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domingo, 14 de septiembre de 2025

El muro insalvable de las noticias falsas

 

El fascismo, con sus mentiras y odios, llevan el mundo al desastre
El fascismo, con sus mentiras y odios, llevan el mundo al desastre

Reconozco que cuando debato con alguien cuyos argumentos se basan en mentiras, me desarma. Pero no por falta de razones y datos para rebatirlos. Me descoloca constatar, con tristeza y asombro, que vivimos en realidades paralelas, tan distintas y distantes que un muro invisible pero infranqueable se alza entre nosotros. Y así, el diálogo se torna estéril.
Ese muro no es de ladrillos y cemento, sino erigido en la desinformación, en titulares manipulados, en emociones exacerbadas… cimentado sobre el odio y la peligrosa facilidad y velocidad con que se comparten falsedades en las redes sociales. Y lo más alarmante es el rechazo sistemático a todo lo que no encaje en una visión preestablecida de su mundo.
A lo largo de mi vida, incluso en los debates más encendidos, siempre hubo espacio para la razón, para el contraste de ideas, para el intercambio sincero. Podías estar en desacuerdo con alguien, pero, aun así, existía un compromiso común: el respeto por los hechos, las fuentes fiables y el pensamiento crítico. El diálogo era posible. La escucha, también. Podías convencer o ser convencido.
Pero desde que las redes sociales se convirtieron en el medio principal —y en algunos casos único— de información para muchas personas, todo cambió. La rapidez sustituyó a la reflexión; la viralidad, a la veracidad; la inteligencia, a la estupidez. Y en ese entorno, la mentira se disfraza de verdad con turbadora facilidad. Ahora, como diría Unamuno, solo quieren vencer.
Lo peor no es que haya personas que se equivoquen o que crean en una información falsa. Eso siempre ha sucedido. Lo verdaderamente desolador es que, aun cuando se les presentan datos contrastados, hechos irrefutables, pruebas objetivas, se cierran en banda. No escuchan ni quieren escuchar. Porque admitir una mentira es, para muchos, arruinar el relato que han construido sobre sí mismos y sobre el mundo. Y ese vértigo es, para ellos, más insondable que la mentira misma.
Así, infundio a infundio, se va erigiendo ese muro que separa no solo opiniones, sino realidades. Una muralla que impide el encuentro, que impide el entendimiento, que impide llegar al otro, que nos fragmenta como sociedad y nos aleja como individuos.
Y, a pesar del desaliento, no dudo que la verdad —por incómoda o lenta que sea— tiene un valor irrenunciable. Porque sin ella, no hay diálogo posible. Y sin diálogo, no hay futuro compartido.

lunes, 8 de septiembre de 2025

Ni un paso atrás: agotar la legislatura para frenar la involución

 

El PP ya no disimula
El PP ya no disimula

Agotar la legislatura no es solo una necesidad política, es una obligación moral. La alternativa reaccionaria representa un retroceso devastador para la democracia, los derechos sociales y la dignidad de millones de personas. Además, la derecha ha demostrado una preocupante falta de capacidad para gestionar situaciones complejas. Siempre fue incompetente.
El mal llamado “milagro económico” de Aznar fue un espejismo: entrada en el euro, ciclo económico internacional favorable, privatización salvaje del patrimonio nacional y el estallido de una burbuja inmobiliaria alimentada por una ley del suelo irresponsable. A eso se sumaron fondos europeos y bajos precios de materias primas. Un escenario excepcional que no tiene nada que ver con una gestión ejemplar, sino más bien con un saqueo del patrimonio.
Además, cuando les ha tocado gestionar crisis, su respuesta ha sido deficiente: desde la manipulación del 11-M, la catástrofe del Prestige, el escándalo del Yak-42, hasta los recortes de Rajoy y la pérdida de derechos laborales. A esto se suman tragedias como el Madrid Arena, la gestión de las residencias en la pandemia, la DANA valenciana o los recientes incendios. En todos estos casos, la derecha mostró su verdadera cara: desprecio a las víctimas, mentiras sistemáticas, cero rendir cuentas y una arrogancia criminal que jamás asumió responsabilidades. A día de hoy, seguimos esperando una sola disculpa. Jamás llegará, porque mejorar la vida de la gente nunca ha sido su objetivo. Su rechazo al sector público es notorio; su propósito es desgastar a la izquierda con el fin de alcanzar el poder, y una vez lo logran, buscan controlar las instituciones para perpetuar y ampliar las desigualdades sociales. Su enfoque es crear leyes que beneficien a los más poderosos.
No es ficción. Es su historial. Y es una amenaza real. Volverían los recortes, el bloqueo institucional, la precariedad y la propaganda. Volverían los insultos a los sindicatos, el negacionismo climático, la criminalización de la protesta y el retroceso de derechos de mujeres, migrantes y trabajadores.
Por eso, agotar la legislatura es una necesidad estratégica y una declaración de principios. Presentar unos presupuestos valientes, centrados en la justicia social, obligará a retratarse a quienes votan en contra de proteger a la mayoría. Será una herramienta para consolidar un proyecto de país que ha demostrado capacidad de gestión, voluntad de diálogo y compromiso con el futuro.
La derecha ha gobernado, y el resultado fue desolador. No lo olvidamos. Hoy, más que nunca, necesitamos resistencia, pero también ambición. No basta con frenar. Hay que avanzar.
Ni un paso atrás.

jueves, 4 de septiembre de 2025

Gaza: el genocidio que el mundo permite

 

Netanyahu, un criminal sin paliativos
Netanyahu, un criminal sin paliativos

Lo que ocurre en Gaza no es una “guerra”, es un genocidio. Más de 60.000 palestinos asesinados, la mayoría mujeres y niños. Hospitales bombardeados, periodistas ajusticiados, familias enteras borradas del mapa. ¿Hasta cuándo el eufemismo? Israel lleva a cabo una limpieza étnica con total impunidad, mientras las potencias occidentales lo avalan con armas, dinero, silencio y blanquean su imagen en acontecimientos deportivos o culturales. ¿Dónde está la ONU? ¿Dónde están los principios de humanidad? La comunidad internacional no solo falla, es cómplice. Se criminaliza a quienes denuncian, se castiga la solidaridad, se distorsiona la verdad. Gaza es un infecto matadero a cielo abierto, un territorio devastado y sitiado donde se experimenta con la muerte. Ya no es una cuestión política: es una cuestión moral. Netanyahu es un criminal. No se puede ser neutral. Callar es formar parte de la vileza. Cada vida palestina exterminada bajo la hambruna, las bombas y las balas cae también sobre la conciencia del mundo. Basta de hipocresía. Basta de mirar a otro lado. Se me revuelven las tripas al asistir a este crimen histórico que ni el tiempo podrá borrar. Es el nuevo Holocausto ejecutado, inconcebiblemente, por las víctimas del anterior.

lunes, 1 de septiembre de 2025

La derecha europea y la gran anomalía española

 

Aunque cambien de logo mil veces, continuarán siendo franquistas
Aunque cambien de logo mil veces, continuarán siendo franquistas

En Europa, la derecha democrática se forjó combatiendo al fascismo y asumiendo los valores de la libertad, la justicia social y el respeto a los derechos humanos. A ver si se enteran en Europa de que, por contra, la derecha española tiene un origen radicalmente opuesto: fue parida por el franquismo y se siente incómoda con la libertad, la justicia social y el respeto rotundo a los derechos humanos.
El Partido Popular es Alianza Popular, fundada por siete ministros de Franco, por eso evita condenar de forma tajante los crímenes de la dictadura. Su ADN político conserva los viejos dogmas despóticos del Movimiento Nacional: la unidad indivisible de la patria, el orden público impuesto cimentado en la represión y una moral reaccionaria que machaca a las minorías. No es casualidad que el PP rechace la Ley de Memoria Democrática, desprecie la pluralidad, hable de terrorismo incendiario, pretenda deportar a migrantes y se muestre incómodo ante cualquier avance en derechos civiles. Hace tiempo disimulaba. Ahora, no. Su deriva, abrazando sin pudor los discursos de Vox, no es una anomalía sino una vuelta a casa. El PP, en vez de aislar a la ultraderecha como en Europa, la integra y la legitima. Esta complicidad diligente no solo alimenta la crispación, sino que lo atrapa en una espiral de confrontación política y cultural que impide a España tener una derecha civilizada homologable a la europea y el avance hacia una democracia plena. Y lo que es aún peor: nos acerca peligrosamente hacia un siniestro y oscuro pasado.

viernes, 11 de julio de 2025

¡Envido más!

 

Es casi imposible diferenciar al PP de Vox
Es casi imposible diferenciar al PP de Vox

Feijóo, en su congreso de deriva reaccionaria, calca el discurso xenófobo de Vox y promete que si gobiernan «vamos a reducir la inmigración ilegal». Este gran estratega ignora que si te pones a la altura de Vox, Vox, fiel al manual de Trump y Le Pen, sube la apuesta. Por eso Rocío de Meer envida más y proclama sin tapujos deportar a ocho millones de seres humanos en un «proceso extraordinariamente complejo de remigración» para mantener su versión rancia y excluyente de la «identidad española». Incluso plantea negar la nacionalidad a niños nacidos aquí si sus padres son extranjeros. Lo dice, por cierto, alguien con apellido holandés que, aplicando su propio delirio, no sería considerada española.
Pero lo verdaderamente grave es la claudicación moral del PP, que ha dejado de ser la derecha para convertirse en la muleta blanqueadora de la derecha extrema. ¿Qué esperaba el PP al competir en odio con Vox? ¿Que los ultras le cedieran el protagonismo? Es ingenuidad e irresponsabilidad, porque si juegas con ideas reaccionarias, te quemas. ¿Qué hará ahora Feijóo? ¿Seguir hundiéndose en el fango fascista?
La historia es clara: por el mismo precio, entre el original y la copia, el electorado escoge el original. El PP regala votos a Vox mientras dilapida la poca dignidad, los pocos principios y la poca vergüenza que le quedaba.

lunes, 9 de junio de 2025

Fascismo y guerras

 

No a la guerra es un NO rotundo al fascismo
No a la guerra es un NO rotundo al fascismo

Más de la mitad de los españoles cree que nos abocamos a la Tercera Guerra Mundial. Y, por el auge del fascismo, tal vez no estén desencaminados. Siempre que el fascismo crece, como ahora, se forja un evidente vínculo con la guerra que refleja la naturaleza expansionista y violenta de esta ideología que se nutre del autoritarismo, el nacionalismo extremo, el militarismo y el rechazo a las democracias liberales, lo que lo hace propenso a la guerra y la confrontación.
En conflictos actuales, o del siglo XX, por todo el mundo, la influencia de regímenes autoritarios con tendencias fascistas o neofascistas ha sido incuestionable. En muchos de estos casos, las guerras no solo estuvieron motivadas por intereses territoriales, sino también por la imposición de un orden político basado en el control total, el rechazo a la pluralidad y la justificación de la violencia como un medio legítimo para lograr sus objetivos.
Así, la relación entre los conflictos bélicos y el ascenso del fascismo es una constante de la historia moderna, marcada por la propensión de los regímenes fascistas a utilizar la guerra como instrumento para imponer su ideología, expandir su poder y destruir a quienes perciben en su imaginario como enemigos, ya sean internos o externos. Este vínculo no solo se limita a grandes guerras, sino que se extiende también a conflictos locales, en los cuales el fascismo busca la hegemonía a través de la confrontación y la violencia.
Así que, si usted vota fascista, sepa que vota un sí a la guerra, un sí al asesinato de seres próximos y queridos… Claro que teniendo en cuenta que si los españoles fuéramos ratones muchos votarían al gato…

domingo, 6 de abril de 2025

La Internacional Reaccionaria y Fascista

 

El PP, caído en la trampa de Vox, también ha entrado en la Internacional Reaccionaria y Fascista
El PP, caído en la trampa de Vox, también ha entrado en la Internacional Reaccionaria y Fascista

Marcados por el resurgimiento de movimientos fascistas y reaccionarios que se expanden por todo el mundo, vivimos tiempos cada vez más oscuros. Este abominable fenómeno no se da en un universo paralelo, sino que es una realidad tangible, que alimentan líderes con ansias imperialistas que responden a intereses financieros privados y ven la política no como un medio para mejorar la vida de las personas, sino como un negocio para enriquecer a unos pocos a costa del bienestar colectivo.
Esta Internacional Reaccionaria busca consolidar un nuevo orden donde las grandes corporaciones dominen el mundo y, en lugar de promover el bienestar social, su objetivo es someter a las sociedades a una estructura de poder extremadamente jerárquica, con un pequeño grupo de magnates tecnológicos erigidos como señores feudales modernos. Desde sus posiciones de poder, estos magnates pretenden gobernarnos mientras dictan nuestras vidas y decisiones a través de sus vastos imperios empresariales. Si lo logran, la promesa de progreso y prosperidad se desvanecerá, dejando a la mayoría de la población como simples siervos, dependientes de la protección y las migajas interesadas que nos arrojen unos pocos privilegiados.
Lo que está en juego es mucho más que una lucha económica; es una guerra por la propia democracia. Este auge del fascismo se alimenta de una profunda degeneración moral, que busca desmantelar las bases democráticas y reemplazarlas por un régimen de autocracia plebiscitaria, donde el poder ya no se base en la voluntad del pueblo, sino en una manipulación sistemática que aliene a las mayorías en favor de intereses elitistas.
El peligro de este movimiento no radica solo en su naturaleza autoritaria, sino en el daño irreversible que ya causa en el tejido social y político. Si permitimos que el fascismo siga ganando terreno, nos enfrentaremos a una regresión histórica, donde los avances en derechos humanos y democráticos se desmoronen, dejando un futuro sombrío de control absoluto y opresión.
Es crucial permanecer alertas para defender la libertad, la justicia y la igualdad ante la creciente amenaza de este nuevo totalitarismo.

domingo, 23 de febrero de 2025

La voladura del orden internacional

 

Donald Trump, un peligro que se ha convertido en el perrito faldero de Putin
Donald Trump, un peligro que se ha convertido en el perrito faldero de Putin

Hasta hace bien poco había un consenso mundial para respetar países y ser respetado, regular los intereses de los Estados soberanos y su independencia y garantizar, en mayor o menor medida, la paz mundial. Ese mundo de tratados y convenios internacionales, incluso la narración de la historia del mundo, con el arribo de la Internacional Reaccionaria y Fascista, se ha volatilizado. Algunos ejemplos: Ucrania es responsable de la invasión rusa y consecuente guerra y Zelenski –que no Putin– es un dictador; los migrantes son delincuentes, los imperialismos comparten un mismo ideal de anexiones y limpiezas étnicas; los funcionarios y empresas estadounidenses pueden sobornar a gobiernos y empresas extranjeros; la emergencia climática no existe y se puede contaminar sin medida; el libre comercio será un recuerdo del pasado; el derecho internacional y sus organismos carecen de legitimidad; se valida el uso de la fuerza para conquistar territorios; la toponimia de países y accidentes geográficos será la que más convenga; se cambiará el significado de conceptos establecidos como libertad o democracia; se reescribe la historia…
El orden internacional ha sido barrido con un escobazo. ¡Bienvenidos al inquietante desorden internacional!

miércoles, 12 de febrero de 2025

La nueva Solución Final

 

Son fascistas orgullosos de serlo
Son fascistas orgullosos de serlo

Con personajes tan desalmados como Donald Trump y los de la Internacional Reaccionaria y Fascista, carentes del mínimo rasgo de empatía, regresan el supremacismo y el racismo que dan lugar a algo parecidísimo –adaptado a los tiempos– a la execrable “Solución Final” de la Alemania nazi contra muchos colectivos que resultan deshumanizados: los inmigrantes –una plaga, según ellos, que solo trae pobreza y muerte– son considerados delincuentes a los que hay que deportar y encarcelar masivamente; los palestinos son terroristas que no tienen derecho a vivir en su tierra a la que quiere convertir en un resort turístico; los grupos LGBTIQ+ , unos “pervertidos” que van a ser objeto de una cruzada de desprestigio en la que les negarán sus derechos, lo que incrementará la violencia y discriminación en todos los ámbitos aumentando la desigualdad y su aislamiento.
La degeneración moral de esta Internacional Reaccionaria recorre el mundo y trata de suprimir los avances habidos en derechos humanos y políticas de igualdad, que tantas décadas de lucha costaron lograr.
Hay que actuar. No se puede permanecer impasible. No se puede permanecer callado.

domingo, 20 de octubre de 2024

Europa flirtea con el fascismo

 

Europa se está perdiendo en un laberinto fascista
Europa se está perdiendo en un laberinto fascista

Cuando Europa pone como ejemplo de política migratoria a la Italia de la neofascista Meloni –acelerando las deportaciones de seres humanos para enviarlos a campos de concentración en terceros países, en evidente vulneración de derechos fundamentales–, hay que volver a recordar las palabras que el propio Robert Schuman, pionero y arquitecto de la Unión, pronunció sobre el sentido de Europa: «crear una solidaridad de hecho».
Por tanto, Europa debe ser un proyecto común, solidario, unido, fraternal, dialogante y no egoísta, que impulsa la paz mediante el fomento de la libertad, la democracia, la justicia social, el desarrollo económico, la defensa y protección de los derechos humanos y el bienestar de la población. Pero, ahora mismo la UE parece querer marchar en contra del espíritu de su génesis y abrazar el egoísmo nacionalista y el neoliberalismo que, por desgracia, están de moda.
Si Europa abandona sus principios fundacionales, alimentará los desalmados monstruos del nacionalismo egoísta, la xenofobia y el fascismo que volverán a blindar fronteras y a traer conflictos entre sus naciones.

domingo, 22 de septiembre de 2024

Problemas ficticios

 

El PP (ultraderecha), junto a Vox y otras hierbas (derecha extrema), generan bulos muy peligrosos
El PP (ultraderecha), junto a Vox y otras hierbas (derecha extrema), generan bulos muy peligrosos

La política ni es para hacer discursos de odio, ni para inventar problemas ficticios que pueden devenir en violencia real. La política es para mejorar la vida de la gente. Pero, el último barómetro del CIS, demuestra que la ultraderecha (PP) y la derecha extrema (Vox y otras hierbas) han convertido el fenómeno migratorio en discurso de odio, vinculándolo con delincuencia y paro y, ayudados con una excesiva exposición mediática, lo han convertido en el problema principal –antes en noveno lugar– de los españoles. Lo más alucinante es que la mayoría de los que así lo afirman, dicen que a ellos no les afecta personalmente. Es como cuando el PP y Vox lograron que el primer problema fuera la economía, aunque la mayoría decía que a ellos les iba bien.
Son problemas ficticios, y todo para que no se hable del alza de la vivienda –responsabilidad de Gobierno y autonomías–, el deterioro de la sanidad –competencia autonómica, cada vez más privatizada– y la educación –en manos de las autonomías que trasvasan dinero público a la privada–.
La derecha es culpable de crear problemas –que pueden derivar en violencia– donde no existen. Y cuando Feijóo alaba a Meloni, nos queda un telediario para que la derecha nos diga que «los inmigrantes se están comiendo a los perros, a los gatos… a las mascotas de los españoles». Tiempo al tiempo.

domingo, 25 de agosto de 2024

Oposición miserable y derechos humanos

El PP, un partido plagado de miserables
El PP, un partido plagado de miserables
Hace poco el PP tumbó, junto con Vox y Junts –partidos xenófobos–, la reforma de la Ley de Extranjería para dar respuesta al fenómeno de la inmigración y echar una mano a Canarias y Ceuta, gobernadas por el PP y que, a finales de junio querían esta reforma, hasta que Canarias cambió de opinión conminada por Génova.
Sin dicha reforma, son las autonomías –la mayoría gobernadas por el PP– las que deciden si solidariamente acogen a niños migrantes en su territorio y a cuántos. Y como muchos líderes del PP, entre ellos Feijóo, abrazan el miserable discurso del odio racista de Vox –«Tenemos derecho a salir a la calle con seguridad» y «que no nos ocupen las casas», dice Feijóo– que equipara inmigración y delincuencia para pescar votos en el caladero de la derecha extrema, el asunto se quedó sin resolver.
Es de miserables exigir ahora una solución.
Basta ya de ambigüedades: el PP, partido clasista, no puede tener dos criterios para lograr un indecente rédito electoral con el sufrimiento de seres humanos. O se es racista o se está del lado de los derechos humanos. No hay más. Y si queda alguien contrario al racismo dentro del PP –según Cuca Gamarra no, pues «todos pensamos como Albiol»–, que conminen a Feijóo a recular.

martes, 20 de agosto de 2024

El tuit de Albiol

 

El vomitivo tuit del PP
El vomitivo tuit del PP

«Estoy en un ferry de Balearia desde Ibiza a Barcelona. Han embarcado a unos diez hombres marroquíes -todos con una bolsa de una entidad social- de entre 25 y 40 años, todos con teléfono, casi todos con gafas de sol, aspecto saludable, alguno incluso con un cuerpo de gym y haciéndose fotos con el signo de victoria. Cuando lleguen a Barcelona se repartirán por las ciudades del entorno, entre ellas supongo que Badalona. Lo que ocurra después, con casi toda seguridad, la mayoría ya lo sabemos. Esto acabará como Francia antes que después. Al tiempo.»
¿Qué pretende Xabier García Albiol, del Partido Popular, poniendo este deleznable y vomitivo tuit, que no hay por dónde cogerlo?
¿Que al atracar en Barcelona hubiese un grupo de fascistas que diera una paliza a unos seres humanos solo por ser de un origen diferente, o por llevar gafas de sol, o por tener aspecto saludable, o por tener cuerpo de “gym”? ¿Por qué? ¿Qué le molesta?
¿A qué esperan en el PP para desacreditarlo?
Claro que, si lo desacreditasen, estarían desautorizando a Feijóo que también equipara inmigración y delincuencia.

martes, 4 de junio de 2024

Feijóo en campaña, todo un "crack"

 

Feijóo revienta otra campaña más del PP
Feijóo revienta otra campaña más del PP

¿Por qué Feijóo demanda a los inmigrantes «un compromiso de adhesión y respeto a los valores fundacionales de Europa» y no se lo exige a Vox, su actual socio de gobierno en las autonomías y futuro de España si algún día sumaran entre los dos?
¿Por qué ahora está dispuesto a pactar con Puigdemont una moción de censura?
¿Por qué vuelve a pasear la amnistía si en las elecciones catalanas ni la mencionó?
Lo mejor es dejar hablar a Feijóo, se retrata él solo.

domingo, 12 de mayo de 2024

El fascismo en auge

 

Terrorífica imagen de la noche milanesa
Terrorífica imagen de la noche milanesa

Producen pavor las imágenes que nos llegan de una concentración de varios centenares de fascistas perpetrando el saludo nazi de «Sieg Heil» perfectamente sincronizados, con antorchas encendidas en una tenebrosa noche en Milán (Italia). De no ser por estar filmadas en color, podríamos pensar que eran películas de archivo de los años 20 y 30 del siglo XX.
De lleno en el XXI, resulta dramático que, por su amplia difusión en las redes, esta ideología, que cosifica y deshumaniza a quienes no son de los suyos y quiere asaltar el poder por cualquier medio, esté de moda entre adolescentes y jóvenes al divulgarse irreflexivamente en Instagram, Tik Tok y grupos de WhatsApp y Telegram.
En España, padres y profesores han detectado un notable aumento de actitudes xenófobas y antifeministas entre los jóvenes donde la normalización del discurso de Vox blanqueado por el PP, consigue que los posicionamientos fascistas se sientan amparados.

domingo, 29 de octubre de 2023

Un discurso repugnante y reaccionario

 

Con la tragedia de la inmigración hacen política los nazis de Vox y el PP
Con la tragedia de la inmigración hacen política los nazis de Vox y el PP

El Feijóo que prometía un viaje al centro, presionado por Ayuso, hoy es socio de Vox y se ve empujado a competir en una carrera xenófoba que deshumaniza a las personas e ignora el significado de la palabra empatía mientras olvida que muchos españoles fueron migrantes.
Son demasiados en el PP los que se han sumado al desenfreno xenófobo usando el drama de la inmigración para hacer política y sembrar alarma en la sociedad al vincularla, en un discurso claramente racista y retrógrado, con la alerta terrorista y una supuesta falta de seguridad. En su perorata mezclan invasión, oleadas, enfermedades, fardos, ganado…
Los primeros puestos de este desenfreno lo ocupan, por el cargo político que ostentan, el mismísimo Feijóo que, para criticar al Gobierno, miente diciendo que «les dejan tirados en las paradas de los autobuses» y Rafael Hernando –más de 40 años de político profesional para caer cada día más bajo–, sosteniendo que «el Gobierno “sanchista” colabora con las mafias de la inmigración».
Que el PP se entere: los inmigrantes, personas de cualquier condición, raza o etnia, son seres humanos. Lo demás, nazismo que lleva al odio y al repudio.

domingo, 28 de mayo de 2023

La lacra racista

 

El negacionismo no ayuda en nada a resolver las injusticias
El negacionismo no ayuda en nada a resolver las injusticias

De golpe, tras el detestable episodio racista sufrido por el jugador de futbol Vinicius, nos damos cuenta que España tiene un gravísimo problema de racismo; como no hace tanto nos dimos cuenta que también lo tiene de machismo y homofobia, por no hablar del de negacionismo que no reconoce ninguna iniquidad. Y es que, tantas décadas de franquismo, seguidas de años de transición y no ruptura –transición e inicios de la democracia tutelada por militares que demoraron durante lustros la regeneración–, traen estos lodos. Da miedo ver a la masa dejarse arrastrar con ese odio carente de sentido para desahogar sus frustraciones.
Para ponerle remedio y crecer como sociedad, mantener la venda en los ojos no ayuda. Si no se es tajante, sino tolerante culpando a la víctima, tenemos un problemón, ¿o no tienen impedimentos los que, con otro color de piel, tratan de alquilar un piso o conseguir un trabajo?
Todos los estamentos de la nación deben perseguir y condenar el racismo. Está claro que nadie nace con fobia al diferente. Es algo que se forja en el entorno social con discursos de odio, como el de Vox. Y si un 15% de españoles les vota, tenemos un problema grave de racismo. Por eso hay que denunciarlo y denunciar a quienes, como el PP con sus pactos, flirtean y blanquean sus actos.