jueves, 4 de marzo de 2021

Ya es hora

 

El maltrato tiene que parar. Cartel de PACMA
El maltrato tiene que parar. Cartel de PACMA
Volando en las agujas del tiempo nos adentramos en la tercera década del siglo XXI e inconcebiblemente la tortura animal sigue institucionalizada en España. La tauromaquia, como fue la quema de herejes, es vestigio obsoleto de un brutal pasado. Mantener hoy intencionada e injustificadamente, el maltrato animal –la atrocidad y el tormento– para distraer y sustentar el negocio de quienes se dicen seres humanos, es inmoral y fomenta la insensibilidad por el sufrimiento.
Si actualmente las corridas de toros no existieran y alguien solicitara su aprobación ante el Ministerio de Cultura, sin duda se ordenaría su inmediato ingreso en el frenopático local por sadismo.
Una vez más, y como siempre para distanciar a nuestro país de la caverna y conquistar una modernidad que forje una sociedad más justa, la izquierda debe ser valiente y prohibir el toreo. En poco tiempo, los españoles no concebiremos que en algún momento se permitiera la barbarie del martirio animal para solaz y lucro de unos pocos.

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