Al igual que el cojo manteca, en el madrileño barrio de Salamanca maltratan el mobiliario urbano |
Estamos en estado de alarma y no por antojo, y los epidemiólogos recomiendan salvaguardar la salud pública con distanciamiento social. Aunque se puede discrepar y manifestar el desacuerdo, resulta paradójico que los manifestantes que estos días exigen «libertad», además de tener todo y vivir en pisos enormes, vean a Franco con buenos ojos. Reclaman, por ser quienes son, poder moverse y reunirse –algo que todos tenemos lógicamente restringido–, dijeron a toro pasado que nos confinaron tarde y echaron pestes por la manifestación del 8M, cuando en España había 16 muertos y ahora con cerca de 28.000 exigen apiñarse. Incongruente.
Por cierto, patético comportamiento de la presidenta de la Comunidad de Madrid alentando a la protesta contra «un mando único dictatorial» que coarta la «libertad de empresa» –la bolsa antes que la vida– mientras alerta de que esta manifestación «parecerá una broma cuando de verdad la gente salga a la calle». Actuando así, parece el “miniyo” de Donald Trump.
Por cierto, patético comportamiento de la presidenta de la Comunidad de Madrid alentando a la protesta contra «un mando único dictatorial» que coarta la «libertad de empresa» –la bolsa antes que la vida– mientras alerta de que esta manifestación «parecerá una broma cuando de verdad la gente salga a la calle». Actuando así, parece el “miniyo” de Donald Trump.
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