El PSOE vira hacia el naranja de Ciudadanos |
En su pacto con Ciudadanos, partido de derechas según manifiestan los españoles en el barómetro del CIS, ha renunciado a muchos de sus principios y desechado algunas promesas electorales, como eran la derogación de la última reforma laboral y la llamada “Ley Mordaza”, por cierto duramente criticada en el último informe de Amnistía Internacional. Pero el PSOE no quiere reconocer este taimado proceder y, en lugar de asumirlo y sostenerlo, ataca a Podemos equiparándolo al PP por ser coherente y no apoyarlo en esta paulatina evolución derechista. Parece increíble que en este partido no hayan extraído la consecuencia de que sus pésimos resultados electorales llegan precisamente por eso, por haber traicionado sus principios. Hace años, y con Felipe González, se dijo que de su logo se estaban cayendo la S (socialista) y la O (obrero), quedándose sólo en PE (partido español).
Bien es verdad que no todo es malo en este pacto. Pero es tan poquito, tan exiguo que no es suficiente para un verdadero cambio. Si la investidura de Pedro Sánchez saliera adelante así, ocurriría lo que ya advirtió el fabulista romano Fedro: “En un cambio de gobierno, el pobre rara vez cambia de otra cosa que no sea el nombre de su amo”.
¡Ay,
Carmena! ¡La que estás liando!
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Cambiando de tema, aunque el tema es
candente y hace mucho tiempo que está ahí, el inclemente, duro y frío invierno
hace mucho tiempo que llegó, señor Jean-Claude Juncker, presidente de la CE, y es duro de verdad para
los que recorren como pueden los campos Europa, y sus palabras de
tahúr, a estas alturas,
resuenan pomposas, grandilocuentes, infladas, afectadas, hipócritas, engañosas,
falsas, tramposas, insensibles, vacías, huecas y febles, mientras la ineptitud y
dejación de funciones de su política europea, entre cuyas transcendentales
obligaciones está el vinculante cumplimiento, desde 2009, de la Carta de los Derechos
Fundamentales de la UE
que, en su artículo 18 sobre el Derecho de Asilo reza: “Se garantiza el derecho
de asilo dentro del respeto de las
normas de la Convención de Ginebra de 28 de julio de 1951 y del Protocolo de 31
de enero de 1967 sobre el Estatuto de los Refugiados y de conformidad con el
Tratado constitutivo de la Comunidad
Europea”. Mientras, su desidia continúa azotando a miles y miles de
refugiados, niños, jóvenes, adultos y ancianos que viven un innecesario y
trágico calvario por los barrizales y costas de Europa que muchas veces acaba
trocando su anhelo de paz por la lóbrega y fría tumba. Gobernantes de Europa:
Asuman sus responsabilidades o que todas estas víctimas inocentes, incluidas
las pequeñas vidas truncadas, atormenten sus adineradas pero pobres
conciencias.
Me reitero en dos certidumbres:
• Nadie deja atrás sus raíces, su
familia, sus amigos, su país, la tierra que le vio nacer, porque sí.
• Usted, señor Jean-Claude Juncker, usted
que me lee en este preciso momento, y yo, haríamos lo mismo que ellos en idénticas
circunstancias: buscar lo mejor para nuestra familia.
¡Qué monumental deshonra para esta vieja,
acomodada e hipócrita Europa!