Nuestro consumismo desmedido nos aboca al desastre |
Según alerta el Fondo Mundial para la Naturaleza (WWF), el pasado 1 de agosto la humanidad agotó los recursos que el planeta puede regenerar en un año. Esto implica que a 31 de diciembre habremos consumido 1,7 planetas como el nuestro. Ahora bien, este dato es solo la media. Si todos los habitantes del mundo siguieran el tren de vida de los españoles, se necesitarían 2,3 planetas y, si viviéramos como en EE.UU., deterioraríamos 5 Tierras.
Consumir así, además de insostenible, es criminalmente irresponsable: dilapidamos los recursos de las generaciones futuras, que no son otras que nuestros hijos y nietos. Y lo alarmante es que cada año anticipamos este exceso de consumo: en 1970, a 31 de diciembre estábamos a la par. En 1999 esto ocurría a finales de septiembre.
El consumismo desenfrenado e insostenible es egoísta. Debemos ser respetuosos con la naturaleza y no gastar más de lo que es capaz de darnos, lo contrario es vivir a crédito a costa de expoliar el devenir de nuestros seres más queridos.
Consumir así, además de insostenible, es criminalmente irresponsable: dilapidamos los recursos de las generaciones futuras, que no son otras que nuestros hijos y nietos. Y lo alarmante es que cada año anticipamos este exceso de consumo: en 1970, a 31 de diciembre estábamos a la par. En 1999 esto ocurría a finales de septiembre.
El consumismo desenfrenado e insostenible es egoísta. Debemos ser respetuosos con la naturaleza y no gastar más de lo que es capaz de darnos, lo contrario es vivir a crédito a costa de expoliar el devenir de nuestros seres más queridos.