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miércoles, 18 de junio de 2025

La colosal decepción

 

A pesar de los corruptos no podemos olvidar lo que significa ser de izquierdas
A pesar de los corruptos no podemos olvidar lo que significa ser de izquierdas

Suena el teléfono. Es mi amigo Rafa, de izquierdas de toda la vida, como yo:
–Miguel... Estoy hundido. Llevo días dándole vueltas. No sé si voy a votar. Si lo hiciera, ni siquiera sé a quién. Me siento estafado. La izquierda... lo que pensábamos que era la izquierda... me parece ahora una farsa. Farfolla. Me da hasta vergüenza.
–No digas eso, Rafa. No podemos rendirnos. Entiendo el desencanto. Todos estamos hartos de ver cómo se mancha lo que es limpio. Pero si tú, que has creído siempre en un mundo más justo, más libre, tiras la toalla... ¿entonces qué nos queda? Justo por eso hay que votar.
–¿Y qué sentido tiene seguir defendiendo algo que parece roto? Se supone que la izquierda es ética, diferente, pero ahora... corrupción, luchas internas, postureo... ¿Qué queda de todo aquello?
–Queda lo esencial. Queda la convicción de que este país, cuando avanza en derechos sociales, cuando hay más libertades, más justicia, es porque ha sido la izquierda quien lo ha impulsado. La derecha jamás. La derecha solo gestiona privilegios para ricos y, cuando tiene poder, lo usa para recortar derechos y libertades, para criminalizar, para retroceder. ¿Quieres que te recorten la pensión o que bajen el salario mínimo?...
–No; pero es que hay cosas que también duelen desde dentro. No todo lo puede justificar el “mal menor”.
–Y no hay que justificarlo todo. Al contrario, hay que exigir más. Pero desde dentro, desde la acción. No desde la abstención. No podemos permitir que el ruido de la “fachosfera” —política, judicial, mediática— nos nuble el juicio. Toda esa bulla está hecha para desmotivarnos. Para que la gente como tú diga: “no merece la pena”.
–Es que lo que está pasando es muy grave...
–Gravísimo. Y precisamente por eso hay que meter en la cárcel a los corruptos y que lo paguen. Pero no podemos olvidar que la derecha ha hecho cosas muchísimo peores: saqueo de las arcas públicas, redes para destruir pruebas que les incriminaban, elaborar informes falsos para hundir a rivales políticos... y los ha protegido. Eso sí que es una auténtica mafia. Pero ellos no dudan en votarse. Nosotros, en cambio, nos autoflagelamos. Nos derrotamos solos.
–¿Y no es honesto dudar?
–Claro que sí. Y valiente. Pero no podemos dejar que la duda nos paralice. Tú creías en un mundo más justo, y esa idea sigue viva. Está herida por los miserables, sí, pero no muerta. No votes por unas siglas. Vota por esa idea. Porque si tú y yo renunciamos a ella, entonces sí que habrán ganado los que persiguen la desafección.
–No sé… igual tienes razón. Necesitaba hablar de esto con alguien.
–No te rindas, Rafa. No ahora.

domingo, 15 de junio de 2025

Feijóo: Ríndase a la democracia, no a la mentira

 

Feijóo no abandona el guion ultraderechista
Feijóo no abandona el guion ultraderechista
España votó. Y votó plural. Votó por la convivencia, por la diversidad ideológica, por una democracia que, aunque imperfecta, sigue siendo el único sistema que garantiza libertades, derechos y justicia social. Quien aún no lo ha entendido, o se niega a aceptarlo, es el PP. Parafraseando a su propio líder: quien debe «rendirse a la democracia» es el PP. Porque rendirse a la democracia no es claudicar, es aceptar que no se puede deslegitimar a diario lo que emana de las urnas solo porque no te favorece.
El PP ha convertido la crítica política legítima en corrosión constante de las instituciones. No aceptan al Gobierno porque no lo lideran. Llaman ilegítimo a lo que es legal. Hablan de libertad, pero pactan con quienes recortan derechos. Alimentan el odio territorial para ocultar su falta de proyecto de país. No hacen oposición, siembran odio, desafección, ruido y desconfianza en la democracia misma. Son el «verdadero peligro para la democracia».
Y también es alarmante el papel de Ayuso, presidenta madrileña, que ha decidido importar las peores tácticas del “trumpismo”. Lo que pretende con su nueva normativa es reprimir la disidencia, amordazar a los jóvenes y convertir las universidades en espacios controlados por el miedo. Multas de hasta 100.000 euros por protestar sin permiso, de hasta 15.000 por una pancarta, y hasta un millón de euros en casos extremos. Es un delirio autoritario impropio de una democracia europea. ¿Qué será lo siguiente, perseguir el pensamiento crítico como si fuera un delito?
Y Vox, con su agenda reaccionaria, no solo no desentona en este escenario, sino que lo lidera. Negacionismo climático, censura cultural, ataques a colectivos vulnerables, y un desprecio total por la memoria democrática. Y el PP, lejos de frenarlo, lo respalda y le abre la puerta del poder en ayuntamientos y comunidades. ¿A cambio de qué? ¿De una alcaldía? ¿De un presupuesto? ¿De una falsa apariencia de estabilidad?
La democracia no es solo votar. Es sobre todo respeto al resultado. Es garantizar la libertad de expresión, incluso cuando molesta. Es permitir la protesta, incluso cuando incomoda. Es entender que el poder no da derecho a imponer el silencio, sino la responsabilidad de proteger el diálogo.
A la derecha, que cada día intenta socavar la democracia desde las instituciones que deberían defenderla, hay que decirle claro: ríndanse a la democracia. Acepten las reglas del juego o admitan de una vez que lo que quieren es romper el tablero.
La ciudadanía les observa. La historia también.

lunes, 26 de mayo de 2025

PP: Recortes, negligencia y privatizaciones

 

Lo del PP es para hacérselo mirar
Lo del PP es para hacérselo mirar

Una vez más, y ya son muchas, nos enfrentamos a una situación límite donde las administraciones del Partido Popular, en lugar de asumir responsabilidades, optan por el viejo recurso de echar balones fuera. Lo vimos con la gestión de la crisis de 2008 y su década de políticas neoliberales que acentuaron los efectos sociales de la crisis. Lo vimos con la gestión de las residencias de mayores durante la trágica pandemia. Lo hemos visto con la DANA, con la precariedad creciente en la sanidad y la educación públicas, y ahora lo volvemos a ver con personas que duermen en el suelo del aeropuerto de Barajas por no tener un hogar. ¿Qué tienen en común todos estos fracasos de gestión? La firma del PP.
Es insultante que quienes ostentan el poder autonómico —y, en muchos casos, también el municipal— se presenten como meras víctimas de un Gobierno central al que acusan de inacción. Las competencias en sanidad, educación, servicios sociales y emergencia climática son, por ley, responsabilidad de las comunidades autónomas y ayuntamientos. Y, sin embargo, una y otra vez, el PP utiliza el altavoz mediático para desviar la atención de su absoluta incompetencia desinformando a la sociedad.
En educación, los recortes acumulados han dejado aulas masificadas, centros públicos deteriorados y una brecha digital que margina aún más a los que menos tienen. En sanidad, el desmantelamiento progresivo de la atención primaria y las listas de espera interminables son el resultado directo de una estrategia política que favorece el negocio privado antes que lo público. ¿Y ante las críticas? Victimismo y propaganda.
Lo más grave no es solo la mala gestión. Es la absoluta falta de autocrítica y empatía, y el uso sistemático del engaño como herramienta política. No es casualidad: es su ideología. Una que prioriza los intereses económicos de unos pocos frente a los derechos de la mayoría. Y ahora, estos mismos gestores que han fallado en lo más esencial —cuidar de su gente— pretenden dar el salto al Gobierno de la nación. Sin olvidar que, por si fuera poco, siempre desprecian a las víctimas. Para hacérselo mirar.
La ciudadanía merece gobernantes responsables, no trileros políticos. Basta ya de mentiras. Basta ya de usar la administración como plataforma de marketing ideológico. La realidad no se puede maquillar con ruedas de prensa ni con titulares afines. Hay personas sufriendo, servicios colapsando, derechos en retroceso. Y detrás de todo eso, siempre está el PP.

viernes, 23 de mayo de 2025

Los “muy patriotas”

 

Los "muy patriotas" usan pulseras con banderitas de paraísos fiscales
Los "muy patriotas" usan pulseras con banderitas de paraísos fiscales

Hay una constante inquietante en la trayectoria del Partido Popular: su deslealtad sistemática con España cada vez que no gobierna. España solo importa si ellos mandan. Para el PP, el amor a la patria es selectivo, oportunista y profundamente hipócrita. Mientras se envuelven en banderas y proclaman a los cuatro vientos su supuesta defensa de los intereses nacionales, sus actos desmienten con crudeza esa fachada patriótica. Lo que de verdad defienden —con uñas, dientes y contactos en Bruselas— son los intereses de las grandes empresas, incluso aunque sean extranjeras y su beneficio implique un coste descomunal para los ciudadanos españoles.
El último ejemplo escandaloso lo encontramos en el apoyo del PP a la empresa minera australiana Berkeley, que reclama nada menos que 921 millones de euros al Estado español por no permitirle abrir una mina de uranio en Salamanca. ¿Y quiénes están detrás de esa maniobra de presión contra nuestro país? Nada menos que destacados ex altos cargos del PP, como Jaime García-Legaz y Manuel Lamela, convertidos ahora en lobistas del uranio radiactivo. ¿Dónde queda el interés general? ¿Dónde está el patriotismo?
El PP, que se rasga las vestiduras por cualquier decisión del Gobierno de coalición, se dedica a apoyar una empresa extranjera que pretende sangrar al Estado tras ver frustradas sus ambiciones extractivas gracias a una decisión técnica del Consejo de Seguridad Nuclear. ¿Quién defiende aquí a España?
Pero el escándalo no se queda en lo económico. Es político y moral. El PP ha convertido en costumbre la deslegitimación constante del Gobierno elegido democráticamente. Allá donde va —sea en el Congreso, en Bruselas o en foros internacionales—, no pierde oportunidad de presentar a España como un país hundido, sin ley, al borde del colapso. Porque para el PP, cuando ellos no gobiernan, España se convierte automáticamente en una nación fallida.
No tienen reparos en cuestionar la democracia, los tribunales o las instituciones si eso debilita al Ejecutivo de turno. Y al mismo tiempo, claman por la unidad y el amor a España. Su patriotismo se ejerce a costa del propio país, siempre que eso los acerque un poco más al poder.
El PP no tiene un problema con el Gobierno. Lo tiene con la democracia cuando no les da la razón. Y lo tiene con España cuando no les pertenece. Lo han demostrado una y otra vez, y lo vuelven a hacer ahora, poniendo los intereses de una multinacional minera australiana por encima del interés general de los españoles.
Hablan de España, pero solo les interesa el reparto. Hablan de patriotismo, pero solo practican el partidismo. Si algo ha quedado claro con el caso de la mina de uranio, es que, para el PP, “España” es solo una excusa cuando está en la oposición, y un botín cuando está en el poder.

miércoles, 21 de mayo de 2025

Manifestaciones del odio

 

Ultraderecha (PP) y derecha extrema (Vox): unidos por el odio
Ultraderecha (PP) y derecha extrema (Vox): unidos por el odio

Desde que Pedro Sánchez asumió la presidencia en 2018, la ultraderecha y la derecha extrema iniciaron una ofensiva sistemática contra el Gobierno legítimamente elegido. El Partido Popular y Vox, aliados en lo ideológico y en lo estratégico, han rechazado de plano los resultados democráticos, etiquetando al Ejecutivo como “ilegítimo”, “okupa” y deshumanizando a su presidente con discursos cargados de odio. Este rechazo constante al resultado de las urnas y alianzas no es oposición política: es un vil ataque directo al corazón de la democracia.
En lugar de dialogar o proponer y construir alternativas, ambos partidos hermanados han encontrado en el odio y la antipolítica visceral un cemento eficaz para movilizar a sus bases. Y, bajo esta premisa, han convocado manifestaciones para sembrar crispación ciudadana y desgaste institucional. La connivencia entre una ultraderecha que se dice “moderada” y una derecha extrema que niega consensos básicos, resulta no solo antidemocrática, sino profundamente perjudicial para la paz social.
Cuando se normaliza el discurso del odio, se deslegitima el diálogo y se degrada la convivencia. Y eso es tan sumamente peligroso que, en democracia, jamás puede ser el camino.

miércoles, 7 de mayo de 2025

El PP: la mentira como estrategia

El PP abonado al catastrofismo y la mentira
El PP abonado al catastrofismo y la mentira

 El PP, con rostro pétreo, acusa al Gobierno de mentir. ¿Cómo pueden ser tan descarados? ¿Cómo pueden hablar de “mentira” quienes han hecho del engaño y la manipulación su forma habitual de hacer política?
Ahora, con el apagón, vuelven a su estrategia preferida: sin esperar informes técnicos, sin atender a los datos ni a los expertos que insisten en que aún es prematuro aventurar causas, se lanzan a acusar al Gobierno de ocultar la verdad. El problema no es la crítica —legítima y necesaria en democracia—, sino la absoluta falta de rigor, de responsabilidad y de respeto por los hechos y utilizar el dolor o la confusión para alimentar su relato tóxico y partidista. No importa lo que ocurra; su respuesta es automática: atacar, embarrar y desinformar.
Este patrón no es nuevo. La historia reciente está plagada de episodios donde el PP mintió de forma descarada y dolosa. El 11-M y su burda insistencia en culpar a ETA por interés electoral. El escándalo del Yak-42, con su infame identificación de cadáveres, ocultación pruebas y premios a los responsables. La catástrofe del Prestige, con sus "hilillos de plastilina" mientras el mar se pintaba de negro. El accidente del Metro de Valencia, con la desaparición de pruebas clave. El Madrid Arena, donde se justificó lo injustificable. Los miles de muertos en residencias durante la pandemia, con declaraciones crueles como que “se iban a morir igual” cuando, si acaso en un hospital morirían atendidas. Y, más recientemente, la indolente gestión de la DANA, con excusas absurdas y la manipulación de la realidad para tapar su grave negligencia. ¿Y la corrupción? La Gürtel no era un caso aislado, es un modelo de partido: una red de corrupción saqueaba lo público, mientras decían que todo era “una conspiración contra el PP”.
La mentira no es un error ocasional en su discurso: es su herramienta política central, su mecanismo de supervivencia. No dimiten, no piden perdón, no rectifican, no asumen jamás responsabilidad alguna. Mienten, señalan, manipulan y siembran dudas para embarrar el debate. Lo más alarmante es que buena parte de la ciudadanía, víctima de ese constante bombardeo de desinformación, les sigue otorgando su confianza en las urnas. ¿Cómo no nos va a ir como nos va?
Basta ya de permitir que quienes hicieron de la mentira y la corrupción su bandera pretendan ahora darnos lecciones de transparencia y decencia. Ya no es solo cinismo: es una estrategia calculada que degrada la democracia, banaliza la verdad y burla la inteligencia de la ciudadanía. Si de verdad queremos dignificar la política, lo primero es no blanquear a quienes sistemáticamente la ensucian.

miércoles, 30 de abril de 2025

Hipocresía y cinismo: el doble rasero de Feijóo

 

Feijóo tiene más cara que espalda
Feijóo tiene más cara que espalda

Es sencillamente insultante que Alberto Núñez Feijóo se atreva a hablar de transparencia y a exigir responsabilidades al Gobierno de España por el reciente apagón, cuando él mismo practica un silencio cómplice ante la opacidad de Carlos Mazón. ¿Dónde queda su supuesta defensa de la verdad y la rendición de cuentas cuando se trata de uno de los suyos?
Y mientras el Ejecutivo comparece públicamente de forma reiterada para informar y dar explicaciones a la ciudadanía, en forma convincente y seria asegurando que todo se sabrá, Feijóo guarda un silencio miserable y cobarde ante las incógnitas que rodean al presidente de la Generalitat Valenciana. ¿Dónde estuvo Mazón el 29 de octubre? ¿Qué hizo? ¿Por qué no muestra la factura de El Ventorro y su listado de llamadas? ¿Qué es lo que pretende ocultar?
Feijóo exige transparencia a los demás, pero no se atreve a exigirla en su propia casa. Es el tipo de cinismo político que degrada la confianza pública y convierte la ética en una herramienta de conveniencia partidista. Y lo peor: lo hace con una arrogancia que insulta la inteligencia de los ciudadanos.
Si de verdad cree en la rendición de cuentas, que empiece por exigirle a Mazón, si se atreve, las explicaciones que tanto reclama al resto. De lo contrario, sus palabras no son más que ruido vacío y vergonzoso oportunismo.

lunes, 21 de abril de 2025

Si quiere impuestos justos vote con cabeza

 

Votar es un acto cívico que requiere una gran responsabilidad
Votar es un acto cívico que requiere una gran responsabilidad

Los impuestos no son un castigo: son la base de una sociedad más justa. Por eso el mantra populista de bajar impuestos que la derecha repite infatigablemente, es una trampa. Aunque reducir impuestos a las clases trabajadoras es más que deseable, solo debe hacerse cuando las grandes fortunas y corporaciones tributen de forma justa y efectiva como el común de los mortales. Según el informe Oxfam Intermón de 2023, publicado en el marco de la Asamblea General de las Naciones Unidas, con datos proporcionados por UBS, el 1% más rico de la población mundial posee más riqueza que el 95%.
Ante semejante obscenidad, cabe preguntarse: ¿por qué quienes más sufren la precariedad respaldan opciones políticas que encubren recortes al Estado de bienestar?
La respuesta está en el discurso, seductor pero engañoso, que los conservadores usan como bandera sobre la bajada de impuestos; pero omiten que los recortes afectan a servicios fundamentales como la sanidad, la educación o las pensiones con efectos devastadores para la mayoría. Por tanto, no debemos votar a quienes nos bajan unas migajas en impuestos, mientras perdonan ingentes cantidades a los más poderosos a base de recortar servicios. Tenemos que entender que con los impuestos se financian hospitales, colegios, pensiones, infraestructuras, programas de desempleo y políticas de igualdad. Y, sobre todo, debemos votar con conciencia a aquellos que defienden que los grandes poderes –empresas e individuos– que más tienen –y tienen más porque obtienen beneficios desproporcionados a través de prácticas abusivas, fijando precios muy por encima de lo ético por sus productos, de ahí las cifras milmillonarias–, contribuyan de manera justa y en mucha mayor medida a fortalecer el Estado de bienestar, tal y como establece el principio de progresividad fiscal recogido en el artículo 31 de nuestra Constitución.
Solo así construiremos una sociedad en la que los derechos no dependan del bolsillo, sino del compromiso colectivo con la justicia redistributiva.

domingo, 6 de abril de 2025

La Internacional Reaccionaria y Fascista

 

El PP, caído en la trampa de Vox, también ha entrado en la Internacional Reaccionaria y Fascista
El PP, caído en la trampa de Vox, también ha entrado en la Internacional Reaccionaria y Fascista

Marcados por el resurgimiento de movimientos fascistas y reaccionarios que se expanden por todo el mundo, vivimos tiempos cada vez más oscuros. Este abominable fenómeno no se da en un universo paralelo, sino que es una realidad tangible, que alimentan líderes con ansias imperialistas que responden a intereses financieros privados y ven la política no como un medio para mejorar la vida de las personas, sino como un negocio para enriquecer a unos pocos a costa del bienestar colectivo.
Esta Internacional Reaccionaria busca consolidar un nuevo orden donde las grandes corporaciones dominen el mundo y, en lugar de promover el bienestar social, su objetivo es someter a las sociedades a una estructura de poder extremadamente jerárquica, con un pequeño grupo de magnates tecnológicos erigidos como señores feudales modernos. Desde sus posiciones de poder, estos magnates pretenden gobernarnos mientras dictan nuestras vidas y decisiones a través de sus vastos imperios empresariales. Si lo logran, la promesa de progreso y prosperidad se desvanecerá, dejando a la mayoría de la población como simples siervos, dependientes de la protección y las migajas interesadas que nos arrojen unos pocos privilegiados.
Lo que está en juego es mucho más que una lucha económica; es una guerra por la propia democracia. Este auge del fascismo se alimenta de una profunda degeneración moral, que busca desmantelar las bases democráticas y reemplazarlas por un régimen de autocracia plebiscitaria, donde el poder ya no se base en la voluntad del pueblo, sino en una manipulación sistemática que aliene a las mayorías en favor de intereses elitistas.
El peligro de este movimiento no radica solo en su naturaleza autoritaria, sino en el daño irreversible que ya causa en el tejido social y político. Si permitimos que el fascismo siga ganando terreno, nos enfrentaremos a una regresión histórica, donde los avances en derechos humanos y democráticos se desmoronen, dejando un futuro sombrío de control absoluto y opresión.
Es crucial permanecer alertas para defender la libertad, la justicia y la igualdad ante la creciente amenaza de este nuevo totalitarismo.

miércoles, 26 de marzo de 2025

¡Con un par…!

 

Los cojones son la medida del PP para todo
Los cojones son la medida del PP para todo

Así de crecido, orgulloso y envalentonado está un Mazón que aconseja al presidente Sánchez que, «si tú no tienes lo que tienes que tener»… lo que continúa carece de importancia en esta genial frase de enorme calado filosófico y repleta de sabiduría ancestral.
Y no se equivoquen, no. No se trata del secreto de la felicidad, ni de esos pequeños detalles que hacen que la vida realmente merezca la pena, no, no. Se refiere a lo que todo hombre –y por extensión la humanidad– necesita: esos nobles y gloriosos atributos, ese par de pelotas que, según el sabio, machirulo y testosterónico autor de la frase, deben ser tan gordas, tan imponentes, tan… tan descomunales que no hay más razón
Porque, claro, ¿quién necesita un corazón lleno de bondad o una mente brillante, si no tienes lo que tienes que tener? ¿De qué sirve ser una persona decente, empática, que asume responsabilidades, si no posees ese par de cojones, esos dos inmensos baluartes de la virilidad, que parecen ser la medida exacta del valor de sus ideas en esta vida? ¡Ah! Qué importa si eres un genio en física cuántica o un poeta que conmueve a las masas... Si no tienes lo que tienes que tener, no eres nadie y lo demás no merece la pena.
Esta filosofía tan sincera, de tan vital importancia no hace más que subrayar los valores que realmente rigen el pensamiento del PP: ¡Con un par!

domingo, 16 de marzo de 2025

Partido Peculiar

 

El PP a la casa del votante "peculiar"
El PP a la casa del votante "peculiar"

El Partido Popular, en su infinita sabiduría, ha decidido emprender una nueva «política para adultos», consistente en calcar sin rubor el pueril modelo trumpista de “Gaza-Trump”, con la ayuda de inteligencia artificial para elaborar videos tan simplones y estúpidos que dan vergüenza ajena; pero eso sí, lo hacen con el noble propósito de atraer al «votante de Vox», y a un votante al que catalogan de «peculiar».
Es lógico lo de los votantes de Vox; al fin y al cabo, la derecha extrema es una versión 2.0 del PP. Pero lo de captar «peculiares»… Está claro que cualquiera te puede votar, no le vas a hacer ascos, pero ir a buscarlos a propósito, ¡eso sí que es un golpe de efecto genial!
A ver, es preocupante el uso infantil de la inteligencia artificial, sí, pero considerando lo que han demostrado hasta ahora, lo que realmente da miedo no es la IA, sino la inteligencia humana que habita en el PP.
¿Pretenderán refundarse bajo el nombre de Partido Peculiar? Eso sí que es un misterio aún por resolver.

domingo, 23 de febrero de 2025

La voladura del orden internacional

 

Donald Trump, un peligro que se ha convertido en el perrito faldero de Putin
Donald Trump, un peligro que se ha convertido en el perrito faldero de Putin

Hasta hace bien poco había un consenso mundial para respetar países y ser respetado, regular los intereses de los Estados soberanos y su independencia y garantizar, en mayor o menor medida, la paz mundial. Ese mundo de tratados y convenios internacionales, incluso la narración de la historia del mundo, con el arribo de la Internacional Reaccionaria y Fascista, se ha volatilizado. Algunos ejemplos: Ucrania es responsable de la invasión rusa y consecuente guerra y Zelenski –que no Putin– es un dictador; los migrantes son delincuentes, los imperialismos comparten un mismo ideal de anexiones y limpiezas étnicas; los funcionarios y empresas estadounidenses pueden sobornar a gobiernos y empresas extranjeros; la emergencia climática no existe y se puede contaminar sin medida; el libre comercio será un recuerdo del pasado; el derecho internacional y sus organismos carecen de legitimidad; se valida el uso de la fuerza para conquistar territorios; la toponimia de países y accidentes geográficos será la que más convenga; se cambiará el significado de conceptos establecidos como libertad o democracia; se reescribe la historia…
El orden internacional ha sido barrido con un escobazo. ¡Bienvenidos al inquietante desorden internacional!

miércoles, 19 de febrero de 2025

El gen necio VIII

 

Con los populismos fascitas, el gen necio va viento en popa a toda vela
Con los populismos fascitas, el gen necio va viento en popa a toda vela

El virus de la desinformación se propaga cual plaga sin escrúpulos, y así el gen necio se expande y multiplica por el mundo.

–¡Estoy harto! La casta política es ineficaz y corrupta. Las democracias no funcionan. Tenemos que votar al pueblo, porque solo el pueblo salva al pueblo.
–¿En serio? ¿Crees que si no existieran políticos dejaría de haber corrupción? Corrupción, siempre habrá y, sin oposición, aún más. La diferencia es cómo actúan unos y otros ante esta maldita lacra: unos expulsan al corrupto inmediatamente del partido y otros hacen piña y avientan que es una trama contra su partido. Tus argumentos no tienen ningún peso, solo actúas con emociones como la angustia, el miedo al diferente o el enfado, por eso votas con odio. Es cierto que a veces parece que la política es ineficaz, pero no lo es. Necesitamos un Estado fuerte y unos políticos que lo gestionen para que, ante pandemias, especulación capitalista, tragedias climáticas o naturales, actúe y ayude. Pero sobre todo que, con impuestos a las grandes fortunas, cierre la brecha social.
–¡Ya está bien de impuestos! Nosotros vamos contra las élites, por eso no votaremos a los partidos de siempre.
–Pero qué dices si a quien votáis es a los acaudalados de la derecha… a un millonario como Trump que pone a los hombres más ricos del mundo en su Gobierno para desmantelar lo poco que queda de Estado –sanidad, educación, pensiones, ayudas a los más necesitados, investigación…– para poder bajar impuestos a los ricos, al resto migajas, y que conforma una plutocracia oligárquica que solo se mueve por intereses financieros privados y que, además y sin sonrojo, utiliza dinero público para interés del negocio privado, como es construir centrales nucleares que alimenten la inteligencia artificial de sus amigos. ¿Contra las élites? ¡Ja! Y, además, la inmensa mayoría –incluyéndote a ti–, pagáis menos impuestos que lo que recibís del Estado en forma de servicios.
–¡Qué no, que no! Ya verás como si votas a los míos esto va a mejorar.

Lo dicho: el gen necio.

domingo, 16 de febrero de 2025

Oligarquías

 

Para los oligarcas las personas somos meros medios de producción
Para los oligarcas las personas somos meros medios de producción

En su mensaje de despedida de la Casa Blanca, Joe Biden sostuvo que «hoy se está formando en EEUU una oligarquía de extrema riqueza, poder e influencia que realmente amenaza toda nuestra democracia, nuestros derechos básicos y nuestra libertad». ¡A buenas horas, mangas verdes!
Que los ricos porcentualmente pagan menos impuestos que usted o que yo, es algo que ocurre desde el desembarco a la política real de las teorías neoliberales de Reagan y Thatcher. Jamás los milmillonarios han abonado menos impuestos que ahora, alrededor del 8%, cuando a mediados del siglo XX y durante 20 años, en EEUU y en muchos países de Europa, pagaban más del 90% para instaurar un Estado de bienestar vigoroso.
Para remediar el peligro de oligarcas y plutócratas es evidente que hay que acabar con los paraísos fiscales y hacer que estos potentados vuelvan a abonar más del 90% en impuestos –no sufran, seguirán siendo milmillonarios– para restituir a la sociedad la riqueza robada –sí, robada, porque han cobrado por sus productos muchísimo más de lo ético, de ahí sus inconmensurables fortunas inmorales– y construyamos con ellos Estados robustos, con servicios públicos y viviendas sociales excelentes, que además respondan contundente y rápidamente a tragedias. Y, cuando toda la población viva dignamente, los oligarcas perderán el poder que amenaza democracia y derechos básicos.

miércoles, 12 de febrero de 2025

La nueva Solución Final

 

Son fascistas orgullosos de serlo
Son fascistas orgullosos de serlo

Con personajes tan desalmados como Donald Trump y los de la Internacional Reaccionaria y Fascista, carentes del mínimo rasgo de empatía, regresan el supremacismo y el racismo que dan lugar a algo parecidísimo –adaptado a los tiempos– a la execrable “Solución Final” de la Alemania nazi contra muchos colectivos que resultan deshumanizados: los inmigrantes –una plaga, según ellos, que solo trae pobreza y muerte– son considerados delincuentes a los que hay que deportar y encarcelar masivamente; los palestinos son terroristas que no tienen derecho a vivir en su tierra a la que quiere convertir en un resort turístico; los grupos LGBTIQ+ , unos “pervertidos” que van a ser objeto de una cruzada de desprestigio en la que les negarán sus derechos, lo que incrementará la violencia y discriminación en todos los ámbitos aumentando la desigualdad y su aislamiento.
La degeneración moral de esta Internacional Reaccionaria recorre el mundo y trata de suprimir los avances habidos en derechos humanos y políticas de igualdad, que tantas décadas de lucha costaron lograr.
Hay que actuar. No se puede permanecer impasible. No se puede permanecer callado.

domingo, 9 de febrero de 2025

¿Dónde están los airados manifestantes del PP?

 

Creen que solo ellos tienen que gobernar
Creen que solo ellos tienen que gobernar

El PP siempre, y con vehemencia, ha sostenido que el PSOE «carece de legitimidad para acordar con Puigdemont por tener causas pendientes con la justicia y, además, los independentistas deberían disolverse por deslealtad constitucional». Pero ahora, olvidándose de sus “principios porque tiene otros”, se le hace la boca agua pensando en un pacto con Junts para tumbar leyes e, incluso, presentar una moción de censura.
¿Dónde están aquellos miles de manifestantes tan indignados, incluyendo a la belicosa Esperanza Aguirre, que el PP sacó a la calle fines de semanas y festivos para protestar por la ley de amnistía y los pactos con Junts? Es mera retórica: el PP hace lo que hace consciente de que sus votantes de derechas se lo perdonan todo.
La lógica de la derecha: los únicos que pueden hacer lo que quieran son ellos, y pueden hacerlo porque cuentan con… la gracia de Dios.

domingo, 2 de febrero de 2025

Feijóo ante el problemón de la vivienda

 

En cualquier asunto, Feijóo y el PP, solo se mueven por tacticismo electoral o para beneficio de las élites
En cualquier asunto, Feijóo y el PP, solo se mueven por tacticismo electoral o para beneficio de las élites

Sostiene Feijóo que, en materia de vivienda, «no se puede perder un minuto más». Pues ya va, al menos, con 8 meses de retraso.
Tras las críticas a su reciente plan, que consideraba la vivienda como un negocio y no como un derecho, ahora quiere presentar una ley que es parecidísima a la que el PSOE consensuó con ayuntamientos y comunidades autónomas, y que hace 8 meses él mismo tumbó pocos minutos antes del pleno que la iba a tramitar. En aquel momento Feijóo, y como hace siempre, pensó más en sí mismo, para infligir la primera derrota al Gobierno, en lugar de pensar en la gente.
Al igual que con el reciente decreto ómnibus –del latín, que significa “para todos”–, a Feijóo –a quien cada día sus halcones le mueven más la silla– no le importan nada los problemas de los ciudadanos y se mueve por puro tacticismo electoral.

jueves, 30 de enero de 2025

El PP de nuevo arrastra los pies

 

El PP no vota por convicción, vota por cobardía a las urnas
El PP no vota por convicción, vota por cobardía a las urnas

No es que al PP le haya dado un ataque de responsable sensatez, o vote por convicción siendo como es partidario de privatizar las pensiones, es que cuando ya no era necesario su voto para aprobar el paquete social –subida de pensiones, ayudas a los damnificados y al transporte, bono social eléctrico…–, tras mucho pensárselo, se traga lo argumentado al tumbarlo una semana antes –la restitución del palacete en París al PNV que atacaron con vehemencia y tildaron de «regalo»– y cambia su sentido del voto para no perder en las urnas.
Una vez más, se ve arrastrado por los acontecimientos y, como no lo queda otra para no verse retratado junto a Vox votando no como le gustaría, arrastra los pies y agacha la cabeza. Si Junts hubiese seguido en el no –le hubiera encantado a Feijóo–, el PP seguiría en el no. Definitivamente no fue la cordura.

martes, 28 de enero de 2025

Y usted, ¿no es de izquierdas?

 

La izquierda busca el avance de la sociedad. La derecha, no
La izquierda busca el avance de la sociedad. La derecha, no

Desde el retorno de la democracia a España, jamás ninguna transformación social –y ha habido muchas– ha venido de la derecha. Y si en alguna ocasión, en lugar de recurrir los avances aprobados por el progresismo al Constitucional como suele hacer, ha votado a favor, lo ha hecho de mala gana y por mero cálculo electoral.
Por ello, y como viví la dictadura de verdad, la de Franco,  y como denuncio que los que más tienen cada día tengan más porque pagan impuestos irrisorios y no contribuyen a la justicia social; defiendo a muerte los derechos humanos –para todos, incluso terroristas–; me agrada el progreso y la reducción de la jornada laboral; soy solidario y empático; abrazo la lucha feminista; abogo por la justicia social; respaldo la sanidad universal y gratuita frente a la privada –mucho más cara a quien la pueda pagar– y la educación pública –ídem–; me solidarizo con los migrantes –recuerdo nuestro pasado aspirando a un futuro mejor, como ahora los que vienen–; apoyo un sistema público de pensiones; una vivienda pública digna y blindada que cumpla con el mandato constitucional; me gusta impulsar la ciencia; el cuidado de nuestros mayores… y todo ello financiado con una fiscalidad progresiva donde pague más quien más tiene, soy de izquierdas.
Si fuera por la derecha, continuaríamos anclados en la Edad Media, con todos los privilegios de los señores feudales en vigor, aferrados al poder para satisfacer su codicia y ser más opulentos que ahora. Es ingenuo creer que por sí mismos hubieran renunciado a sus prerrogativas.
Sabiendo esto, ¿por qué usted no es de izquierdas? ¿Le gusta, por ejemplo, que se apliquen políticas privatizadoras encubiertas con dinero de todos en detrimento de la educación y la sanidad pública como ocurre en Madrid? Entonces, ¿por qué vota a la derecha?

miércoles, 22 de enero de 2025

VOX, de nuevo, incita al odio

Este es el vomitivo tuit de Vox
Este es el vomitivo tuit de Vox

 VOX propone a sus partidarios que cuando vean a periodistas de La Sexta, TVE, Cadena SER o Canal Red –¿quién será el siguiente en entrar en la lista?– informando, los insulten y les quiten de las manos los micrófonos lanzándolos lejos, todo ello «en directo a ser posible».
Hasta donde yo sé eso se llama “incitación al odio”, y lo contempla el artículo 510 del Código Penal con penas para «quienes públicamente fomenten, promuevan o inciten directa o indirectamente al odio», que pueden ir de uno a cuatro años de prisión y multa de seis a doce meses.
La libertad de prensa en un pilar fundamental de toda democracia y, precisamente por eso, los órganos judiciales a los que se confía la defensa del interés público, ya están tardando en actuar de oficio sin necesidad de esperar a que alguien lo denuncie.