Ya está bien. Que el sueño se convierta realidad (cartel de PACMA) |
Esta debe ser la legislatura que acabe con la tortura animal.
Si las corridas de toros no existieran y alguien propusiera tan desalmado “espectáculo”, el Ministerio de Cultura denegaría la petición y miraría al solicitante con recelo pensando que no está en sus cabales. Entonces, ¿por qué se mantiene? Es deplorable que se tolere la tortura intencionada e injustificada a seres vivos como distracción de quienes se autoproclaman humanos.
Nadie, en su sano juicio, se divierte o hace negocio a costa del martirio y sufrimiento de un ser vivo. A los que distorsionan denigrando la palabra “libertad” para defender la tauromaquia, ¿acaso el toro tiene la libertad de decidir si desea ser torturado y finalmente ejecutado en un enfrentamiento desigual? Salvo que queramos involucionar hacia una sociedad bárbara no es tolerable convivir con la crueldad, la violencia y la tortura y debemos saber que otro mundo sin crueldad, violencia y tortura ejercida gratuitamente hacia a seres vivos e indefensos es posible.