miércoles, 29 de diciembre de 2021

La falacia nuclear

 

La energía nuclear no es limpia y sí muy dañina
La energía nuclear no es limpia y sí muy dañina

El funambulismo intelectual que despliegan algunos para tratar de enlazar términos contradictorios –nuclear y verde–, si no fuera porque desnuda nuestras propias miserias –el ansia de dinero caiga quien caiga– y hay ciudadanos que se lo tragan, sería para desternillarse. Lo irracional es que el poder político se deje embaucar –¿o es algo peor?– por el lobby de los residuos más nocivos para la vida.
Veamos: en todas sus etapas –extracción de uranio, enriquecimiento del mismo, construcción de la central, mantenimiento…– emite más CO2 por kWh producido que cualquier renovable.
Como el riesgo cero no existe, ninguna central por moderna que sea, está libre de incidentes.
La nuclear es una energía carísima comparada con la renovable.
Reputados informes demuestran que no se necesita energía nuclear para alcanzar el escenario de cero emisiones y que, aunque se triplicara el uso de nucleares, la emisión de CO2 solo disminuiría un 6%, según la Agencia Internacional de Energía.
Los residuos nucleares son una amenaza real y perduran decenas de miles de años, exterminando salud y medio ambiente.
La ingente cantidad de agua –sin valorar el riesgo de radiación– que necesitan para refrigerar sus reactores, calienta ríos y mares incrementando su temperatura, como en el Ebro.
Y yo me pregunto: en este lavado de imagen, ¿irán al alimón el lobby nuclear y el armamentístico para renovar su arsenal atómico y obtener además subvenciones? ¡Qué tiempos estos! Por la presión de lobbies ávidos de dinero, algo sumamente pernicioso vuelve a estar en boca de políticos chiquilicuatres y veletas que ya impusieron impuestos al sol.
Definitivamente, no. No se puede poner en riesgo el futuro enterrando la mierda en el jardín.

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