sábado, 14 de mayo de 2016

La Gran Coalición

El PSOE camino de la gran coalición
Gran expectación mediática, este viernes, en la calle Ferraz
Este pasado viernes en la sede del PSOE se comenzó a escenificar el primer acto de la gran coalición. Este viernes, en la madrileña calle de Ferraz, se prohibió a sus barones territoriales alcanzar acuerdos preelectorales con Podemos para arrebatar al PP el control del Senado. Así, este viernes, se pusieron los cimientos para justificar, tras las elecciones de junio, que ante un mapa político más o menos igual, con un Parlamento fragmentado incapaz de llegar a acuerdos y con el Senado de nuevo en manos del PP ejerciendo un bloqueo implacable ante cualquier reforma, no quedará más remedio, por el bien de España y para no acudir a una nueva cita electoral, que la convergencia hacia una gran coalición con PP y Ciudadanos. De este aciago modo, este funesto viernes, a muchos españoles les truncaron los anhelos de un verdadero cambio.

¡Ay, Carmena! ¡La que estás liando!

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Por otro lado y después de muchos meses de muertes de inocentes, dejación y dudas, se ha consumado lo que muchos europeos contemporáneos jamás pensamos ver: la incapacidad de dar respuesta a una grave crisis de refugiados que huyen, al igual que nosotros en el pasado, de los horrores bélicos, políticos, económicos…
El indecente pacto que ha acordado la política europea para expulsar a Turquía a los refugiados que llegan a Grecia, es una burla colosal que incumple los principios de derecho internacional por quebrantar las garantías de protección, que Europa tiene obligación de cumplir, como son la Convención de Ginebra y el Estatuto de los Refugiados, porque así lo manifiesta en su artículo 18 la Carta Europea. Todo lo demás es pura patraña. Los europeos decentes nos hallamos sumidos en la consternación, la indignación, el dolor  y el sonrojo. Incluso varias ONG como Médicos Sin Fronteras o ACNUR, han suspendido todas sus actividades en el centro de registro de refugiados por entender que se ha convertido en un ignominioso centro de detención.
Con esta firma Europa olvida sus raíces cristianas. ¿Cómo entenderemos, a partir de este indecente acuerdo, el concepto de ciudadanía europea? ¿Qué valores nos sustentarán? ¿Estará prohibido ser hospitalario en Europa? A pesar de esta obscena traición a nuestros principios solidarios, nada frenará el flujo si el horror persiste. Seguirán intentándolo una y otra vez.
Dos certezas se instalan en mi conciencia para defender a los refugiados: Nadie deja atrás sus raíces, su familia, sus amigos, su país, sus seres queridos, la tierra que le vio nacer, porque sí. Usted que me lee en este preciso momento, y yo, haríamos lo mismo en idénticas circunstancias: buscar lo mejor para nuestras familias.
Parafraseando a Groucho Marx: “Europa, partiendo de la nada, ha logrado alcanzar la más altas cumbres de la miseria humana con su único esfuerzo” y el compromiso que mantiene con los derechos humanos es puro delirio.
Me niego a aceptar este despropósito. ¡Qué descomunal deshonra para esta decrépita, acomodada e hipócrita Europa!

jueves, 12 de mayo de 2016

El pretendido “cambio” de Pedro Sánchez

El Senado debería reflejar lo que votan los ciudadanos
El sistema electoral empleado para asignar los escaños en el Senado hace que, habitualmente, la fuerza política más votada de cada circunscripción se lleve la mayoría de esos escaños. Así el PP, con menos del 30% de los votos, cuenta con el 60% de los asientos. Tanto el Senado, como el Parlamento, deberían ser reflejo de lo que votan los ciudadanos. Por eso, el rotundo no, sin reflexionar, de Pedro Sánchez a Podemos para estudiar un posible acuerdo de confluencia en las papeletas de la Cámara Alta, además de sorprendente, deja en evidencia su pretendido “gobierno de cambio”. Está meridianamente claro que si el PP vuelve a tener mayoría absoluta en el Senado, nada verdaderamente importante cambiará en España. Y así resulta imposible el “cambio”.

¡Ay, Carmena! ¡La que estás liando!
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Por otro lado y después de muchos meses de muertes de inocentes, dejación y dudas, se ha consumado lo que muchos europeos contemporáneos jamás pensamos ver: la incapacidad de dar respuesta a una grave crisis de refugiados que huyen, al igual que nosotros en el pasado, de los horrores bélicos, políticos, económicos…
El indecente pacto que ha acordado la política europea para expulsar a Turquía a los refugiados que llegan a Grecia, es una burla colosal que incumple los principios de derecho internacional por quebrantar las garantías de protección, que Europa tiene obligación de cumplir, como son la Convención de Ginebra y el Estatuto de los Refugiados, porque así lo manifiesta en su artículo 18 la Carta Europea. Todo lo demás es pura patraña. Los europeos decentes nos hallamos sumidos en la consternación, la indignación, el dolor  y el sonrojo. Incluso varias ONG como Médicos Sin Fronteras o ACNUR, han suspendido todas sus actividades en el centro de registro de refugiados por entender que se ha convertido en un ignominioso centro de detención.
Con esta firma Europa olvida sus raíces cristianas. ¿Cómo entenderemos, a partir de este indecente acuerdo, el concepto de ciudadanía europea? ¿Qué valores nos sustentarán? ¿Estará prohibido ser hospitalario en Europa? A pesar de esta obscena traición a nuestros principios solidarios, nada frenará el flujo si el horror persiste. Seguirán intentándolo una y otra vez.
Dos certezas se instalan en mi conciencia para defender a los refugiados: Nadie deja atrás sus raíces, su familia, sus amigos, su país, sus seres queridos, la tierra que le vio nacer, porque sí. Usted que me lee en este preciso momento, y yo, haríamos lo mismo en idénticas circunstancias: buscar lo mejor para nuestras familias.
Parafraseando a Groucho Marx: “Europa, partiendo de la nada, ha logrado alcanzar la más altas cumbres de la miseria humana con su único esfuerzo” y el compromiso que mantiene con los derechos humanos es puro delirio.
Me niego a aceptar este despropósito. ¡Qué descomunal deshonra para esta decrépita, acomodada e hipócrita Europa!

miércoles, 11 de mayo de 2016

El acuerdo Podemos – IU

Pacto Podemos e Izquierda Unida
En política las sumas, a veces, multiplican
Debido a que en España tenemos 52 circunscripciones electorales, 4 + 2  no suma seis sino que puede representar bastante más. Esto es algo que saben muy bien Izquierda Unida, que en las últimas elecciones obtuvo dos parlamentarios y cada escaño le costó más de 461.000 votos, mientras que al PP sólo le suponía 58.000 y Podemos, a quien también sus diputados le salieron más caro que a PP y PSOE. Como no se ha querido modificar una ley electoral visiblemente injusta, que beneficia a los partidos mayoritarios, se ha pactado una alianza que minimice esta arbitraria desventaja en una contienda que debería ser para todos igual. Seguro que en junio podremos comprobar que, la alianza de Podemos e IU no suma… sino que multiplica. De ahí la preocupación de los partidos tradicionalmente mayoritarios.

¡Ay, Carmena! ¡La que estás liando!
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Por otro lado y después de muchos meses de muertes de inocentes, dejación y dudas, se ha consumado lo que muchos europeos contemporáneos jamás pensamos ver: la incapacidad de dar respuesta a una grave crisis de refugiados que huyen, al igual que nosotros en el pasado, de los horrores bélicos, políticos, económicos…
El indecente pacto que ha acordado la política europea para expulsar a Turquía a los refugiados que llegan a Grecia, es una burla colosal que incumple los principios de derecho internacional por quebrantar las garantías de protección, que Europa tiene obligación de cumplir, como son la Convención de Ginebra y el Estatuto de los Refugiados, porque así lo manifiesta en su artículo 18 la Carta Europea. Todo lo demás es pura patraña. Los europeos decentes nos hallamos sumidos en la consternación, la indignación, el dolor  y el sonrojo. Incluso varias ONG como Médicos Sin Fronteras o ACNUR, han suspendido todas sus actividades en el centro de registro de refugiados por entender que se ha convertido en un ignominioso centro de detención.
Con esta firma Europa olvida sus raíces cristianas. ¿Cómo entenderemos, a partir de este indecente acuerdo, el concepto de ciudadanía europea? ¿Qué valores nos sustentarán? ¿Estará prohibido ser hospitalario en Europa? A pesar de esta obscena traición a nuestros principios solidarios, nada frenará el flujo si el horror persiste. Seguirán intentándolo una y otra vez.
Dos certezas se instalan en mi conciencia para defender a los refugiados: Nadie deja atrás sus raíces, su familia, sus amigos, su país, sus seres queridos, la tierra que le vio nacer, porque sí. Usted que me lee en este preciso momento, y yo, haríamos lo mismo en idénticas circunstancias: buscar lo mejor para nuestras familias.
Parafraseando a Groucho Marx: “Europa, partiendo de la nada, ha logrado alcanzar la más altas cumbres de la miseria humana con su único esfuerzo” y el compromiso que mantiene con los derechos humanos es puro delirio.
Me niego a aceptar este despropósito. ¡Qué descomunal deshonra para esta decrépita, acomodada e hipócrita Europa!

martes, 10 de mayo de 2016

Tutela electoral Europea

Pucherazo electoral europeo para el 26J
Se adivina otro pucherazo electoral
De nuevo Europa se muestra diligentemente dispuesta a intervenir en nuestras elecciones. Lo hizo en diciembre pasado cuando silenció que los presupuestos presentados por el Gobierno de Rajoy deberían recortarse en 10.000 millones de euros, y lo hará el 26 J cuando decida retrasar la multa por déficit excesivo, y reiterado durante sus cuatro años de mandato, para “no interferir en la campaña electoral”. La pretendida “no interferencia” ya supone una injerencia en las cuestiones soberanas españolas al imperdir que las sanciones establecidas sigan sus plazos naturales.
Tanto interés en tutelarnos resulta sospechosamente intolerable.

¡Ay, Carmena! ¡La que estás liando!

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Por otro lado y después de muchos meses de muertes de inocentes, dejación y dudas, se ha consumado lo que muchos europeos contemporáneos jamás pensamos ver: la incapacidad de dar respuesta a una grave crisis de refugiados que huyen, al igual que nosotros en el pasado, de los horrores bélicos, políticos, económicos…
El indecente pacto que ha acordado la política europea para expulsar a Turquía a los refugiados que llegan a Grecia, es una burla colosal que incumple los principios de derecho internacional por quebrantar las garantías de protección, que Europa tiene obligación de cumplir, como son la Convención de Ginebra y el Estatuto de los Refugiados, porque así lo manifiesta en su artículo 18 la Carta Europea. Todo lo demás es pura patraña. Los europeos decentes nos hallamos sumidos en la consternación, la indignación, el dolor  y el sonrojo. Incluso varias ONG como Médicos Sin Fronteras o ACNUR, han suspendido todas sus actividades en el centro de registro de refugiados por entender que se ha convertido en un centro de detención.
Con esta firma Europa olvida sus raíces cristianas. ¿Cómo entenderemos, a partir de este indecente acuerdo, el concepto de ciudadanía europea? ¿Qué valores nos sustentarán? ¿Estará prohibido ser hospitalario en Europa? A pesar de esta obscena traición a nuestros principios solidarios, nada frenará el flujo si el horror persiste. Seguirán intentándolo una y otra vez.
Dos certezas se instalan en mi conciencia para defender a los refugiados: Nadie deja atrás sus raíces, su familia, sus amigos, su país, sus seres queridos, la tierra que le vio nacer, porque sí. Usted que me lee en este preciso momento, y yo, haríamos lo mismo en idénticas circunstancias: buscar lo mejor para nuestras familias.
Parafraseando a Groucho Marx: “Europa, partiendo de la nada, ha logrado alcanzar la más altas cumbres de la miseria humana con su único esfuerzo” y el compromiso que mantiene con los derechos humanos es puro delirio.
Me niego a aceptar este despropósito. ¡Qué descomunal deshonra para esta decrépita, acomodada e hipócrita Europa!

viernes, 6 de mayo de 2016

El BCE y los billetes de 500 euros

La amnistía fiscal del BCE
La amnistía fiscal del BCE
El BCE, para hacernos creer que lucha contra el crimen y el blanqueo, decide dejar de fabricar los billetes de 500 euros pero mantiene los que ya circulan sine die. Vamos, que esto es una regularización encubierta, una amnistía fiscal generalizada a la delincuencia. Si de verdad se pretendía luchar contra el terrorismo, el tráfico de armas, de drogas, los estafadores, la corrupción, con sus corruptos y corruptores, lo que deberían haber hecho era retirarlos y prohibir su circulación de manera inmediata, pudiéndose canjear sólo en entidades autorizadas a tal efecto siempre que se pruebe nítidamente el origen limpio de ese dinero. Medidas claramente insuficientes como ésta, de cara a la galería, se las podían ahorrar.

¡Ay, Carmena! ¡La que estás liando!

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Por otro lado y después de muchos meses de muertes de inocentes, dejación y dudas, se ha consumado lo que muchos europeos contemporáneos jamás pensamos ver: la incapacidad de dar respuesta a una grave crisis de refugiados que huyen, al igual que nosotros en el pasado, de los horrores bélicos, políticos, económicos…
El indecente pacto que ha acordado la política europea para expulsar a Turquía a los refugiados que llegan a Grecia, es una burla colosal que incumple los principios de derecho internacional por quebrantar las garantías de protección, que Europa tiene obligación de cumplir, como son la Convención de Ginebra y el Estatuto de los Refugiados, porque así lo manifiesta en su artículo 18 la Carta Europea. Todo lo demás es pura patraña. Los europeos decentes nos hallamos sumidos en la consternación, la indignación, el dolor  y el sonrojo. Incluso varias ONG como Médicos Sin Fronteras o ACNUR, han suspendido todas sus actividades en el centro de registro de refugiados por entender que se ha convertido en un centro de detención.
Con esta firma Europa olvida sus raíces cristianas. ¿Cómo entenderemos, a partir de este indecente acuerdo, el concepto de ciudadanía europea? ¿Qué valores nos sustentarán? ¿Estará prohibido ser hospitalario en Europa? A pesar de esta obscena traición a nuestros principios solidarios, nada frenará el flujo si el horror persiste. Seguirán intentándolo una y otra vez.
Dos certezas se instalan en mi conciencia para defender a los refugiados: Nadie deja atrás sus raíces, su familia, sus amigos, su país, sus seres queridos, la tierra que le vio nacer, porque sí. Usted que me lee en este preciso momento, y yo, haríamos lo mismo en idénticas circunstancias: buscar lo mejor para nuestras familias.
Parafraseando a Groucho Marx: “Europa, partiendo de la nada, ha logrado alcanzar la más altas cumbres de la miseria humana con su único esfuerzo” y el compromiso que mantiene con los derechos humanos es puro delirio.
Me niego a aceptar este despropósito. ¡Qué descomunal deshonra para esta decrépita, acomodada e hipócrita Europa!

jueves, 5 de mayo de 2016

Más responsabilidad en política

Imaginemos un escenario factible: lunes, 27 de junio. La coalición de Podemos e Izquierda Unida arrebatan la hegemonía de la izquierda al PSOE. Si esta alianza trata de pactar con la formación de Pedro Sánchez y, finalmente, las negociaciones no llegaran a buen puerto ¿qué opinarían en el PSOE si les acusaran de haberse puesto de acuerdo con Rajoy para que no gobiernen? ¿Estarían diciendo no al cambio? ¿A que no sería responsable esta simplificación de la política?

¡Ay, Carmena! ¡La que estás liando!

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Por otro lado y después de muchos meses de muertes de inocentes, dejación y dudas, se ha consumado lo que muchos europeos contemporáneos jamás pensamos ver: la incapacidad de dar respuesta a una grave crisis de refugiados que huyen, al igual que nosotros en el pasado, de los horrores bélicos, políticos, económicos…
El indecente pacto que ha acordado la política europea para expulsar a Turquía a los refugiados que llegan a Grecia, es una burla colosal que incumple los principios de derecho internacional por quebrantar las garantías de protección, que Europa tiene obligación de cumplir, como son la Convención de Ginebra y el Estatuto de los Refugiados, porque así lo manifiesta en su artículo 18 la Carta Europea. Todo lo demás es pura patraña. Los europeos decentes nos hallamos sumidos en la consternación, la indignación, el dolor  y el sonrojo. Incluso varias ONG como Médicos Sin Fronteras o ACNUR, han suspendido todas sus actividades en el centro de registro de refugiados por entender que se ha convertido en un centro de detención.
Con esta firma Europa olvida sus raíces cristianas. ¿Cómo entenderemos, a partir de este indecente acuerdo, el concepto de ciudadanía europea? ¿Qué valores nos sustentarán? ¿Estará prohibido ser hospitalario en Europa? A pesar de esta obscena traición a nuestros principios solidarios, nada frenará el flujo si el horror persiste. Seguirán intentándolo una y otra vez.
Dos certezas se instalan en mi conciencia para defender a los refugiados: Nadie deja atrás sus raíces, su familia, sus amigos, su país, sus seres queridos, la tierra que le vio nacer, porque sí. Usted que me lee en este preciso momento, y yo, haríamos lo mismo en idénticas circunstancias: buscar lo mejor para nuestras familias.
Parafraseando a Groucho Marx: “Europa, partiendo de la nada, ha logrado alcanzar la más altas cumbres de la miseria humana con su único esfuerzo” y el compromiso que mantiene con los derechos humanos es puro delirio.
Me niego a aceptar este despropósito. ¡Qué descomunal deshonra para esta decrépita, acomodada e hipócrita Europa!

lunes, 2 de mayo de 2016

El Tratado de Libre Comercio e Inversión (TTIP)

Stop al TTIP. Legislar para las élites es corrupción
Stop al TTIP. Legislar para las élites es corrupción
En estricto secreto y desde junio de 2013, Estados Unidos y la Unión Europea, junto a potentes lobbies que defienden los intereses de grandes empresas, negocian la aprobación definitiva de un Tratado comercial bilateral que pretende conciliar la normativa a ambos lados del Atlántico. Al modificar leyes laborales y salarios, dañará gravemente nuestras conquistas sociales menoscabando nuestro estilo de vida. A pesar del disfraz con que lo visten, está hecho por y para las multinacionales que tendrán capacidad de redactar leyes y recortar derechos, hasta tal punto que en lo jurídico, si consideran que alguna política europea laboral, medioambiental, fiscal o alimentaria merma sus beneficios, presentes o futuros, podrán demandar a los países en tribunales de arbitraje privados, y opacos, que estarán por encima de los tribunales de cada estado. El Tratado concernirá a todos los sectores económicos y fomentará la privatización de servicios públicos esenciales, como la sanidad, el agua, la educación o la energía, al considerarlos elementos de consumo. La industria alimentaria estará autorizada a usar nuevos transgénicos, hormonas, antibióticos, y plaguicidas tóxicos, que no serán sometidos a los controles actuales y podrán clonar animales para consumo humano. En el sector energético se acabará con la protección medioambiental al permitir la fractura hidráulica (el desastroso y temible fracking) y no tener en cuenta el acuerdo de mínimos de París en cuanto a emisiones de CO2, recrudeciendo el cambio climático. En el sector agrario se acelerará la desaparición de los pequeños agricultores encaminando el mundo rural a una muerte cierta. Los lobbies de la industria farmacéutica han presionado para que se aumenten los controles sobre los medicamentos genéricos, lo que llevará a un encarecimiento de los mismos proporcional al deterioro de nuestra salud.
Pero ¿por qué se negocia a puerta cerrada? ¿Es esto democrático? Legislar para las élites también es corrupción y lo que es la utopía de los poderosos será nuestra cruel realidad si no actuamos. El planeta que habitamos y los seres que en él vivimos nunca debemos quedar al albur de los intereses de las empresas, sino al revés: son las empresas las que deben someterse al interés de las personas. Como individuos somos responsables de legar a nuestros descendientes un mundo mejor que el que encontramos. En eso consiste la existencia, y no cabe duda de que si este Tratado sale adelante el mundo que se encontrarán será mucho peor que el que a nosotros nos legaron.
Incluso Alfred de Zayas, comisionado por la ONU, anima a los particulares a recurrirlo ante los tribunales al vulnerar los derechos fundamentales e ir contra los principios de Naciones Unidas.
En Francia, en estos días, se está viviendo una batalla de esta guerra con la dura reforma laboral, inspirada en la española de Rajoy, iniciada por Zapatero y González, que están pretendiendo sacar adelante y que está siendo ampliamente contestada en la calle.

¡Ay, Carmena! ¡La que estás liando!

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Por otro lado y después de muchos meses de muertes de inocentes, dejación y dudas, se ha consumado lo que muchos europeos contemporáneos jamás pensamos ver: la incapacidad de dar respuesta a una grave crisis de refugiados que huyen, al igual que nosotros en el pasado, de los horrores bélicos, políticos, económicos…
El indecente pacto que ha acordado la política europea para expulsar a Turquía a los refugiados que llegan a Grecia, es una burla colosal que incumple los principios de derecho internacional por quebrantar las garantías de protección, que Europa tiene obligación de cumplir, como son la Convención de Ginebra y el Estatuto de los Refugiados, porque así lo manifiesta en su artículo 18 la Carta Europea. Todo lo demás es pura patraña. Los europeos decentes nos hallamos sumidos en la consternación, la indignación, el dolor  y el sonrojo. Incluso varias ONG como Médicos Sin Fronteras o ACNUR, han suspendido todas sus actividades en el centro de registro de refugiados por entender que se ha convertido en un centro de detención.
Con esta firma Europa olvida sus raíces cristianas. ¿Cómo entenderemos, a partir de este indecente acuerdo, el concepto de ciudadanía europea? ¿Qué valores nos sustentarán? ¿Estará prohibido ser hospitalario en Europa? A pesar de esta obscena traición a nuestros principios solidarios, nada frenará el flujo si el horror persiste. Seguirán intentándolo una y otra vez.
Dos certezas se instalan en mi conciencia para defender a los refugiados: Nadie deja atrás sus raíces, su familia, sus amigos, su país, sus seres queridos, la tierra que le vio nacer, porque sí. Usted que me lee en este preciso momento, y yo, haríamos lo mismo en idénticas circunstancias: buscar lo mejor para nuestras familias.
Parafraseando a Groucho Marx: “Europa, partiendo de la nada, ha logrado alcanzar la más altas cumbres de la miseria humana con su único esfuerzo” y el compromiso que mantiene con los derechos humanos es puro delirio.
Me niego a aceptar este despropósito. ¡Qué descomunal deshonra para esta decrépita, acomodada e hipócrita Europa!