Bien comnezamos la legislatura |
El deplorable comportamiento de las señorías de Vox, PP y Ciudadanos en el estreno de la XIII Legislatura me hizo sentir vergüenza ajena. Se dicen parlamentarios, pero ignoran lo elemental: parlamento viene del francés “parlement”, y este de “parler”, hablar, es decir, parlamentar, dialogar, deliberar, debatir un asunto escuchando a quien mantiene diferente opinión para convencerlo o tratar de llegar a un acuerdo, más o menos intermedio. Por eso no concibo que en el templo de la palabra se silencie su uso con pataletas y abucheos –ruido y bronca–, impidiendo expresar a cada uno, nos guste o no, lo que opina, por muy cuestionable que sea.
Penosa también la sobreactuación de Rivera en su onírica obsesión por auparse al liderato de la oposición pretendiendo enmendar la plana a la presidenta del Congreso. Sabían que los políticos presos estaban allí porque lo permitió el Supremo, y que si juraron como lo hicieron es porque el Constitucional lo ampara. Hay que ser demócrata y acatar las normas para no llenar la política de inmundicia.
Visto el nivel de muchas de sus señorías, se aventura una legislatura bronca.
Penosa también la sobreactuación de Rivera en su onírica obsesión por auparse al liderato de la oposición pretendiendo enmendar la plana a la presidenta del Congreso. Sabían que los políticos presos estaban allí porque lo permitió el Supremo, y que si juraron como lo hicieron es porque el Constitucional lo ampara. Hay que ser demócrata y acatar las normas para no llenar la política de inmundicia.
Visto el nivel de muchas de sus señorías, se aventura una legislatura bronca.