La gran sensibilidad del Presidente |
A cualquier servidor público se le exige empatía para interesarse por los problemas ciudadanos, más cuando se trata de víctimas, y así aliviar su inmenso desconsuelo. En el caso del Yak-42, el entonces ministro Trillo no fue capaz de mitigar un ápice el dolor sino que abrió un tortuoso e intolerable calvario para los familiares: desprecio, mentiras, manipulación para ocultar los fallos...
Mientras, Rajoy observaba sin pestañear, y continuaba con la ruta previamente trazada para su amigo: cuando tocara poder le recompensaría con un retiro de lujo en la Embajada española en Londres, a pesar de no hablar correctamente inglés y no pertenecer al cuerpo diplomático. Ayer, mostrando su delicadeza, sólo dijo que el asunto “ya está sustanciado”.
El PP continúa revelando su sensibilidad como lo hizo con las víctimas del Metro de Valencia, del tren Alvia o con parte de las víctimas del 11-M.
Por favor, mañana las víctimas podemos ser nosotros, ¿cómo es posible que se siga votando a este partido?
¡Ah!, y que se averigüe dónde se quedaron los 125.000 dólares que algunos se embolsaron, diferencia entre los 170.000 que abonó Defensa por el vuelo y los 45.000 que recibió la compañía ucraniana que lo fletó.
Mientras, Rajoy observaba sin pestañear, y continuaba con la ruta previamente trazada para su amigo: cuando tocara poder le recompensaría con un retiro de lujo en la Embajada española en Londres, a pesar de no hablar correctamente inglés y no pertenecer al cuerpo diplomático. Ayer, mostrando su delicadeza, sólo dijo que el asunto “ya está sustanciado”.
El PP continúa revelando su sensibilidad como lo hizo con las víctimas del Metro de Valencia, del tren Alvia o con parte de las víctimas del 11-M.
Por favor, mañana las víctimas podemos ser nosotros, ¿cómo es posible que se siga votando a este partido?
¡Ah!, y que se averigüe dónde se quedaron los 125.000 dólares que algunos se embolsaron, diferencia entre los 170.000 que abonó Defensa por el vuelo y los 45.000 que recibió la compañía ucraniana que lo fletó.
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