Feijóo no sabe qué modelo seguir. Ha escogido el peor |
El PP tiene la certeza de que solo él puede gobernar. Por eso cuando pierde se torna antisistema y rechaza los resultados electorales, como ocurrió en 1993, miente como en 2004 para retener el poder atribuyendo la autoría del más terrible atentado en suelo español a ETA, o, como ahora, incumple la Constitución bloqueando la renovación de órganos institucionales durante años y discute los excelentes datos de empleo usando la Airef, pese a que este organismo jamás ha puesto en duda su veracidad.
Aunque en política no todo es lícito, Feijóo, al no encontrarse a sí mismo, emula a Casado y esparce barbaridades para derribar al Ejecutivo, cruzando tercamente el límite: cuestiona la legitimidad del Gobierno, pone en duda el sistema electoral, agravia dentro y fuera del Senado, denigra a España en el extranjero, siembra sospechas por Europa… y, lo peor, crispa faltando a la verdad para hacer irrespirable la vida pública tensionando la sociedad y socavando el tejido institucional desde dentro.