martes, 12 de mayo de 2020

La ponderación en tiempos del coronavirus

Estamos envenenando este planeta
Estamos envenenando este planeta
Este virus, trágico, dañino e inquietante, requiere sosiego y rigor para que la realidad no se torne obsesiva zozobra. Pero hay otras muchas heridas largo tiempo abiertas que siguen ahí y, aunque también se cobran muchísimas vidas al año, se las otorga escasa asistencia al no afectar a la economía: el hambre que apuñala mortalmente a más de 9 millones, de ellos, 6 millones niños; la contaminación ambiental que se lleva a 9 millones; los accidentes de tráfico que matan a 1,3 millones y dejan 50 millones de lisiados; el tabaquismo, que consume la vida de 8,2 millones de fumadores activos y pasivos en muerte agónica; el cáncer, a 6,4 millones descontados los del tabaco; y lo que será, aunque muchos no lo crean, el apocalipsis sanitario/económico, nuestro acelerado tren de vida que devastará el planeta. Para estas otras plagas, casi no existe respuesta. Sin querer restar ni un ápice de gravedad a la pandemia, si a todos estos desafíos pusiéramos la mitad de interés, concienciación y visualización que a la covid-19, probablemente los resolveríamos.

sábado, 9 de mayo de 2020

Y “Billy el Niño” se fue de rositas

Antonio González Pacheco, alias Billy el Niño, un sádico franquista
Antonio González Pacheco, alias Billy el Niño, un sádico franquista
El sonrojo democrático que padecemos en España, sigue pasando su triste factura. A la marcha de los millares de compatriotas de aquellos grises y plomizos años de lucha contra el abyecto golpe de Estado, que se van lentamente sin haber podido narrar sus vivencias ante una Comisión de la Verdad, se suma ahora la muerte del sádico torturador franquista “Billy el Niño”, portando en el pecho cuatro medallas relucientes que enriquecían su pensión. Este esbirro del terror totalitario, que actuó bajo la supervisión del cruel comisario Conesa, se va sin responder ante un tribunal por sus cobardes crímenes. Otra humillación democrática que debemos soportar por haber consentido una pusilánime reforma en lugar de una ruptura con el negro pasado dictatorial que tiñó de barniz democrático la continuidad tiránica en las cúpulas del Estado: policía, ejército, judicatura…
Al menos ahora, a título póstumo, debería retirársele las condecoraciones. De no hacerlo, se estará mancillando a quienes también hayan sido honrados con ellas equiparándolos con semejante malhechor. Más vale tarde que nunca.

jueves, 7 de mayo de 2020

El gran robo

Mi pequeña Emma observa atenta un hormiguero
Mi pequeña Emma observa atenta un hormiguero
Si algo ha demostrado este maldito virus es que, además de ser un consumado ladrón –nos ha arrebatado seres queridos–, es un mangante de momentos gratos compartidos con familiares y amigos, ratos íntimos concretos que se llevó a algún universo paralelo y no volverán: besos, abrazos, charlas, paseos, risas...
Y entre las muchas vivencias que me ha birlado la covid-19, están las que debería haber experimentado junto a mi nieta que transita una preciosa edad que desdibujará las ruinas del tiempo. Odio el teléfono porque siempre he preferido el contacto vis a vis para poder mirar los ojos de mi interlocutor; pero reconozco su utilidad, y más aún en estos tiempos que nos permite acercarnos en la distancia con videoconferencias y verla todos los días.
En pocas semanas, mi pequeña Emma cumplirá tres añitos. Su cerebro es una esponja que todo absorbe. En los dos meses de alejamiento, ha crecido mucho como personita. Está revelando su carácter, su genio. Construye frases infantiles que dejan entrever la intensidad de un pensamiento que comienza a labrarse. Anhela saber. Pregunta y espera la respuesta para repreguntar, y así, hasta el infinito. Me cuentan que ahora que ha podido salir a pasear, harta de estar con mayores, al cruzarse con otro niño mantiene un contacto visual estrecho, casi inquisidor y, con su dulce vocecita grita «¡hola!», ansiando entablar contacto social, parloteos y juegos. Pobre.
Ya que el virus nos ha robado instantes irrecuperables, aprendamos a valorar lo que tenemos para tratar de rescatar mañana el tiempo que se malogró ayer.

martes, 5 de mayo de 2020

¿Qué quiere Casado?

Sin recato, Pablo Casado usa la pandemia y sus muertos para sacar partido
Sin recato, Pablo Casado usa la pandemia y sus muertos para sacar partido
El confinamiento, según todos los epidemiólogos, es la única forma de contener la expansión del virus. No se puede confinar a toda España en casa con una ley ordinaria como la que propone Casado. Esto solo es posible mediante el estado de alarma. Las otras leyes permiten «controlar a los enfermos y las personas que estén o hayan estado en contacto», pero no puede limitar la libertad de movimiento al resto de la población. Y si se pudiera, que no se puede, ¿sería para llegar a una situación tan similar que parecería idéntica? ¿Por qué la quiere liar? Se diría que su único objetivo es tensar la cuerda, confrontar junto a Vox, acusando al Gobierno de ser el responsable de todos los males del mundo pasados, presentes y futuros. Con descaro, carente de responsabilidad e incapaz de formular críticas razonables y fundadas, ni aportar soluciones, el Partido Popular saca rédito electoral sirviéndose de la frustración de la gente en esta situación sobrevenida y trágica para tumbar al Gobierno.

domingo, 3 de mayo de 2020

Pacto de reconstrucción

La Vía Lactéa y Andrómeda colisionan
No será un choque, sino un hermoso vals
En 4.000 millones de años, nuestra galaxia La Vía Láctea y su vecina Andrómeda, colisionarán. En contra de lo que pueda imaginarse, y debido a las formidables distancias siderales, no habrá una caótica devastación de planetas, sino una hermosa fusión de dos conglomerados celestes en un elegante vals cósmico. ¿Cómo es posible? Bueno, supongamos que nuestro sol, con un diámetro de 1.400.000 km, fuera una canica normal de 1,59 cm de diámetro. En esta escala, la estrella más cercana a nosotros, Próxima Centauri, una enana roja que se encuentra a 4,2 años/luz de distancia, pasaría a ser un pequeño perdigón situado a 456 km. Así resulta improbable la colisión de sistemas estelares. En aquel remoto futuro los singulares habitantes de esos mundos podrán gozar relajadamente de unas noches espectaculares.
Tan bello y similar vals, debería bailar la Comisión para la Reconstrucción Social y Económica. Una danza sin destrucción, sin choques, que aporte y fusione ideas para dejar atrás la crisis y encarar el porvenir con optimismo mediante la firma de un gran pacto de recuperación; un baile que entremezcle opiniones de unos y otros para sacar adelante a este país y sus gentes. Y si por fin, durante la coreografía, la derecha decide abandonar la bronca y acogerse a la razón y al debate no poniendo más zancadillas, nosotros los mortales, al igual que esos pobladores del futuro lejano, asistiremos extasiados a la exhibición de la política bien entendida. Sería un espectáculo muy gratificante.

viernes, 1 de mayo de 2020

Primero de mayo: revertir injusticias

1º de mayo: ¡Viva la lucha de la clase obrera!
1º de mayo: ¡Viva la lucha de la clase obrera!
Junto a obreros y empleados, mis amigos y yo acudíamos en la Transición a aquellas reivindicativas mareas rojas del primero de mayo. En nuestros jóvenes corazones palpitaban esperanzas de cambio y conquistas de derechos. Muchas se materializaron. Más tarde el PSOE, con pequeñas reformas, abrió grietas en los cimientos del estado de bienestar por las que el PP, a lomos del ultraliberalismo, metió la piqueta malogrando aquellos logros, con el desenlace del empleo precario y mal pagado que todos conocemos.
Como se atentó contra el principio del derecho tuitivo, que ampara al trabajador, por ser parte débil en las relaciones laborales, hay que derogar todas las reformas regresivas. Asimismo, hay que finiquitar el IPREM, otra perversa invención neoliberal que lo desvincula del SMI y reduce el poder adquisitivo de los parados quedando desprotegidos ante la rampante inflación.
Sin duda con la covid-19 será un primero de mayo muy diferente e irreal; pero, aun así, con mucho que reivindicar.

martes, 28 de abril de 2020

De bulos y libertad de expresión

La libertad de expresión no ampara la difusión de bulos
La libertad de expresión no ampara la difusión de bulos
La libertad de expresión no ampara la falacia. Avala la discrepancia; jamás la siembra de mentiras maliciosas o la propagación de noticias falsas con fines pérfidos que generen alarma o inquietud social. Pablo Casado difundió un fake en el Congreso, usando un dossier no publicado y sin rigor científico elaborado por contables australianos, para sostener que España es el país que peor ha gestionado la crisis. Patético.
Pero, ¿por qué en estos aciagos días corren desbocados por las redes tantos bulos perversos y miserables? ¿Será por el espanto de los poderosos? ¿Turban sus sueños las medidas de protección social que toma este Gobierno? ¿Aprovechan la frustración de la gente confinada en la tragedia para poner a trabajar sus esbirros en los medios sociales, al intuir que de esta pesadilla pudiera manar una conciencia renovada que mejore la sociedad y cambie la realidad capitalista-consumista?
Cuando esta catástrofe pase, ustedes, el 1% de la población mundial, continuarán acaparando más riqueza que todo el 99% restante. Con millones de trabajadores en paro, el abismo entre ricos y pobres se acrecentará. Y, aunque este sistema ha demostrado su inutilidad en todas las crisis anteriores –hizo más ricos a los ricos–, no se abordará su enmienda a la totalidad. El consumismo continuará exprimiendo hasta la última gota de jugo que nuestro planeta sea capaz de dar, y la economía capitalista campará rampante.