miércoles, 11 de enero de 2023

Asalto a las democracias

 

Negar la legitimidad a quien gana las elecciones está dando lugar a derivas muy peligrosas
Negar la legitimidad a quien gana las elecciones está dando lugar a derivas muy peligrosas

Tras el asalto trumpista en Washington, ahora se reproduce con idéntico patrón, el bolsonarista en Brasilia.
Cuando se aviva el populismo, los que quieren imponer sus ideas acaban irrumpiendo violentamente en las instituciones. Para proteger la democracia hay que dejar de votar a los que se escudan y usan la mentira sistemática poniendo en duda las reglas –no reconocer la legitimidad del ganador–, crispan, agitan las masas, dicen que el sistema atenta contra su libertad o retuercen las leyes para sacar provecho. La derecha, que alimenta cada día la mentira y el bulo con un relato cada vez más encendido, desinforma para prender la mecha.
Es irresponsable lanzar soflamas como que «España vive las horas más oscuras» o «el Gobierno es okupa». Minan la propia democracia situándola al borde del abismo.
El que siembra odio debe asumir el fruto de su discurso. Por eso, la reacción de Cuca Gamarra y sus cachorros al intento de golpe de Estado en Brasil es otra mentira más que avala a los salvajes.

domingo, 8 de enero de 2023

Nos roban a manos llenas

 

La codicia en la cadena de alimentación debe acabar
La codicia en la cadena de alimentación debe acabar

Como los liberales fantasean con que la inflación es signo de un mercado sano, su funesto fantasma deambula por el mundo y, así, cada vez que vamos al súper sabemos que alguien de la cadena de distribución se está forrando a nuestra costa. Gran impotencia. Solo podemos pagar o no comeremos.
La vaca sagrada liberal de la usurera ley de la oferta y la demanda justifica que los precios han de subir hasta equilibrar la oferta. Mentira. Quieren ganar más, algo que lograrían vendiendo sin necesidad de incrementar los precios y entrar en un círculo vicioso en el que los sindicatos exigirán subidas salariales para no perder poder adquisitivo, mientras los empresarios señalarán a estos para subir los precios.
Como la realidad es que los precios suben más que los salarios, solo hay animus lucrandi, con abultado incremento de los márgenes de beneficios por encima de los costes –que suben también merced a la usurera ley–, para atesorar más.
Como la bajada del IVA se incorporará a sus beneficios —personalmente ya he constatado este hecho—, ¿se intervendrá el mercado de los avarientos? No puede ser que servicios y artículos de primera necesidad estén al albur de la codicia capitalista a expensas de lo que es de todos: nuestros impuestos.

jueves, 5 de enero de 2023

La necesidad de reformar la Constitución

 

Tenemos una Constitución anclada en el pasado
Tenemos una Constitución anclada en el pasado

Como bien recalca Feijóo, «la Constitución está en peligro»; pero, al contrario de lo que él pretende hacernos creer, por anquilosamiento. Las Constituciones estáticas, que no se adaptan a los tiempos que viven, fallecen. Si no se reforman, la ciudadanía se distancia de ellas. Los países europeos occidentales las actualizan con soltura: Austria más de 100 reformas, Alemania 62, Suecia 34, Bélgica 33, Malta 29… España solo 2 impuestas por Europa: para pagar la deuda y para permitir a ciudadanos de la UE residentes en España ser electores y elegibles en las elecciones locales.
Como para efectuar reformas se necesita el consenso con un partido tan continuista como el PP –en realidad dispuesto a pactar para quitar derechos y blindar privilegios–, nuestra Carta Magna morirá. Ni siquiera el PP es capaz de consensuar para cambiar “disminuido” por “discapacitado”. Como para reformas de calado.
La renovación es el baluarte de la Constitución para no morir. No se puede vivir anclado en el pasado.

lunes, 2 de enero de 2023

Siempre nos quedarán ETA y Cataluña

 

Ante la contundencia de los buenos datos, el PP vuelve a sus rancios comodines
Ante la contundencia de los buenos datos, el PP vuelve a sus rancios comodines

El PP –cuyo supuesto mito de buena gestión económica no es más que puro marketing–, ante la bondad, contundencia y obstinación de los datos económicos que llegan, la desarticulación de la burla a las medidas energéticas al ser copiadas por Europa y su siembra “trumpista” en terreno baldío al proceso electoral y los datos de paro, se ha visto obligado a recular y volver a tirar de su rancio argumentario para resucitar a ETA y el independentismo catalán. Eso sí, soslayando lo que pactaba Aznar con el «movimiento de liberación vasco» mientras asesinaba, la cesión a Cataluña y la promesa de cesión a Navarra de Tráfico, sus acuerdos con Pujol, o los pactos de Maroto con Bildu sosteniendo que «han pretendido la paz desde el principio», o las diez veces que negoció el Partido Popular vasco con la fuerza abertzale o sus antecesores –incluso con ETA asesinando–, una coalición política, que nos guste o no, cuenta con absoluta legalidad y garantía constitucional.
Patética oposición: ¡Ya está bien!

viernes, 30 de diciembre de 2022

Terrorismo machista

 

Hay que acabar con esta lacra de la sociedad
Hay que acabar con esta lacra de la sociedad

Sin duda, las cifras son demoledoras y escalofriantes. El fracaso de toda la sociedad, evidente. Pero cuidado con los mensajes que se lanzan: «Casi la mitad de las asesinadas había denunciado». Claro, y la inmensa mayoría de los que mueren en accidente de tráfico, llevaban el cinturón puesto. ¿Quiere eso decir que mejor no denunciar o ir sin cinturón?
Sin ninguna duda, la denuncia es pertinente.
Otra cosa. Como parte de la sociedad me preocupa que se esté hablando de alertar a mujeres cuya nueva pareja tenga antecedentes por violencia de género. No sé si sería bueno o malo. Hay que pensarlo en profundidad porque, ¿y si esa persona ya se había dado cuenta de su error y era algo del pasado? ¿Dónde quedaría su derecho a la reinserción?
La mejor forma de combatir el machismo es con muchísima educación y tiempo. Partidos como Vox, y a menudo el PP, entorpecen la ardua labor.

miércoles, 28 de diciembre de 2022

Las medias tintas del rey

 

Cuando existe un claro culpable, el PP, no vale la neutralidad
Cuando existe un claro culpable, el PP, no vale la neutralidad

El rey tiene el cometido constitucional –art. 56.1– de arbitrar y moderar las instituciones y, por tanto, en los conflictos que de ellas dimanen. Por tal razón, cuando diserta, no debe ser ambiguo ni equidistante como en su discurso fue –solo así se entiende que PSOE y PP alaben lo dicho–, sino claro y objetivo, señalando al culpable.
¿Por qué pone al mismo nivel al que crispa, bloquea el país y se comporta como un hooligan y al que trata de avanzar?
Si todos sabemos que el PP lleva más de cuatro años incumpliendo la Constitución, no vale repartir por igual. ¿Por qué no expresa lo que quiere decir con nitidez? Si denuncia, ¿por qué no pone nombre y apellidos? La neutralidad nunca es justa: estimula al culpable.
Si queremos acabar con el obstruccionismo parlamentario, habrá que señalar a la populista oposición antisistema para dejarla en evidencia.
Lo dijo Desmond Tutu: «Si eres neutral en situaciones de injusticia, has elegido el lado del opresor».
¡Basta ya! Al César lo que es del César.

domingo, 25 de diciembre de 2022

Una deriva cada vez más peligrosa

 

El PP, siguiendo a Trump, se ha convertido en un partido antisistema
El PP, siguiendo a Trump, se ha convertido en un partido antisistema

Desde que debutó en la escena política el maníaco fascista, machista recalcitrante, xenófobo empedernido y mentiroso compulsivo, Donald Trump, el Trio de Colón, como tantas derechas por el mundo, decidió emularlo y zarpó a surcar las turbulentas aguas de la corriente antisistema.
Desde entonces el PP, sin importarle prender la llama de la insurrección, ha ido subiendo el tono hasta internarse en un terreno desalentador y nocivo para la convivencia: cuestiona la validez del sistema, niega la pluralidad, el recuento electoral, las estadísticas del paro, la legitimidad democrática del gobernante, los pactos de legislatura y deshumaniza al contrario.
Y si además del esperpéntico desvarío, destacados dirigentes proclaman que el «amoral Gobierno», que da «golpes de Estado» cada día, no es de los españoles y «quiere matarlos y meterlos en la cárcel», promueven la rebelión contra un Presidente democrático rozando la tragedia. Es lo que hace Ayuso con su séquito de palmeros mientras Feijóo, acogotado, agacha las orejas.
Si a mí me alertaran –y me creyera la sandez– de que el PP pretende matar y encarcelar a los demócratas, me defendería. Es temeraria y bárbara la deriva populista y polarizadora de los populares.