Cuando se caldea el ambiente con discursos incendiarios, debe asumirse las consecuencias |
En Lorca, municipio con elevado número de macrogranjas, una manifestación legítima fue precedida de una gran campaña de desinformación que terminó en un irracional asalto al pleno municipal donde se debatía una moción sobre la idoneidad de situar nuevas explotaciones, al menos, a 1,5 kilómetros de las viviendas.
Aquellos que pretenden imponer sus ideas con embustes y por la fuerza, irrumpieron con amenazas y violentamente –recuerda el asalto al Capitolio– en la sede de la soberanía popular obligando a suspender el pleno. La derecha alimenta cada día la mentira y el bulo con un relato cada vez más encendido que desinforma y crispa hasta provocar el estallido, que podía haber sido mucho más grave. Lo imprudente de insuflar infames soflamas como «España vive las horas más oscuras» que Casado sostiene, no solo no cortan estas actitudes, sino que minan desde las instituciones la propia democracia hasta ponerla al borde del abismo. El que crispa debe asumir las consecuencias de su discurso.