domingo, 25 de agosto de 2024

Oposición miserable y derechos humanos

El PP, un partido plagado de miserables
El PP, un partido plagado de miserables
Hace poco el PP tumbó, junto con Vox y Junts –partidos xenófobos–, la reforma de la Ley de Extranjería para dar respuesta al fenómeno de la inmigración y echar una mano a Canarias y Ceuta, gobernadas por el PP y que, a finales de junio querían esta reforma, hasta que Canarias cambió de opinión conminada por Génova.
Sin dicha reforma, son las autonomías –la mayoría gobernadas por el PP– las que deciden si solidariamente acogen a niños migrantes en su territorio y a cuántos. Y como muchos líderes del PP, entre ellos Feijóo, abrazan el miserable discurso del odio racista de Vox –«Tenemos derecho a salir a la calle con seguridad» y «que no nos ocupen las casas», dice Feijóo– que equipara inmigración y delincuencia para pescar votos en el caladero de la derecha extrema, el asunto se quedó sin resolver.
Es de miserables exigir ahora una solución.
Basta ya de ambigüedades: el PP, partido clasista, no puede tener dos criterios para lograr un indecente rédito electoral con el sufrimiento de seres humanos. O se es racista o se está del lado de los derechos humanos. No hay más. Y si queda alguien contrario al racismo dentro del PP –según Cuca Gamarra no, pues «todos pensamos como Albiol»–, que conminen a Feijóo a recular.

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