martes, 11 de agosto de 2020

El cambio de hora

2020 está siendo un año aciago, de mucho dolor y ruido; pero poco a poco se acerca a su fin. Mientras, 2021, fecha clave para eliminar el cambio horario, se prepara. No falta tanto y me pregunto si las aerolíneas, que en 2018 lo paralizaron, han trabajado en ello. Con la cancelación de vuelos por la covid-19, tiempo habrán tenido.España continental, por su longitud en el mapa, debería emplear el huso horario de Greenwich y no el de Europa Central, e igualarse con Reino Unido, Portugal o nuestras bellas islas Canarias. Lo natural sería parar el reloj con una hora de adelanto con el sol, como en invierno, y no dos. Sin más cambios, nuestro ritmo circadiano —que dirige nuestra cadencia de sueño y vigilia— estará afinado con el ciclo solar, sin soportar cada seis meses un trastorno añadido que afecta a niños, ancianos y enfermos. Para que no sea otro compromiso incumplido es el momento de abordar, con rigor y madurez, el sentido del huso horario que mantenemos y sus cambios estacionales.

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