Puerta principal del cuartel del Bruc |
A pesar de que la ley del Régimen Disciplinario de las Fuerzas Armadas tipifica como falta muy grave «realizar, ordenar o tolerar actos que afecten a la libertad sexual de las personas», en el cuartel militar del Bruc se pretendía realizar un sorteo para contratar los servicios de una prostituta. En los mensajes publicados del grupo soldados que optaban al premio y que hemos conocido, babeaban. Cuando se conoció el caso, se suspendió la rifa.
El Jefe del Regimiento lo denunció; pero, según el juez no existe delito «porque nunca se llegó a contratar a la prostituta».
¿Cómo? ¿O sea que si planeo un atraco al Banco de España o un golpe de Estado y me descubren antes de cometerlos tampoco hay delito porque nunca llegué a dar ninguno de los dos golpes? ¡Venga ya! Si esto es así, apañados estamos.
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