Estamos en campaña electoral encubierta, y se nota. Mariano Rajoy dice ahora, debe ser que da votos, que acudirá a la Cumbre Mundial sobre el Cambio Climático que se celebrará en París a partir del próximo 30 de noviembre. No hace mucho, cuando estaba en la oposición, minimizaba este asunto restándole importancia y si no, recordar lo que, según él, le decía su primo catedrático de Física Teórica, incapaz de diferenciar entre tiempo y clima: “Yo sé poco de este asunto, pero mi primo supongo que sabrá. Y entonces dijo: He traído aquí a diez de los más importantes científicos del mundo y ninguno me ha garantizado el tiempo que hará mañana en Sevilla. ¿Cómo alguien puede decir lo que va a pasar en el mundo dentro de 300 años? No lo sé. Tampoco lo podemos convertir en el gran problema mundial.”
Como no creo que ahora acuda para obstaculizar las tibias decisiones que allí se tomen, bienvenida la evolución que ha tenido en la percepción de este grave problema, aunque sólo sea por fines de propaganda electoral.
Como no creo que ahora acuda para obstaculizar las tibias decisiones que allí se tomen, bienvenida la evolución que ha tenido en la percepción de este grave problema, aunque sólo sea por fines de propaganda electoral.
Rajoy y su primo |
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En
otro orden de cosas, el otoño sigue avanzando y la ineptitud y dejación
de funciones de la política europea hace que los refugiados continúen
pasándolo muy mal.
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