tiempo para escribir un final distinto.
El mundo de hoy se parece al de ayer, sí. Pero, con sentido común, aún podríamos estar a tiempo de escribir otro final. Y, aunque realmente no lo creo, es lo que espero.

miércoles, 4 de junio de 2025

Cómplices del criminal Netanyahu

El genocidio no cesa
El genocidio no cesa

 Durante décadas, Israel ha llevado a cabo una campaña sistemática de desplazamiento, humillación y exterminio del pueblo palestino. Lo que en sus inicios se encubrió bajo el relato de una lucha por la seguridad nacional, hoy se revela como lo que es: un genocidio premeditado y metódico. El fiscal de la CPI ha solicitado una orden de arresto contra Netanyahu por crímenes de guerra y contra la humanidad. Ya no es una cuestión de opinión: es un asunto legal, jurídico y moral.
Netanyahu, a la cabeza de un gobierno que ha normalizado el crimen, está masacrando a los civiles de Palestina. Niños muertos en bombardeos, hambruna, hospitales reducidos a escombros y hogares convertidos en polvo. No es una guerra; es limpieza étnica. Lo que Netanyahu persigue con suma frialdad, es forzar el éxodo palestino. Busca hacer la vida imposible para que quienes sobrevivan al terror se marchen y, apilando cadáveres, borrar Palestina del mapa.
Lo insoportable de esta tragedia no se limita a la responsabilidad de su primer ministro. Según recientes encuestas, una parte significativa de la población israelí apoya sus crímenes. No se trata solo de un líder psicópata: se trata de un consenso nacional que ha normalizado el “apartheid” y el genocidio. Como sociedad, Israel ha cruzado la línea de lo imperdonable.
Quiero recordar que, en los años 30 y 40, el mundo tardó mucho en reaccionar ante el horror nazi. Sin duda, las víctimas de aquellos campos de exterminio repudiarían la conducta de quienes, habiendo aprendido en carne propia el significado del odio sistemático, hoy lo practican. La memoria del Holocausto ha sido prostituida por un régimen que utiliza el sufrimiento de sus antepasados como escudo para justificar la carnicería.
No hay excusa ni diplomacia posible. Lo que Israel hace en Gaza y Cisjordania es inaceptable. El mundo lo ve. La historia lo juzgará. Pero nosotros no podemos esperar al juicio de la historia. Ante la realidad, cualquier país que aún mantenga relaciones diplomáticas o comerciales con Israel sin exigir un cese inmediato de esta barbarie, está colaborando con el genocidio. El mundo debe actuar con una claridad moral absoluta: romper relaciones con el gobierno israelí actual no es una opción, es una obligación moral. Actuar con sanciones y aislamiento. Con un grito firme y universal: Nunca más, para nadie.
Y si algún país decide mirar a otro lado, debe ser igualmente aislado. Porque cuando se tolera el genocidio, se participa de él.

domingo, 13 de abril de 2025

China y el PP

 

Pedro Sánchez, presidente de una España soberana
Pedro Sánchez, presidente de una España soberana

Hace meses que Pedro Sánchez tenía previsto su viaje oficial a China. No fue improvisado. No responde a ninguna provocación geopolítica repentina. Sin embargo, un beligerante y vengativo Trump cambió el contexto. En medio del aumento de tensiones comerciales entre Estados Unidos y el resto del mundo, especialmente con el gigante asiático —con advertencias tan torpes como la del secretario de Estado estadounidense, quien aseguró que «acercarse a China sería como cortarse el cuello»—, la visita del presidente español se ha convertido para los carcas en una supuesta traición a los intereses occidentales.
Se olvidan de que España es un país soberano. Y lo sigue siendo gobierne quien gobierne. No puede —ni debe— plegarse a los designios de ninguna potencia extranjera, por muy aliada que sea. Lo que hace Pedro Sánchez no es otra cosa que ejercer una política exterior autónoma, responsable, y en este caso, también alineada con la UE, como abanderado de una posición común europea, en contacto directo con la presidenta de la Comisión, Úrsula von der Leyen, que pronto también visitará China.
No es la primera vez que un presidente del Gobierno español pisa suelo chino para reforzar lazos comerciales. Aznar lo hizo. También Rajoy. Incluso Feijóo, cuando era presidente de Galicia, viajó para buscar acuerdos e inversiones. Ninguno de esos periplos fue tildado de sumisión ni de error estratégico. ¡Ah!, pero cuando lo hace la izquierda, las voces del PP se alzan con hipocresía, mentiras y sumisión al poderoso.
La crítica no se basa en el fondo, sino en el autor. Si Sánchez hubiera cancelado el viaje por presión estadounidense, también lo habrían acusado de rendir la soberanía española a intereses ajenos. Y eso es precisamente lo que está en pasando: una visión instrumental de la política exterior, utilizada como munición para el combate interno. El PP siempre tiene que criticar.
Es muy preocupante el tic automático con el que el PP responde a cada movimiento del Ejecutivo. No hay análisis, ni propuesta alternativa. Solo crítica automática, desgaste constante, falta de respeto, búsqueda del titular fácil. A esto se suma el discurso aún más estridente de Ayuso, que convierte todo en nauseabundo campo de batalla ideológico, donde rinde pleitesía al poderoso y pisotea al débil.
España no puede permitirse ese tipo de política. Y menos cuando el tablero internacional exige inteligencia estratégica, autonomía y visión a largo plazo. En lugar de arrastrarse ante las amenazas de Washington o de usar cada viaje para desgastar al rival político, haríamos bien en exigir altura de miras a quienes aspiran a gobernar.
Porque la soberanía se defiende con hechos, no con discursos huecos, banderitas ni pulseritas.

jueves, 10 de abril de 2025

¿Qué hace Hungría en la UE?

 

La UE debe cuidar el respeto de los tratados internacionales
La UE debe cuidar el respeto de los tratados internacionales

Todos los países de la Unión Europea han ratificado el Tratado de Roma de 1998 y, por tanto, están sujetos a la jurisdicción de la Corte Penal Internacional (CPI), especialmente en lo que respecta a la lucha contra la impunidad de crímenes internacionales, como genocidio, crímenes de guerra, y otros. Por ello, me sorprendió enormemente que Hungría recibiese al criminal de guerra Netanyahu sin detenerlo, cuando es su deber hacerlo y entregarlo a la CPI, que lo busca por crímenes de guerra y de lesa humanidad. Y no contento con esto su presidente, el ultraderechista Viktor Orbán, anunció la retirada de Hungría de dicha institución.
Las leyes y las instituciones internacionales son mecanismos civilizados que nos hemos impuesto colectivamente para resolver conflictos y evitar la barbarie. No podemos elegir respetarlas solo cuando nos conviene ni amenazar con despreciarlas o abandonarlas en función de intereses políticos.
Frente a esta situación, cabe preguntarse: ¿qué hace Europa ante este desafío? ¿Por qué no expulsa a Hungría de la Unión Europea? ¿Y la CPI? ¿Pondrá en búsqueda y captura a Orbán por encubridor?
Algunos me dirán: “Pobres húngaros, ¿qué culpa tienen?”. Su “pecado” radica en haber votado a un líder que ha pisoteado los principios democráticos fundamentales. Mientras el encubridor Orbán continúe en el poder, Hungría no debería formar parte de la UE. Y cuando el pueblo húngaro elija a un presidente que respete la democracia y los principios fundamentales que la Unión Europea defiende, podrá solicitar su reincorporación, y será aceptado nuevamente. Pero hasta entonces, su lugar está lejos de la comunidad europea.

jueves, 14 de noviembre de 2024

El PP polariza Europa

 

Feijóo polariza Europa con mentiras
Feijóo polariza Europa con mentiras

El PP, para quitar el foco de Carlos Mazón, apunta a Teresa Rivera y, aliándose con Vox, lleva su polarización nacional a Europa. Sigue su tozuda y ridícula cruzada de embarrar la política con relatos alternativos. Y, en Europa, según las crónicas, se han quedado boquiabiertos –parece mentira que aún no los conozcan–. La oposición del PP es depravada, además de insolvente.
Feijóo quería cortarle la cabeza a Mazón. Al no poder, y para tapar su falta de liderazgo, gira el timón llevando su guerra a Europa, incluso a costa de sabotear a España y conspirar contra Von der Leyen, dejando el nonato Gobierno europeo en la cuerda floja. Nada nuevo. Continúa con la vieja táctica: «Que caiga España que ya la levantaremos nosotros» (Montoro).
En ninguna otra nación de la UE el jefe de la oposición es tan desleal y mezquino que quiere que su país no funcione. Es desolador. Ya está bien salvapatrias “constitucionalistas” que denigran a España en el extranjero dando una imagen de país impresentable.

domingo, 20 de octubre de 2024

Europa flirtea con el fascismo

 

Europa se está perdiendo en un laberinto fascista
Europa se está perdiendo en un laberinto fascista

Cuando Europa pone como ejemplo de política migratoria a la Italia de la neofascista Meloni –acelerando las deportaciones de seres humanos para enviarlos a campos de concentración en terceros países, en evidente vulneración de derechos fundamentales–, hay que volver a recordar las palabras que el propio Robert Schuman, pionero y arquitecto de la Unión, pronunció sobre el sentido de Europa: «crear una solidaridad de hecho».
Por tanto, Europa debe ser un proyecto común, solidario, unido, fraternal, dialogante y no egoísta, que impulsa la paz mediante el fomento de la libertad, la democracia, la justicia social, el desarrollo económico, la defensa y protección de los derechos humanos y el bienestar de la población. Pero, ahora mismo la UE parece querer marchar en contra del espíritu de su génesis y abrazar el egoísmo nacionalista y el neoliberalismo que, por desgracia, están de moda.
Si Europa abandona sus principios fundacionales, alimentará los desalmados monstruos del nacionalismo egoísta, la xenofobia y el fascismo que volverán a blindar fronteras y a traer conflictos entre sus naciones.

miércoles, 25 de septiembre de 2024

Realidades alternativas

 

Feijóo y el PP, cada vez más desatados y trumpistas
Feijóo y el PP, cada vez más desatados y trumpistas

El PP calcula que subir los decibelios para robar votos a Vox, es la táctica adecuada. Por eso se convierte en un partido aún más desatado y conspiranoico que obliga a Feijóo en su visita a Meloni, espoleado por un hiperventilado González Pons, a contradecir al propio Edmundo Rodríguez sosteniendo en Italia –cuna y hogar de la mafia– «que se han cometido prácticas mafiosas en la embajada de España en Caracas». ¿Pero esto qué es?
España, y no el Gobierno de España, lo único que hizo fue garantizar la seguridad de Edmundo sin inmiscuirse para nada en sus negociaciones, tal y como reconoce y agradece el propio afectado.
Son generadores de bulos, de realidades conspiranoicas alternativas y, al igual que Trump, habitan en un universo paralelo. Lo malo, es que esta intolerable táctica, por desgracia funciona. En el PP tiran de manual "goebbeliano" y saben que crear un bulo da ventaja. Aunque quede desmentido, el primer titular es el que deja huella.
¿Pedirán perdón? ¡Ja!, su táctica marrullera lo impide y, bien al contrario, su soberbia les hace enrocarse aún más.

domingo, 22 de septiembre de 2024

Problemas ficticios

 

El PP (ultraderecha), junto a Vox y otras hierbas (derecha extrema), generan bulos muy peligrosos
El PP (ultraderecha), junto a Vox y otras hierbas (derecha extrema), generan bulos muy peligrosos

La política ni es para hacer discursos de odio, ni para inventar problemas ficticios que pueden devenir en violencia real. La política es para mejorar la vida de la gente. Pero, el último barómetro del CIS, demuestra que la ultraderecha (PP) y la derecha extrema (Vox y otras hierbas) han convertido el fenómeno migratorio en discurso de odio, vinculándolo con delincuencia y paro y, ayudados con una excesiva exposición mediática, lo han convertido en el problema principal –antes en noveno lugar– de los españoles. Lo más alucinante es que la mayoría de los que así lo afirman, dicen que a ellos no les afecta personalmente. Es como cuando el PP y Vox lograron que el primer problema fuera la economía, aunque la mayoría decía que a ellos les iba bien.
Son problemas ficticios, y todo para que no se hable del alza de la vivienda –responsabilidad de Gobierno y autonomías–, el deterioro de la sanidad –competencia autonómica, cada vez más privatizada– y la educación –en manos de las autonomías que trasvasan dinero público a la privada–.
La derecha es culpable de crear problemas –que pueden derivar en violencia– donde no existen. Y cuando Feijóo alaba a Meloni, nos queda un telediario para que la derecha nos diga que «los inmigrantes se están comiendo a los perros, a los gatos… a las mascotas de los españoles». Tiempo al tiempo.

domingo, 18 de agosto de 2024

¡Pobres tortugas!

 

Las tortugas marinas se unen a la inmensa lista de animales perjudicados por la emergencia climática fruto de la codicia humana
Las tortugas marinas se unen a la inmensa lista de animales perjudicados por la emergencia climática fruto de la codicia humana

A partir de los 15 años las tortugas marinas alcanzan su madurez sexual y entonces, cada tres o cuatro, regresan a desovar en los mismos lugares donde nacieron. Ahora, acuciadas por el calentamiento global, las tortugas mediterráneas –boba, verde y laúd– se ven forzadas a cambiar aquellas idílicas playas orientales de finas arenas de Chipre, Grecia y Turquía, donde vieron la luz por primera vez y con menor presión humana, por las no tan tórridas pero concurridas playas de los superpoblados litorales de España, sur de Italia y Francia que están en temporada de máxima afluencia turística al coincidir con el periodo de desove. Y, aunque se organicen dispositivos especiales para velarlas y custodiar sus huevos –muy idílico–, surgen dudas: ¿qué ocurrirá cuándo en lugar de unas decenas de ellas vengan millares a desovar? ¿Seguirán las autoridades poniendo tanto celo?
Me temo que un día no tan lejano, alguien clavará su sombrilla en la soleada orilla del mar y, asombrado ante la poca firmeza del suelo elegido, extraerá la contera chorreando tortilla de tortuga con arena de playa.

miércoles, 17 de julio de 2024

La paradoja Assange

 

Julian Assange, héroe del periodismo
Julian Assange, héroe del periodismo

La liberación de Julian Assange es una gran noticia, pero paradójicamente, al tener que declararse culpable –como la mayoría de nosotros haría tras doce años de privación arbitraria de libertad y sometidos a la tortura de una más que probable condena a 170 años de prisión–, ataca todo aquello de lo que Assange es paradigma: la libertad de información.
La asunción de culpa es una censura encubierta e inadmisible que sitúa al periodismo de investigación bajo la espada de Damocles. Por si fuera poco, los crímenes denunciados que llevaron a Assange a su calvario, han quedado impunes.
Siempre que el poder cometa tropelías y vulnere principios elementales –intrigas, mentiras, asesinatos y conspiraciones–, los ciudadanos como Assange, Katharine Gun, Edward Snowden y otros menos conocidos, son héroes absolutamente esenciales para la sociedad.
Nadie debería ser perseguido en Estados democráticos por destapar los desmanes e incomodar al poder que actúa con iniquidad sin respetar las leyes.

miércoles, 3 de julio de 2024

Cargador universal y baterías

 

Uno de los últimos teléfonos con batería fácilmente accesible
Uno de los últimos teléfonos con batería fácilmente accesible

El consumismo capitalista y su obsolescencia programada van ganando la partida. Aun así, hay prácticas empresariales que deberían prohibirse. Me explico: antes, para cambiar la batería del móvil o del libro electrónico, solo había que abrir la tapa del portabaterías y poner una nueva. Sin embargo, ahora tenemos que llevar el aparato al servicio técnico y, como cuesta un pastón y es un incordio, encontramos la excusa ideal para comprar uno nuevo. ¿Acaso esto no es una barbaridad desde el punto de vista de la sostenibilidad? ¿No es involucionar?
Al igual que la UE obligó a un cargador universal para aparatos electrónicos, debería legislar con urgencia que todos estos dispositivos –móviles, tabletas, libros electrónicos…– con baterías, sean como los antiguos y tengan una tapa de fácil acceso para cambiarlas cuando se deterioran.
Por el futuro del planeta, hay cosas que son fáciles de llevar a cabo para mejorar el medio ambiente, la viabilidad de la vida y el bolsillo de los consumidores.

martes, 18 de junio de 2024

Europa: consecuencias electorales

 

Mercaderes y trujamanes se frotan las manos pensando en la energía nuclear
Mercaderes y trujamanes se frotan las manos pensando en la energía nuclear

Llaman a las puertas del nuevo Europarlamento, las nefastas consecuencias de haberse escorado a la derecha. Son las políticas austeras –que empobrecerán a muchos y enriquecerán a los pocos de siempre– y, por ser la derecha ambigua y la ultraderecha negacionista en materia de emergencia climática en contra de las evidencias científicas, las políticas verdes mortalmente recortadas que nos arrojarán a las fauces del abismo climático. Y así, el veto a fabricar motores de combustión a partir de 2030 irá a la UCI mientras las medidas medioambientales del campo, para hacer frente a la emergencia climática y proteger los recursos naturales y la biodiversidad, decaerán.
Ahora trujamanes y mercaderes se frotan de nuevo las manos negociando la resurrección de la energía nuclear, de residuos letales durante milenios y muchísimo más cara –según el banco de inversiones Lazard, 167 dólares por MWh, frente a los 60 del ciclo combinado de gas, los 38 de la eólica y los 36 de la solar fotovoltaica–.

martes, 4 de junio de 2024

Feijóo en campaña, todo un "crack"

 

Feijóo revienta otra campaña más del PP
Feijóo revienta otra campaña más del PP

¿Por qué Feijóo demanda a los inmigrantes «un compromiso de adhesión y respeto a los valores fundacionales de Europa» y no se lo exige a Vox, su actual socio de gobierno en las autonomías y futuro de España si algún día sumaran entre los dos?
¿Por qué ahora está dispuesto a pactar con Puigdemont una moción de censura?
¿Por qué vuelve a pasear la amnistía si en las elecciones catalanas ni la mencionó?
Lo mejor es dejar hablar a Feijóo, se retrata él solo.

miércoles, 22 de mayo de 2024

Feijóo revienta la campaña europea del PP

 

Feijóo, un bluf, sigue mostrando sus carencias
Feijóo, un bluf, sigue mostrando sus carencias

El PP tenía pensado basar su campaña para las elecciones al parlamento europeo en que «Illa, siguiendo instrucciones de Sánchez, entregará la Generalitat a Puigdemont para que Sánchez siga en La Moncloa»; pero en una entrevista a Feijóo se le escapó, con gran desconcierto de sus “brillantes” estrategas, que «el PSC tiene un compromiso para intentar mantener la gobernabilidad de Pedro Sánchez y pasa por darle el Gobierno o el cogobierno o la alianza de Gobierno a ERC», y nada de Puigdemont.
A pesar de esto, parece que Dolors Monserrat, cabeza de lista del PP a Europa, no se da por enterada y sigue manteniendo la ficción política como principal argumento de su campaña con la esperanza de robar votos. Porque ella sabe que la ilusión de la verdad –aquella que logra que las personas crean más en la información constantemente reiterada que en la información veraz menos conocida–, a veces logra que una mentira mil veces repetida se convierta en verdad.

domingo, 12 de mayo de 2024

El fascismo en auge

 

Terrorífica imagen de la noche milanesa
Terrorífica imagen de la noche milanesa

Producen pavor las imágenes que nos llegan de una concentración de varios centenares de fascistas perpetrando el saludo nazi de «Sieg Heil» perfectamente sincronizados, con antorchas encendidas en una tenebrosa noche en Milán (Italia). De no ser por estar filmadas en color, podríamos pensar que eran películas de archivo de los años 20 y 30 del siglo XX.
De lleno en el XXI, resulta dramático que, por su amplia difusión en las redes, esta ideología, que cosifica y deshumaniza a quienes no son de los suyos y quiere asaltar el poder por cualquier medio, esté de moda entre adolescentes y jóvenes al divulgarse irreflexivamente en Instagram, Tik Tok y grupos de WhatsApp y Telegram.
En España, padres y profesores han detectado un notable aumento de actitudes xenófobas y antifeministas entre los jóvenes donde la normalización del discurso de Vox blanqueado por el PP, consigue que los posicionamientos fascistas se sientan amparados.

domingo, 10 de marzo de 2024

Horarios europeos

Ya está bien de mantener este ridículo horario
Ya está bien de mantener este ridículo y desfasado horario

Tal vez solo con anular el cambio de hora franquista –fue el dictador quien, en 1940 y para igualarse a los territorios ocupados por la Alemania nazi, adelantó 60 minutos el huso horario–, tendríamos hábitos más similares a los europeos.
En la España continental y dada nuestra longitud en el mapa, lo racional sería emplear el huso horario de Greenwich y no el de Europa Central –¿o no es ridículo tener idéntica hora que, por ejemplo, Macedonia, más de 2.100 km al este en línea recta?–, e igualarnos con Reino Unido, Portugal o nuestras bellas islas Canarias.
Y, si me apuran, mantenernos para siempre en el horario invierno para no cambiar más; así nuestro ritmo circadiano —que dirige nuestra cadencia de sueño y vigilia— estará afinado con el ciclo solar, sin soportar cada seis meses un trastorno añadido que afecta a niños, personas mayores y enfermos. Es el momento de abordar, con rigor y madurez, el sentido del huso horario que mantenemos y sus cambios estacionales.