Esperanza Aguirre, siempre una política astuta |
Esperanza Aguirre, acosada por la corrupción, vuelve a dimitir, pero no se marcha. Bueno, sólo un poquito, pero se vuelve a quedar. En realidad lo que hace es adelantar una salida ya anunciada: en dos o tres meses se celebrará el Congreso Regional en donde, previsiblemente, dejaría de ser presidenta del PP madrileño. Esto suena un poco a que la dimisión que se pactó fue una dimisión en diferido, y como fue una dimisión en defini… en diferido en forma efectivamente de simulación de… simulación o de lo que hubiera sido en diferido en partes de una…
Resumiendo, con esta sagaz jugada se quita de en medio momentáneamente, por lo que pueda venir, dejando a su sustituto una tarea muy ingrata. También, durante su rueda de prensa manifestó con desparpajo que siempre “hace lo que haría un político británico” en sus circunstancias. Un poco tarde ¿no?, ya en 2005 cuando el concejal del PP en el ayuntamiento de Majadahonda José Luis Peñas, junto a su también compañero y concejal Juan José Moreno, denunciaron en su partido las conductas “inmorales e irregulares” que se estaban produciendo, en vez de iniciar una investigación, lo que ordenó fue la apertura de sendos expedientes de expulsión. Ese fue un buen momento para dimitir ya que miró para otro lado. Además, si tanto le encandilan los modos de hacer política en Gran Bretaña, no cabe duda que en su misma situación un político británico hubiera dimitido de todos sus cargos, incluido el de concejal. En cualquier caso, esta no retirada indica que algo se trae entre manos. ¡Alerta, Mariano!
Hay que ver, Carmena, ¡la que estás liando!
Resumiendo, con esta sagaz jugada se quita de en medio momentáneamente, por lo que pueda venir, dejando a su sustituto una tarea muy ingrata. También, durante su rueda de prensa manifestó con desparpajo que siempre “hace lo que haría un político británico” en sus circunstancias. Un poco tarde ¿no?, ya en 2005 cuando el concejal del PP en el ayuntamiento de Majadahonda José Luis Peñas, junto a su también compañero y concejal Juan José Moreno, denunciaron en su partido las conductas “inmorales e irregulares” que se estaban produciendo, en vez de iniciar una investigación, lo que ordenó fue la apertura de sendos expedientes de expulsión. Ese fue un buen momento para dimitir ya que miró para otro lado. Además, si tanto le encandilan los modos de hacer política en Gran Bretaña, no cabe duda que en su misma situación un político británico hubiera dimitido de todos sus cargos, incluido el de concejal. En cualquier caso, esta no retirada indica que algo se trae entre manos. ¡Alerta, Mariano!
Hay que ver, Carmena, ¡la que estás liando!
---oOo---
En otro orden de cosas, el inclemente, duro y frío invierno hace mucho tiempo que llegó, señor Jean-Claude Juncker, presidente de la CE, y sus palabras de tahúr, a estas alturas, resuenan pomposas, grandilocuentes, infladas, afectadas, hipócritas, engañosas, falsas, tramposas, insensibles, vacías, huecas y febles, mientras la ineptitud y dejación de funciones de su política europea, entre cuyas transcendentales obligaciones cuenta con el vinculante cumplimiento, desde 2009, de la Carta de los Derechos Fundamentales de la UE que, en su artículo 18 sobre el Derecho de Asilo reza: “Se garantiza el derecho de asilo dentro del respeto de las normas de la Convención de Ginebra de 28 de julio de 1951 y del Protocolo de 31 de enero de 1967 sobre el Estatuto de los Refugiados y de conformidad con el Tratado constitutivo de la Comunidad Europea”, y continúa azotando a miles y miles de refugiados, niños, jóvenes, adultos y ancianos que viven un innecesario y trágico calvario por las tierras y costas de Europa que muchas veces termina trocando su anhelo de paz por la lóbrega y fría tumba. Gobernantes de Europa: Asuman sus responsabilidades o que todas estas víctimas inocentes, incluidas las pequeñas criaturitas en sus blancos ataúdes, atormenten sus adineradas conciencias.
Me reitero en dos certidumbres:
• Nadie deja atrás sus raíces, su
familia, sus amigos, su país, la tierra que le vio nacer, porque sí.
• Usted, señor Jean-Claude Juncker, usted
que me está leyendo en este momento, y yo, haríamos lo mismo que ellos en idénticas
circunstancias.
¡Qué monumental deshonra para esta vieja,
acomodada e hipócrita Europa!