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Habría que señalar a quien monta la bronca para hacer antipolítica: la derecha
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Titulares: «Bronca en el Congreso».
No, la equidistancia no vale, no es justa. La bronca, como siempre, la montó el PP espoleado por un hiperventilado y totalmente desquiciado Pablo Casado. Si queremos acabar con esta forma airada, camorrista y ruidosa de hacer política, no vale la neutralidad. Habrá que señalar al culpable para que reflexione y, si le queda vergüenza, se sonroje.
Analicen solo el primer minuto de cualquier sesión de control al Gobierno y confirmarán que Casado busca la confrontación desatando la crispación política y dejando a un lado los intereses de España.
¿Por qué tanto rencor, insultos, verdades a medias, burdas mentiras, falta de respeto a contrarios y ciudadanos, en sus preguntas sin importarle la respuesta? ¿Quiere reventar la convivencia? ¿Y por qué si la derecha, encarnada en el PP, es culpable de envenenar la política, tantos periodistas reparten culpas con titulares ambiguos? ¿Por qué ponen al mismo nivel al que crispa, bloquea el país y se comporta como un hooligan y al que trata de avanzar? ¿Por qué no expresan lo que quieren decir con claridad? Es agotador escuchar «bronca», «algunos políticos…» o «hay quienes…». ¿Por qué no nombran a quien monta la “bronca”, a esos “algunos” y esos “quienes” cuando saben muy bien que son el Partido Popular y su compañero ideológico Vox? ¿No se dan cuentan que al extender desmanes sitúan injustamente a todos al mismo nivel? O, ¿precisamente por eso lo hacen?
El PP, alimenta la controversia con antipolítica para degradar el parlamentarismo y que la ciudadanía le dé la espalda. Piensa que, como la derecha, aunque asqueada siempre vota, le acerca al poder. Por eso, en lugar de hacer oposición con preguntas útiles, gasta su tiempo con bronca cínica impelido por los fantasmas de Ayuso y Vox.
El politólogo alemán Jan-Werner Müller lo explica nítidamente: «El populismo necesita enemigos; la democracia requiere oposición».
¡Basta ya! Al César lo que es del César.