sábado, 3 de septiembre de 2016

La fecha de investidura: ¿posible prevaricación?

El PP siempre usa las instituciones para su provecho
El PP siempre usa las instituciones para su provecho
El Reglamento del Congreso, en su artículo 170, declara que la fecha del debate de investidura es potestad exclusiva del Presidente de la Cámara.
Durante el debate, Pedro Sánchez reprochó a Mariano Rajoy el chantaje de fechar el debate para que unas terceras elecciones cayeran el día de Navidad. En su turno de respuesta Rajoy cometió un lapsus y admitió, sopesando otras posibilidades, que “hiciera lo que hiciera a usted le parecería mal mi decisión”. Lo espinoso es el adjetivo posesivo de la primera persona del singular “mi”, denotando que no fue decisión de la Presidenta. O sea que Ana Pastor se puso al servicio exclusivo de Rajoy, como se intuyó cuando dilató la fijación del debate, y no al servicio del Parlamento, representación de la soberanía nacional. La señora Pastor sabía que la elección de la fecha del debate, que desembocaba en comicios el día Navidad, era, además de injusta y calculada, una astucia legal. Debería haberse plantado ante el presidente en funciones y rechazarla. Comprender que esa fecha, maliciosamente maquinada como coacción para forzar la abstención de otras formaciones con la ciudadanía como rehén, era injusta y autorizarla es un presunto delito de prevaricación.

¡Ay, Carmena! ¡La que estás liando!

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El pasado 20 de junio se celebró el día mundial del refugiado. Europa, para conmemorarlo, contó con poco más que miles de muertes de inocentes acaecidas durante su intrincado éxodo porque, olvidando sus raíces solidarias, ha sido incapaz de dar respuesta a la grave tragedia humana protagonizada por personas que huyen, al igual que nosotros en el pasado, de horrores bélicos, políticos, económicos… Los movimientos migratorios que se han producido a lo largo de los tiempos, y que ahora presenciamos exponencialmente agravados en la aldea global, son imparables. No hay “efecto llamada” sino “efecto huida de la miseria y del horror de la guerra”. Y sean cuales sean las vergonzantes medidas disuasivas que implanten los gobiernos de cualquier rincón del mundo, no existe, ni existirá, fuerza capaz de detener la tremenda acometida de la desesperación humana: para el que todo está perdido, no hay más que perder.
¿Cómo debemos entender el concepto de ciudadanía europea? ¿Qué valores nos sustentan? ¿Nos prohibirán ser hospitalarios? Dos certezas se instalan en mi conciencia para defender a los refugiados: Nadie deja atrás sus raíces, su familia, sus amigos, su país, sus seres queridos, la tierra que le vio nacer, porque sí. Usted que me lee en este preciso momento, y yo, haríamos lo mismo en idénticas circunstancias: buscar lo mejor para nuestras familias.
Parafraseando a Groucho Marx: “Europa, partiendo de la nada, ha logrado alcanzar la más altas cumbres de la miseria intelectual con su único esfuerzo”.
Me niego a aceptar este despropósito. ¡Qué descomunal deshonra para esta decrépita, acomodada e hipócrita Europa!

viernes, 2 de septiembre de 2016

El PSOE: un trilema en una olla a presión

Ferraz para el 26-J. Vota SÍ por el cambio.
Ferraz para el 26-J. Vota SÍ por el cambio. Ojalá no se desdigan
El PSOE tiene tres opciones: sí a Rajoy con su abstención, sí a explorar una alternativa progresista o sí a las elecciones en navidades. Esquivar las tres hipótesis resulta inviable. Una de las tres, finalmente, será.
Por si Pedro Sánchez no soportara suficientes presiones externas, también debe hacer frente a la revuelta interna: por un lado algunos barones y viejas glorias salidas del panteón, estómagos agradecidos desperdigados por los consejos de administración de grandes empresas que defienden los intereses de quienes bien les pagan mientras dan la espalda a su militancia y que deberían haberse apartado de un partido que lleva el socialismo y la clase obrera es sus siglas, que piden la abstención; por otro quienes abogan por buscar un gobierno de cambio que ponga en marcha políticas renovadoras. Si vence la abstención, consentir el gobierno de Rajoy, el PSOE se volatizará. Si gana la búsqueda de alternativa, habrá escisión, pero el PSOE rejuvenecido perdurará. De cuál de las dos tendencias triunfe dependerá nuestro futuro inmediato… y la crónica posterior del PSOE.
Y si hubiese elecciones en Pascuas, ya se sabe: con una altísima abstención, mayoría absoluta del PP.


¡Ay, Carmena! ¡La que estás liando!
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El pasado 20 de junio se celebró el día mundial del refugiado. Europa, para conmemorarlo, contó con poco más que miles de muertes de inocentes acaecidas durante su intrincado éxodo porque, olvidando sus raíces solidarias, ha sido incapaz de dar respuesta a la grave tragedia humana protagonizada por personas que huyen, al igual que nosotros en el pasado, de horrores bélicos, políticos, económicos… Los movimientos migratorios que se han producido a lo largo de los tiempos, y que ahora presenciamos exponencialmente agravados en la aldea global, son imparables. No hay “efecto llamada” sino “efecto huida de la miseria y del horror de la guerra”. Y sean cuales sean las vergonzantes medidas disuasivas que implanten los gobiernos de cualquier rincón del mundo, no existe, ni existirá, fuerza capaz de detener la tremenda acometida de la desesperación humana: para el que todo está perdido, no hay más que perder.
¿Cómo debemos entender el concepto de ciudadanía europea? ¿Qué valores nos sustentan? ¿Nos prohibirán ser hospitalarios? Dos certezas se instalan en mi conciencia para defender a los refugiados: Nadie deja atrás sus raíces, su familia, sus amigos, su país, sus seres queridos, la tierra que le vio nacer, porque sí. Usted que me lee en este preciso momento, y yo, haríamos lo mismo en idénticas circunstancias: buscar lo mejor para nuestras familias.
Parafraseando a Groucho Marx: “Europa, partiendo de la nada, ha logrado alcanzar la más altas cumbres de la miseria intelectual con su único esfuerzo”.
Me niego a aceptar este despropósito. ¡Qué descomunal deshonra para esta decrépita, acomodada e hipócrita Europa!

miércoles, 31 de agosto de 2016

La propaganda del PP

La responsabilidad de que se forme Gobierno nunca será del no candidato. Esta recae sobre quien pretende ser investido ya que tiene el encargo de recabar apoyos; y Rajoy inflexible como es, desde el 26 de junio, más de dos meses después, no ha hecho más que remitir al resto de fuerzas políticas un resumen de su programa político para que, ante semejante golosina y porque él lo vale, le apoyaran sin más. Ni siquiera su descafeinado pacto con Ciudadanos ha sido fruto de su esfuerzo. Fue Rivera quien le tendió la mano. Es la inacción personificada. Ahora se presenta a una investidura fallida y, ante su parálisis para seducir al resto formaciones, se justifica echando balones fuera. Hasta sido incapaz de aproximarse al PNV, la derecha vasca exsocia de Aznar, que para informarse de los acuerdos PP-C’s ha tenido que descargárselos de internet. Así que no es Pedro Sánchez el responsable de las siete plagas, que según el Apocalipsis y el PP se nos vendrán encima, sino el propio Rajoy.
¡Pero nos lo venden tan bien!

¡Ay, Carmena! ¡La que estás liando!

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El pasado 20 de junio se celebró el día mundial del refugiado. Europa, para conmemorarlo, contó con poco más que miles de muertes de inocentes acaecidas durante su intrincado éxodo porque, olvidando sus raíces solidarias, ha sido incapaz de dar respuesta a la grave tragedia humana protagonizada por personas que huyen, al igual que nosotros en el pasado, de horrores bélicos, políticos, económicos… Los movimientos migratorios que se han producido a lo largo de los tiempos, y que ahora presenciamos exponencialmente agravados en la aldea global, son imparables. No hay “efecto llamada” sino “efecto huida de la miseria y del horror de la guerra”. Y sean cuales sean las vergonzantes medidas disuasivas que implanten los gobiernos de cualquier rincón del mundo, no existe, ni existirá, fuerza capaz de detener la tremenda acometida de la desesperación humana: para el que todo está perdido, no hay más que perder.
¿Cómo debemos entender el concepto de ciudadanía europea? ¿Qué valores nos sustentan? ¿Nos prohibirán ser hospitalarios? Dos certezas se instalan en mi conciencia para defender a los refugiados: Nadie deja atrás sus raíces, su familia, sus amigos, su país, sus seres queridos, la tierra que le vio nacer, porque sí. Usted que me lee en este preciso momento, y yo, haríamos lo mismo en idénticas circunstancias: buscar lo mejor para nuestras familias.
Parafraseando a Groucho Marx: “Europa, partiendo de la nada, ha logrado alcanzar la más altas cumbres de la miseria intelectual con su único esfuerzo”.
Me niego a aceptar este despropósito. ¡Qué descomunal deshonra para esta decrépita, acomodada e hipócrita Europa!

martes, 30 de agosto de 2016

La persistente presión al PSOE

Rajoy: lo ancho para mí, lo estrecho para los demás
Rajoy: lo ancho para mí, lo estrecho para los demás
El partido que se ahoga en su propia corrupción, que obstruye la justica, que promulga durísimos recortes al Estado del bienestar en materias tan delicadas como Educación, Dependencia y Sanidad, que desahucia ciudadanos mientras rescata a la banca, que desboca la deuda pública, que aprueba reformas laborales generadoras de precariedad y angustia, que incrementa el impuesto más injusto (IVA) mientras reduce el más justo (IRPF) agrandando la brecha social, que recorta libertades, exige machaconamente al PSOE que se abstenga responsablemente por el bien de España. Confío, por idéntico motivo, que los socialistas, por coherencia ideológica, ni ahora ni nunca cedan para encumbrar a Rajoy y se hagan reos de todas las arbitrariedades que el PP, en su marcada línea doctrinal, continúe cometiendo.

¡Ay, Carmena! ¡La que estás liando!

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El pasado 20 de junio se celebró el día mundial del refugiado. Europa, para conmemorarlo, contó con poco más que miles de muertes de inocentes acaecidas durante su intrincado éxodo porque, olvidando sus raíces solidarias, ha sido incapaz de dar respuesta a la grave tragedia humana protagonizada por personas que huyen, al igual que nosotros en el pasado, de horrores bélicos, políticos, económicos… Los movimientos migratorios que se han producido a lo largo de los tiempos, y que ahora presenciamos exponencialmente agravados en la aldea global, son imparables. No hay “efecto llamada” sino “efecto huida de la miseria y del horror de la guerra”. Y sean cuales sean las vergonzantes medidas disuasivas que implanten los gobiernos de cualquier rincón del mundo, no existe, ni existirá, fuerza capaz de detener la tremenda acometida de la desesperación humana: para el que todo está perdido, no hay más que perder.
¿Cómo debemos entender el concepto de ciudadanía europea? ¿Qué valores nos sustentan? ¿Nos prohibirán ser hospitalarios? Dos certezas se instalan en mi conciencia para defender a los refugiados: Nadie deja atrás sus raíces, su familia, sus amigos, su país, sus seres queridos, la tierra que le vio nacer, porque sí. Usted que me lee en este preciso momento, y yo, haríamos lo mismo en idénticas circunstancias: buscar lo mejor para nuestras familias.
Parafraseando a Groucho Marx: “Europa, partiendo de la nada, ha logrado alcanzar la más altas cumbres de la miseria intelectual con su único esfuerzo”.
Me niego a aceptar este despropósito. ¡Qué descomunal deshonra para esta decrépita, acomodada e hipócrita Europa!

lunes, 29 de agosto de 2016

El complemento salarial Rajoy-Rivera

Nueva nómina con el complemento estatal, para beneficio de la patronal
Nueva nómina con el complemento estatal, para beneficio de la patronal
Los empresarios españoles estarán de enhorabuena al conocer que entre los acuerdos para la investidura de Rajoy se encuentra la ayuda para trabajadores pobres, con la que se pretende que éstos tengan un salario un poco mayor. ¡Vamos!, que el Estado sufrague lo que deberían abonar los empresarios.
Si ambos líderes están de acuerdo en que, efectivamente, en España hay trabajadores con sueldos de miseria, lo que deberían pactar es la subida del salario mínimo, de tal modo que quien se beneficia del trabajo del asalariado devengue un sueldo digno y no que sea el Estado quien lo complemente con el dinero de todos. Lo pactado regala a la patronal mayores beneficios a costa de lo público porque, a la hora de contratar, argumentarán la oferta de su sueldo indigno teniendo en cuenta que el Estado pondrá el resto. ¡Qué desvergüenza!

¡Ay, Carmena! ¡La que estás liando!

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El pasado 20 de junio se celebró el día mundial del refugiado. Europa, para conmemorarlo, contó con poco más que miles de muertes de inocentes acaecidas durante su intrincado éxodo porque, olvidando sus raíces solidarias, ha sido incapaz de dar respuesta a la grave tragedia humana protagonizada por personas que huyen, al igual que nosotros en el pasado, de horrores bélicos, políticos, económicos… Los movimientos migratorios que se han producido a lo largo de los tiempos, y que ahora presenciamos exponencialmente agravados en la aldea global, son imparables. No hay “efecto llamada” sino “efecto huida de la miseria y del horror de la guerra”. Y sean cuales sean las vergonzantes medidas disuasivas que implanten los gobiernos de cualquier rincón del mundo, no existe, ni existirá, fuerza capaz de detener la tremenda acometida de la desesperación humana: para el que todo está perdido, no hay más que perder.
¿Cómo debemos entender el concepto de ciudadanía europea? ¿Qué valores nos sustentan? ¿Nos prohibirán ser hospitalarios? Dos certezas se instalan en mi conciencia para defender a los refugiados: Nadie deja atrás sus raíces, su familia, sus amigos, su país, sus seres queridos, la tierra que le vio nacer, porque sí. Usted que me lee en este preciso momento, y yo, haríamos lo mismo en idénticas circunstancias: buscar lo mejor para nuestras familias.
Parafraseando a Groucho Marx: “Europa, partiendo de la nada, ha logrado alcanzar la más altas cumbres de la miseria intelectual con su único esfuerzo”.
Me niego a aceptar este despropósito. ¡Qué descomunal deshonra para esta decrépita, acomodada e hipócrita Europa!

sábado, 27 de agosto de 2016

Fiscalidad y hucha de pensiones

Una fiscalidad escasa e injusta para cargarse el Estado del bienestar
Una fiscalidad escasa e injusta para cargarse el Estado del bienestar
Según datos del Eurostat, la presión fiscal en España es del 34% del PIB, muy por debajo de la media de la eurozona que es del 42%. En Francia el 48%. Un asalariado medio español cobra 26.000 euros anuales y paga al erario, entre impuestos directos e indirectos, un 49%; o sea, aporta 15 puntos por encima de la media. Las grandes fortunas, con ingeniería financiera, sólo tributan el 1% y las grandes empresas en torno al 7% de sus beneficios. De este modo, con una fiscalidad escasa y manifiestamente injusta, además de recaer sobre la clase media el sostenimiento del gasto público, resulta imposible costear el Estado de bienestar o alimentar la hucha de las pensiones.

¡Ay, Carmena! ¡La que estás liando!

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El pasado 20 de junio se celebró el día mundial del refugiado. Europa, para conmemorarlo, contó con poco más que miles de muertes de inocentes acaecidas durante su intrincado éxodo porque, olvidando sus raíces solidarias, ha sido incapaz de dar respuesta a la grave tragedia humana protagonizada por personas que huyen, al igual que nosotros en el pasado, de horrores bélicos, políticos, económicos… Los movimientos migratorios que se han producido a lo largo de los tiempos, y que ahora presenciamos exponencialmente agravados en la aldea global, son imparables. No hay “efecto llamada” sino “efecto huida de la miseria y del horror de la guerra”. Y sean cuales sean las vergonzantes medidas disuasivas que implanten los gobiernos de cualquier rincón del mundo, no existe, ni existirá, fuerza capaz de detener la tremenda acometida de la desesperación humana: para el que todo está perdido, no hay más que perder.
¿Cómo debemos entender el concepto de ciudadanía europea? ¿Qué valores nos sustentan? ¿Nos prohibirán ser hospitalarios? Dos certezas se instalan en mi conciencia para defender a los refugiados: Nadie deja atrás sus raíces, su familia, sus amigos, su país, sus seres queridos, la tierra que le vio nacer, porque sí. Usted que me lee en este preciso momento, y yo, haríamos lo mismo en idénticas circunstancias: buscar lo mejor para nuestras familias.
Parafraseando a Groucho Marx: “Europa, partiendo de la nada, ha logrado alcanzar la más altas cumbres de la miseria intelectual con su único esfuerzo”.
Me niego a aceptar este despropósito. ¡Qué descomunal deshonra para esta decrépita, acomodada e hipócrita Europa!

jueves, 25 de agosto de 2016

La contaminación como arma política

Boina de contaminación sobre Madrid
Boina de contaminación sobre Madrid vista desde la Casa de Campo
David Pérez, alcalde popular de Alcorcón, recurre el protocolo anticontaminación de la capital argumentando que “no se puede cerrar Madrid a mis vecinos como si esto fuera el Berlin [sic] comunista”.
En este asunto, lo trascendental es la salud de todos, incluidos los habitantes de la urbe. Por supuesto que Madrid no es el Berlín comunista, pero hay que evitar que sea una descomunal cámara de gas. Según la Agencia Europea de Medio Ambiente, anualmente al menos 27.000 ciudadanos españoles mueren prematuramente a causa de la contaminación medioambiental, 24 veces más que los fallecidos en accidente de tráfico. Según la OMS, no menos de 44,7 millones de españoles respiramos aire contaminado en 2014. El 95% de la población española respira aire con niveles superiores a lo recomendado por la OMS, principalmente por el tráfico. En Madrid, gobernando el PP, se llegó a superar en 10 veces los límites permitidos sin tomar ninguna medida. Las autoridades deben velar por la salud de los ciudadanos y, lo quiera o no David Pérez, esto afortunadamente va a cambiar.

¡Ay, Carmena! ¡La que estás liando!

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El pasado 20 de junio se celebró el día mundial del refugiado. Europa, para conmemorarlo, contó con poco más que miles de muertes de inocentes acaecidas durante su intrincado éxodo porque, olvidando sus raíces solidarias, ha sido incapaz de dar respuesta a la grave tragedia humana protagonizada por personas que huyen, al igual que nosotros en el pasado, de horrores bélicos, políticos, económicos… Los movimientos migratorios que se han producido a lo largo de los tiempos, y que ahora presenciamos exponencialmente agravados en la aldea global, son imparables. No hay “efecto llamada” sino “efecto huida de la miseria y del horror de la guerra”. Y sean cuales sean las vergonzantes medidas disuasivas que implanten los gobiernos de cualquier rincón del mundo, no existe, ni existirá, fuerza capaz de detener la tremenda acometida de la desesperación humana: para el que todo está perdido, no hay más que perder.
¿Cómo debemos entender el concepto de ciudadanía europea? ¿Qué valores nos sustentan? ¿Nos prohibirán ser hospitalarios? Dos certezas se instalan en mi conciencia para defender a los refugiados: Nadie deja atrás sus raíces, su familia, sus amigos, su país, sus seres queridos, la tierra que le vio nacer, porque sí. Usted que me lee en este preciso momento, y yo, haríamos lo mismo en idénticas circunstancias: buscar lo mejor para nuestras familias.
Parafraseando a Groucho Marx: “Europa, partiendo de la nada, ha logrado alcanzar la más altas cumbres de la miseria intelectual con su único esfuerzo”.
Me niego a aceptar este despropósito. ¡Qué descomunal deshonra para esta decrépita, acomodada e hipócrita Europa!