El PP, un partido plagado de miserables |
Sin dicha reforma, son las autonomías –la mayoría gobernadas por el PP– las que deciden si solidariamente acogen a niños migrantes en su territorio y a cuántos. Y como muchos líderes del PP, entre ellos Feijóo, abrazan el miserable discurso del odio racista de Vox –«Tenemos derecho a salir a la calle con seguridad» y «que no nos ocupen las casas», dice Feijóo– que equipara inmigración y delincuencia para pescar votos en el caladero de la derecha extrema, el asunto se quedó sin resolver.
Es de miserables exigir ahora una solución.
Basta ya de ambigüedades: el PP, partido clasista, no puede tener dos criterios para lograr un indecente rédito electoral con el sufrimiento de seres humanos. O se es racista o se está del lado de los derechos humanos. No hay más. Y si queda alguien contrario al racismo dentro del PP –según Cuca Gamarra no, pues «todos pensamos como Albiol»–, que conminen a Feijóo a recular.
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