Aunque no me gusta ninguna bandera, me revienta quienes la patrimonializan en actos de división |
Jamás me he identificado con patria, himno o bandera. Me siento ciudadano del universo; pero si aun así insisten en ubicarme, busquen donde están los que amo y donde el Estado procura sanidad, educación y servicios sociales de calidad a todos. Y, si quieren asignarme una bandera, la de la solidaridad entre pueblos.
Cuando alguien se molesta porque no me reconozco en una tela sujeta a un asta, le digo que no creo en un acto de fe colectivo basado en la distinción del lenguaje, cultura y territorio, cuando no de raza, que suele derivar en exclusión y odio en vez de un enriquecedor intercambio étnico y cultural.
Pero lo que más ayuda a reafirmar mi convicción, es ver cómo en actos partidistas de protesta se envuelven en la enseña patria y utilizan el himno. Logran –y a lo mejor es lo que desean– que los que no simpatizamos con sus reivindicaciones, acabemos mirando la bandera con recelo. Les pediría que, en actos ideológicos, usen emblemas de partido y no patrimonialicen lo que es de todos.
Cuando alguien se molesta porque no me reconozco en una tela sujeta a un asta, le digo que no creo en un acto de fe colectivo basado en la distinción del lenguaje, cultura y territorio, cuando no de raza, que suele derivar en exclusión y odio en vez de un enriquecedor intercambio étnico y cultural.
Pero lo que más ayuda a reafirmar mi convicción, es ver cómo en actos partidistas de protesta se envuelven en la enseña patria y utilizan el himno. Logran –y a lo mejor es lo que desean– que los que no simpatizamos con sus reivindicaciones, acabemos mirando la bandera con recelo. Les pediría que, en actos ideológicos, usen emblemas de partido y no patrimonialicen lo que es de todos.