¿Cuándo abandonara el PP el franquismo recalcitrante? |
Es inaudito que tras conocer la legal, justa y necesaria exhumación de dos asesinos psicópatas y genocidas de la basílica de La Macarena de Sevilla –Queipo de Llano y Bohórquez–, Feijóo se lamentara con esas palabras. Y con descaro añadió que «no va a hacer política con los muertos», cuando no para de utilizarlos nombrando mil veces a ETA.
Estos criminales de guerra sacados de un lugar destacado de uso público, son responsables de más de 45.000 asesinatos –en su mayoría hombres, mujeres y niños que ni siquiera empuñaron las armas–, de bombardear y masacrar a 5.000 civiles que huían de Málaga a Almería y de animar a su tropa a violar, purgar y torturar.
El PP, una y otra vez, sigue siendo incapaz de cortar sus lazos con el siniestro franquismo. Siempre los mismos y pueriles argumentos: ahora es muy tarde, antes muy pronto, el pasado, los vivos, pelillos a la mar, peleas de abuelos… La dolorosa realidad: un cruento golpe de Estado, 3 años de guerra civil, casi 600.000 muertos, 40 años de sangrienta y aterradora dictadura y más de 40 años de atraso social, cultural y económico.
Para que haya paz, no hay que tergiversar el pasado y sí saber dónde están los asesinados para poder honrarlos, expulsar a los verdugos de catedrales, museos, iglesias, calles o plazas y jamás mofarse de las víctimas, como hizo Rafael Hernando, o tratar de blindar el Valle de Cuelgamuros como pretende Ayuso, ni enaltecer a los golpistas como hacen Almeida y tantos otros del PP en cuanto pueden.