El perdón de Cospedal

El PP, por boca de Cospedal, se sigue riendo de todos, aún en los asuntos más delicados

Me indignó escuchar el modo en que la ministra de Defensa pidió perdón por las víctimas del Yak-42. Hasta cuatro veces, pero siempre en nombre del Estado, pervirtiendo el lenguaje, algo que el PP usa estupendamente.
No, señora de Cospedal, no en nombre del Estado. Debería volver a pedir perdón y, esta vez, en nombre del Gobierno o de su partido, que fueron quienes maltrataron a las víctimas y a sus familiares, añadiendo dolor al dolor. La mayoría de la sociedad que conforma el Estado sentimos ese maltrato como propio, por tanto, usted al menos, no pida perdón en mi nombre.
Dejen, usted y su Gobierno, de tomar el pelo agradeciendo en el BOE los servicios prestados a Trillo por un lado y asumiendo el informe del Consejo de Estado por otro. Asúmanlo con todas sus consecuencias, las políticas también. Y, efectivamente, no tenga reparo en pedir perdón pero, eso sí, debe pedirlo en nombre de quien fue el causante de un calvario adicional al insoportable sufrimiento ya de por sí padecido. Y de paso pidan perdón por premiar a Trillo con la embajada londinense.