lunes, 31 de agosto de 2020

A Berta

 

Mi fiel compañera Berta
Mi fiel compañera Berta
Te fuiste, fiel compañera. Te fuiste, como siempre, siendo buena.
No olvidaré el último día: correteando, jugando y moviendo tu rabito a cuantos perros veías. Un día feliz.
Es dura la despedida. Echaré de menos tu locura, tu ladrar de alegría al escucharme llegar, tu morderme de cariño en brazos manos, tus saltos... Los largos paseos, sin ti, no serán lo mismo. Te decía cosas, me mirabas… te quería.
Aunque ya no estés, te llevaremos siempre, junto a Thor, los hámsteres, Tilt, Cuscús, Libertad, Pipa, Lola, y Gordon, en nuestros corazones.
Sé que no nos quieres tristes, porque tú eras una perrita alegre. Nos has hecho felices. Gracias por darnos tu amor sin esperar nada a cambio. Este mundo sin ti, no será el mismo. Descansa en paz, leal amiga y que la tierra te sea leve.

Hartazgo: no aplaudiré


La hipocresía de algunos que aplaudirán, me hastía
La hipocresía de algunos que aplaudirán, me hastía

En la segunda ola, no.
Me indigna la hipocresía y la irresponsabilidad individual. Aplaudí desde el primer día al último, cuando en mi calle quedábamos solo 3 o 4. He cumplido con las normas de higiene, distanciamiento, uso de mascarilla y reunión, y de momento, estoy bien.
Estoy harto de los muchísimos egoístas insolidarios que, al no usar mascarilla, llevarla mal puesta, no utilizar gel o fumar en las calles, expanden la pandemia. Volverán a aplaudir.
Estoy quemado con la pasividad policial, que debería velar por el cumplimiento de las normas. En demasiadas ocasiones los he visto dentro del coche sin mascarilla y jamás multando a ninguno de los negligentes egoístas que a diario veo. Volverán a aplaudir.
Lamentándolo, pese a entender el enorme esfuerzo de sanitarios y personal hospitalario, no aplaudiré. Comprendo su estrés e intuyo su enorme decepción; pero sé, que a pesar de su extenuación, cumplirán con su deber. Mi máximo agradecimiento, admiración y apoyo en su menospreciada labor.

sábado, 29 de agosto de 2020

Madrid, autonomías y pandemia

El virus hace mella en las autonomías que se quejaban del estado de alarma 
Agota oír a Ayuso atacar al Gobierno mientras elude sus responsabilidades, a pesar de tener competencias plenas en materias de sanidad y educación, sin asumir el más mínimo error.
En junio exigía, con otras comunidades, el fin del estado de alarma que las mantenía «amordazadas y rehenes». La devolución de competencias les haría gestionar mucho mejor la crisis, decían. Aquel mes, y con mucha soberbia, Madrid y País Vasco se desmarcaron de un acuerdo de vuelta al cole.
Ahora Ayuso, desorientada como está y sin haber hecho mucho (escasez de rastreadores, de profesionales, de medios), exhorta a lo contrario para lavarse las manos, obviando que debería haber reforzado sanidad y educación. El PP, siempre instalado en la política del qué dices que me opongo, bronquea al Gobierno por hacer una cosa y la contraria, por el estado de alarma o por no declararlo. Incluso anuncia un etéreo plan B, antes de conocer el A. El circo del pim, pam, pum de siempre cuando oposita. ¿Es eso responsabilidad?
La realidad es que, debido al modelo privatizador y la pésima gestión de los sucesivos gobiernos del PP, en Madrid sanidad y educación están en coma.

miércoles, 26 de agosto de 2020

¿Qué pasa?, ¿no son personas?

Según parece, los niños no son personas o lo son de otra calidad
Es chocante que las comunidades autónomas pongan límite a las reuniones, restringiéndolas a un máximo de 10 e incluso 6 “personas”, mientras tasan la vuelta al colegio en agrupar en un aula a 20 o 32 alumnos que, en muchas ocasiones y por su naturaleza alegre y algo alocada, no entienden de distanciamiento social.
¿Acaso los niños no son personas o es que tienen menor peligro para contraer la enfermedad y después contagiarla?

 

martes, 25 de agosto de 2020

Enseñanza y vuelta al cole

 

El negocio de la educación privada a costa de la pública

A mediados de los 80, muchas localidades carecían de plazas libres en escuelas públicas. El Estado, para cubrir la enseñanza obligatoria que no podía asumir, reguló y racionalizó las subvenciones económicas que, desde tiempos de la dictadura y sin control, recibían los colegios privados, en su mayoría propiedad de la iglesia católica. Hoy en día, covid-19 aparte, tras la construcción de numerosas escuelas estatales, no existe dicha necesidad.
Por eso no es cierto que el Gobierno esté tratando de ahogar la enseñanza concertada, es que la concertada, además de un negocio privado que resta fondos públicos, ya no tiene sentido. Asimismo, mientras la escuela pública transmite el modelo de país que persigue el Estado, la concertada promulga ideales religiosos o de otro tipo que, aunque legítimos, no deben subsidiarse.
Así, si los más de 6.000 millones anuales que cuesta la enseñanza concertada, en lugar de ir a bolsillos privados, se destinaran a la pública, tendríamos una escuela de mayor calidad. Y, en tiempos de pandemia, daría para contratar decenas de miles de profesores y bedeles y comprar centenares de millares de pupitres individuales que podrían llenar edificios públicos (polideportivos, teatros) que los municipios brindaran para convertirlos en aulas temporales donde dar clases presenciales con pocos alumnos para mantener la requerida distancia social mientras persista la maldita plaga.

domingo, 23 de agosto de 2020

¿Es justicia la justicia a medias?

Quiero referir lo obvio: cuando se defrauda a la hacienda pública, se roba a los españoles.
Los padres de la Constitución al redactar el artículo 56.3, que trata de la inviolabilidad del rey, lo hicieron pensando en el normal desempeño de sus funciones. Ninguno imaginó, ni por asomo, que si el rey decidía asesinar a un súbdito o desvalijar un banco, quedase libre de culpa. A esto se le llama “espíritu de la ley”. Deducir otra cosa, es subjetivo. Es más, Juan Carlos I en el ejercicio de su cargo, afirmó que «la ley es igual para todos».
Si la ley es igual para todos, sin distinciones debería, si hubiere presunción de delito, poder investigar y enjuiciar lo acaecido en cualquier momento. Porque si solo puede hacerlo a partir de la abdicación, la justicia no es total, ni integral, sino parcial por ser excepcional. Y, si una justicia está atrofiada, al estar mutilada, no es nada, ya que la justicia es, o no es, pero no puede ser a medias, es decir, a partir de 2014. Eso se llama impunidad.

 

jueves, 20 de agosto de 2020

¿Giro al centro? No, retorno a la derecha

 

Estaba cantado que, tras el triunfo de Feijóo en Galicia y su fracasado envite en el País Vasco, Casado estaría sujeto a presiones internas que le obligarían a entregar un cabeza de turco para aplacar críticas. Así, ha caído Cayetana, otra apuesta personal en su indeciso itinerario.
Desde que Casado tomó las riendas del Partido Popular, la formación no ha hecho más que dar infinitos bandazos de ida y vuelta, desde la derecha más casposa a la más canónica.
Con el previsto cese y los nuevos nombramientos, un debilitado Casado exhibe sin quererlo las vergüenzas de su propia debacle. Sin embargo, para algunos analistas inicia un giro al centro. Y yo les digo que será otro viraje fingido más de los incontables que, en 40 años, desde tiempos de la Alianza Popular de Manuel Fraga, pasando por los de Aznar y Rajoy, lleva el PP sin alcanzar esa tierra prometida. Y no por nada; sencillamente porque no le da la gana. El PP es de derechas y lo seguirá siendo. Así que no nos traten de vender la moto.

lunes, 17 de agosto de 2020

¿Negacionistas o pendencieros?

 

La concentración de negacionistas del domingo en la Plaza de Colón de Madrid, en su mayoría estuvo fromada por los mismos reaccionarios que en su día estigmatizaron el 8-M por, según ellos, extender la pandemia que ahora niegan.

domingo, 16 de agosto de 2020

¿Otra vez Podemos?

 

Me han contado, que han oído, que alguien ha dicho, que se comenta, que alguno escuchó a otro cotillear cosas muy graves de Podemos…
En fin… A eso se le llama rumorología que, contraria a la solidez de pruebas, y debido a que parte de la ciudadanía sentencia un juicio equivocado que se queda en la superficie, hace muchísimo daño –recuerden el caso Rosell–. Ya ha ocurrido en demasiadas ocasiones para ser casualidad.
Pretender equiparar la hedionda caja B del PP, juzgada y condenada en la Audiencia Nacional, que se engorda con mordidas a cargo del dinero de adjudicaciones públicas que pagamos todos, con una caja de solidaridad que se nutre de las aportaciones de los cargos de la propia formación, es tan antagónico como comparar el latrocinio con la decencia.
Desde su nacimiento, por su afán renovador y de justicia social, Podemos ha sido sometido al escrutinio y confabulación de numerosas causas, montajes policiales incluidos, que han quedado en nada. Y como ahora está en el Gobierno, quieren tumbarlo como sea. ¿Será fruto del pavor de las élites acomodadas que andan desesperadas? ¿Será otra falsedad más? Veremos.
Aunque hay sobrados motivos para no creerse nada de la denuncia, ya que su financiación ha sido examinada con lupa en múltiples ocasiones, Podemos debería explicarse nítidamente para aportar transparencia que silencie a los que malmeten.

miércoles, 12 de agosto de 2020

Imprevisión

 

Ayuso, que llegó tarde en la obligatoriedad del uso de mascarillas y al no vigilar su cumplimiento la gente hace lo que quiere, lleva meses faltando a su compromiso de contratar rastreadores. Ahora, careciendo de toda ética, manipula informes del Boletín Epidemiológico de la Comunidad de Madrid, para erigir su mentira contra Fernando Simón. En estos momentos, con el preocupante y rampante número de contagios, y con el agua al cuello, intenta sumar voluntarios para que le hagan el rastreo de balde. Con la excusa de que ya no tiene tiempo para formar rastreadores, cuando en mayo ignoró un listado de 1.800 profesionales ofrecido por el Colegio de Médicos, da un paso más en su itinerario privatizador y contrata a una empresa que preste ese servicio. Para lo público no hay dinero; para lo privado, sí. Aún con ellos, estará lejos del estándar marcado para estos casos.
A pesar de esta grave negligencia, no descartemos que Casado vuelva a citar a Ayuso como modelo en la gestión de la crisis.

martes, 11 de agosto de 2020

El cambio de hora

2020 está siendo un año aciago, de mucho dolor y ruido; pero poco a poco se acerca a su fin. Mientras, 2021, fecha clave para eliminar el cambio horario, se prepara. No falta tanto y me pregunto si las aerolíneas, que en 2018 lo paralizaron, han trabajado en ello. Con la cancelación de vuelos por la covid-19, tiempo habrán tenido.España continental, por su longitud en el mapa, debería emplear el huso horario de Greenwich y no el de Europa Central, e igualarse con Reino Unido, Portugal o nuestras bellas islas Canarias. Lo natural sería parar el reloj con una hora de adelanto con el sol, como en invierno, y no dos. Sin más cambios, nuestro ritmo circadiano —que dirige nuestra cadencia de sueño y vigilia— estará afinado con el ciclo solar, sin soportar cada seis meses un trastorno añadido que afecta a niños, ancianos y enfermos. Para que no sea otro compromiso incumplido es el momento de abordar, con rigor y madurez, el sentido del huso horario que mantenemos y sus cambios estacionales.

viernes, 7 de agosto de 2020

Transparencia

La monarquía, por méritos propios, ha llegado a un punto crítico. Evidentemente ha sido el que aún es rey emérito, Juan Carlos I quien, con su proceder, amparado del silencio cómplice de unos medios que olvidaron el deber de cuestionar el poder con honestidad y rigor, la ha puesto en un brete. Hace lustros que se escuchan rumores, que de haberse rastreado periodísticamente, en lugar de cubrirlos con paladas de censura hipócrita, la institución no se hubiera creído impune y no soportaríamos tan bochornoso espectáculo.
Cualquier institución pública debe tener los bolsillos de cristal. La transparencia debe regir sus principios. Por eso no comprendo la insistencia de persistir en el mismo error que la ha hecho entrar en crisis: la opacidad. ¿Cómo, pretendiendo regenerarse y distanciarse de su predecesor, y sosteniendo que enarbola la bandera de la transparencia, cae en idéntico proceder y continúa con el encubrimiento institucionalizado, ejemplificado en que todos los españoles nos preguntemos dónde se esconde el emérito?
Somos una sociedad democrática adulta, que no debe ser tutelada ocultándole problemas sino siendo oportunamente informada. Si la monarquía quiere tener futuro, debe ser transparente y ejemplar. Cualquier desliz que se salga de esos parámetros, puede situarla al borde del abismo.

miércoles, 5 de agosto de 2020

En el ámbito privado

La inviolabilidad no cubre presuntos delitos
La inviolabilidad no cubre presuntos delitos
Sin entrar en su salida de España, y aunque a mí, al ser un ciudadano normal en mi ámbito privado nadie me regala 65 millones de euros, demos por bueno que los presuntos delitos de blanqueo de capitales y contra la hacienda pública, que investiga la Fiscalía, se han producido en el ámbito de su “vida privada”, tal y como el mismo emérito y su cegado corifeo mediático/político publicitan.
Cuando el Gobierno refrenda los actos del rey, lo convierten en inviolable por ser irresponsable; pero ningún Gobierno ha refrendado los presuntos delitos al ser ajenos al desempeño de las funciones inherentes a su cargo. Es decir, la inviolabilidad no ampara los desmanes al margen de su empleo institucional.
Según sostiene, se va para “prestar el mejor servicio a los españoles” sin explicarse ante ellos y, haciéndose trampas al solitario, aduce que se marcha por su “afán de servicio”.
Si la monarquía, en horas bajas, desestabiliza el país, no busquen culpables. Ha sido su presunto e indecoroso proceder.

domingo, 2 de agosto de 2020

El incomprendido Casado

Pablo Casado está preocupado porque se empieza a difuminar del panorama político
Pablo Casado está preocupado porque se empieza a difuminar del panorama político
En un país heredero de la dictadura militar, y con la prensa de papel en su mayoría de tinte conservador, un capitidisminuido Pablo Casado, desdibujado por la moción de censura de Vox, carga amargamente contra los medios de comunicación «por favorecer al Gobierno» y que, claro, «así no hay forma de hacer política». El mismo que en poco más de un minuto fue capaz de hilar 21 descalificaciones contra el Presidente, desde traidor, a incapaz, ilegítimo, mentiroso compulsivo, incompetente, mediocre u okupa, lamenta no entender que se le acuse de crispar. A renglón seguido ejemplificó lo que para él son descomunales mentiras de los medios: la “manipulada denuncia” de que el PP recortó en Sanidad o la “falsedad” sobre las exigencias de mayor dureza contra España que su partido recomendó en la cumbre de la UE…
¿Será este un pataleo inoportuno que señala al periodismo porque las encuestas lo alejan de Moncloa, o por nerviosismo ante la moción de Vox?
¡Pobre Casado! Es un incomprendido.