La inflación solo sirve para empobrecer a los de siempre y enriquecer a los ricos |
Aunque los economistas liberales afirman que contribuye al bienestar de la economía porque el mercado determina sus propias dinámicas, la inflación es un inquietante engendro capitalista que a menudo recorre el mundo dañando el nivel de vida y la capacidad de consumo de los más desfavorecidos. Los liberales lo justifican con su vaca sagrada –el axioma de la usurera ley de la oferta y la demanda–, según la cual, si hay demanda, los precios han subir hasta equilibrarse con la oferta. ¿Por qué? Ya ganarán dinero vendiendo más.
La realidad, salvo excepciones, es el animus lucrandi con incremento desmedido de los márgenes de beneficios para mantener o subir el estatus o poner al Gobierno contra las cuerdas; baste recordar, salvando las distancias, el Chile de Allende.
Hay que hacer más. No puede ser que, servicios y artículos de primera necesidad estén al albur de la codicia capitalista. Estamos en guerra y, ante el abuso, debería intervenirse el mercado topando precios o creando impuestos.