Cartel de la Fundación Cepaim |
Escuchar al ministro del Interior Grande-Marlaska justificar que las devoluciones en caliente –violación de derechos humanos– fueron «conforme a la legalidad vigente», me retrotrae a tiempos pretéritos que desearía olvidar. Serán legales, pero ¿dónde queda la solidaridad debida con las personas que pretenden, como haríamos nosotros en idénticas circunstancias –usted, señor ministro, incluido–, mejorar sus vidas? Además, hay varios heridos con cortes profundos provocados por las concertinas, ¿no iban a quitarlas con «carácter inmediato»?
Por favor, no nos machaquen las ilusiones tan rápidamente porque, entre viajes de ocio a conciertos en el avión presidencial, negarse a investigar las acusaciones de Corinna, imposiciones o excusas a flagrantes atentados a los derechos humanos, nos erosionan el alma. Si continúan por esta senda conservadora, van a darle la razón a Giuseppe di Lampedusa cuando escribió en “El gatopardo” que es «necesario que todo cambie para que todo siga igual».
Por favor, no nos machaquen las ilusiones tan rápidamente porque, entre viajes de ocio a conciertos en el avión presidencial, negarse a investigar las acusaciones de Corinna, imposiciones o excusas a flagrantes atentados a los derechos humanos, nos erosionan el alma. Si continúan por esta senda conservadora, van a darle la razón a Giuseppe di Lampedusa cuando escribió en “El gatopardo” que es «necesario que todo cambie para que todo siga igual».
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