Cada día somos más los que soñamos con un país libre de maltrato y tortura animal |
Está comprobado que los animales, por su instinto de supervivencia, tienen pánico innato al fuego al asociarlo a peligros como los incendios forestales, que queman y matan.
Sabiendo esto, ¿qué mente obtusa, torturada, sádica y cruel puede, tras décadas de prohibición expresa del toro embolado –antorchas encendidas en los cuernos– volver a permitirlo en Madrid?
Solo una mente muy sádica y perversa usa fondos públicos para aterrorizar, como modo de “diversión”, a un animal con el fuego. Son psicópatas y carecen de empatía. No se imaginan a ellos mismos en idéntica situación, sometidos a enorme estrés y miedo con antorchas ardientes a ambos lados de sus cabezas, de las que gotean rescoldos encendidos que les queman su cara ante una muchedumbre que les da patadas, botellazos y les tirarían del rabo si lo tuvieran.
Vaya diversión. Fábrica de futuros psicópatas. En fin…
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