El negacionismo interesado de la ultraderecha -PP- y la derecha extrema -Vox- alimenta el ecocidio |
Lo es que un vicepresidente de un Gobierno autonómico acuda a un colegio y desoriente a los alumnos con un discurso negacionista y sectario en el que cuestiona la ciencia argumentando que tal vez el CO2 no tenga nada que ver con la emergencia climática. No es de extrañar, pertenece a un gobierno que venera al primo de Rajoy, aquel que confundía meteorología con climatología, y que también cuenta con un presidente en Andalucía que desoye las alertas de la ciencia por demagogia electoralista –promesa de regar con un agua que no existe–, junto con Vox y desoye a Bruselas, que amenaza con sanciones. Pretende amnistiar 800 hectáreas de regadíos en Doñana, Patrimonio de la Humanidad, y donde aún quedan pozos ilegales y tierras de cultivo furtivo.
Si Moreno Bonilla sigue adelante, el Gobierno de la nación, y para que no lo termine pagando toda España –Andalucía incluida, onubenses incluidos–, debe aplicar, total o parcialmente y sin dudarlo, el artículo 155 de la Constitución.
Y, Feijóo, escondido debajo de las piedras para que no le roce y no meter la pata.