miércoles, 22 de abril de 2020

¿Qué asesores tienen?

Tienen asesores que no salen ni en las peores pesadillas
Tienen asesores que no salen ni en las peores pesadillas
No es la primera vez. Todo el mundo puede equivocarse, por supuesto, pero hay equivocaciones garrafales que someten al Gobierno, en una situación de tensión, angustia y ansiedad como la que estamos viviendo, a un desgaste político muy intenso. La comunicación en política siempre es fundamental, porque comunicar mal es tirar votos estresando a la sociedad. Convertir la excelente y esperada noticia de salir a pasear con los niños, en un debate apasionado que erosiona a todo el Gobierno, es un desatino de libro de primero de ciencias políticas, un regalo a la oposición. Y, aunque en errores de bulto la rectificación además de buena es necesaria, esta tardó demasiado en llegar ocasionando un gran revuelo social; porque anunciar que los niños puedan salir de las casas para meterse en supermercados, cuando el sentido común conjetura que actualmente debe ser uno de los mayores focos de contagio, es un despropósito fácil de ver. Un sinsentido.¡Menudos asesores! ¡Cualquiera lo haría mejor!

En el Día Internacional de la Madre Tierra

Por las generaciones futuras hay que acabar con el ecocidio
Por las generaciones futuras hay que acabar con el ecocidio
22 de abril, Día Internacional de la Madre Tierra

De nuevo, y según los científicos, la última Cumbre del Clima COP25 (Chile-Madrid) decepcionó con un acuerdo claramente insuficiente y poco ambicioso. Sus conclusiones son incapaces de resolver amenazas tan firmes como la contaminación medioambiental o la escasez de recursos naturales y mantiene el “ecocidio” de nuestro planeta, acelerado exponencialmente por el cambio climático, la superpoblación, la sobreexplotación del patrimonio natural, la contaminación de nuestros mares y la agricultura masiva que destruye bosques, agota el agua y envenena campos y manantiales subterráneos con sus pesticidas y abonos. Además, la economía capitalista, que ya imposibilita el desarrollo sostenible, para perdurar necesita del aumento poblacional para elevar un depredador PIB que arrasa la naturaleza.
Aunque solo sea por nuestros hijos y nietos, ¿no es posible un compromiso económico-social que logre un equilibrio entre explotación de recursos y naturaleza para abrir la posibilidad de una vida futura?

domingo, 19 de abril de 2020

¡No a la guerra!

Al virus se le combate con ciencia en los laboratorios, no en los campos de batalla
Al virus se le combate con ciencia en los laboratorios, no en los campos de batalla
A pesar de que las metáforas son muy sugerentes y de que un sinfín de líderes mundiales se empeña en adjetivar con términos bélicos a esta horrible pandemia, pienso que es un craso error. El coronavirus no es un enemigo, porque ni es persona ni país. Probablemente, ni ser vivo. Solo es un virus. Un agente infeccioso. Un patógeno. Una molécula compleja que necesita penetrar células del huésped para reproducirse. ¿Acaso luchamos contra la pandemia con obuses, balas, bombas y soldados? No; la combatimos a contra reloj con médicos y ciencia para obtener una vacuna. Y por eso no estamos enfrascados en una guerra, ni tan siquiera en una batalla, sino en una inmensa crisis sanitaria que devastará vidas, alterará nuestros hábitos y destruirá el tejido económico.
Es obsceno hablar de guerra cuando la mayoría de la población, salvo los que están en hospitales plantando cara a la muerte estamos, dentro de lo que cabe, confortablemente en casa sin temer que nos haga puré una bomba. En los conflictos armados casi todos los fondos, incluidos los de la ciencia, se desvían a gastos bélicos. Además, al hablar de guerra se da pábulo a teorías conspiranoicas con virus gestados en laboratorio que nos alientan a destapar enemigos de carne y hueso, a constreñir libertades y a asignar dinero a los servicios de inteligencia.
Y ya que estamos, la puesta en escena de las ruedas de prensa desde Moncloa con tanto general condecorado, me retrotrae a tiempos escalofriantes y ya caducos.
¡No a la guerra!

jueves, 16 de abril de 2020

Esta Europa no nos merece

Los gobiernos de la derecha bloquean la reconstrucción de Europa
Los gobiernos de la derecha bloquean la reconstrucción de Europa
Los coronabonos, en contra de lo que algunos sostienen con argumentos pseudo-racistas, no son inapropiados sino una herramienta para paliar tan sin igual tragedia y ayudar a ciudadanos y empresas a salir de una catástrofe natural que no es culpa de nadie. Al ser una prima de riesgo compartida, serviría para evitar los ataques de buitres especuladores a las primas particulares de cada país, como ya ocurrió en 2008. Sería un instrumento óptimo para mutualizar la contingencia en tan funestos momentos y que, al acelerar la recuperación, daría sus frutos económicos.
Pero no. Dejando brotar la esencia de la derecha, que fiel a sí misma es insolidaria, egoísta e individualista, los gobiernos conservadores de Alemania, Austria, Finlandia y Países Bajos (casi paraíso fiscal), se opusieron. Solo se logró un acuerdo insuficiente in extremis, mostrando una vez más no estar a la altura. ¡Con la que se le viene encima a toda Europa!
El sur –Francia, Italia, España, Portugal y Grecia– aporta un 43 % del PIB europeo y si decidiera abandonar la Unión muchos países del norte se debilitarían.
Indiscutiblemente, nos merecemos otra Europa.

martes, 14 de abril de 2020

Un ruego a Miquel Buch

El “conceller” de Interior Miquel Buch acusa al Gobierno de «jugar con la historia de los catalanes» por haber entregado 1.714.000 mascarillas, en referencia a lo acontecido en 1714.
Yo le ruego que cuente el envío uno a uno que, a lo mejor, las máquinas empaquetadoras se equivocaron y solo remitieron 1.713.999. Probablemente este nuevo dato le tranquilice y le alegre mucho.

domingo, 12 de abril de 2020

PP: pactos y dictadura

El Partido Popular jamás ha superado su herencia franquista
El Partido Popular jamás ha superado su herencia franquista
Para justificar su probable negativa a refrendar un pacto, Pablo Casado afirma que «nosotros conseguimos superar una dictadura» y no vamos consentir «un cambio de régimen». Dos falacias: ni el PP ha superado la dictadura, ni se dinamitará el sistema.
En el Partido Popular, la sombra de sus siete fundadores, ex ministros franquistas, es tan alargada que sus dirigentes evitaron condenar la dictadura en las Cortes hasta en seis ocasiones, y también se opusieron a la exhumación del dictador hasta que al final no les quedó más remedio que ponerse de perfil. Denuestan la ley de Memoria Histórica atacando la retirada de símbolos franquistas y el cambio de nombres de calles de cómplices del régimen, incluso con chanzas como la de Rajoy con la calle de Rosalía de Castro, anteriormente calle Salvador Moreno, ministro franquista imputado por Garzón por crímenes contra la humanidad. También, entre sus dirigentes hay quien abogó por votar en contra de la Constitución. No nos tomen el pelo.

jueves, 9 de abril de 2020

Covid-19. El PP pierde el norte

El Partido Popular, como siempre, miente y busca crispa la política sin importarle la emergencia
El Partido Popular, como siempre, miente y busca crispa la política sin importarle la emergencia
Lo siento, pero me indigna. Me indigna que el Partido Popular, en estas aciagas circunstancias, se alíe con Vox para acusar al Gobierno de ocultar cifras reales de fallecidos en esta tragedia. Me indigna porque el Gobierno no esconde ninguna cifra que le hagan llegar. Me indigna porque es el PP el que, por ejemplo en la Comunidad de Madrid, y en palabras de su propia presidenta Ayuso, el número de decesos «es imposible saberlo a ciencia cierta» y no concreta cifras sino que las da por aproximación. Un absoluto despropósito.
O sea, que quienes acusan al Gobierno de engañar con las cifras, son los mismos que no envían los datos reales al Comité de Gestión del coronavirus. Lamentable.
Asimismo, mientras dicen que la democracia está secuestrada en el Parlamento, mantienen cerrada la Asamblea de Madrid y su presidenta sigue sin comparecer ante los medios desde el 13 de marzo.
Definitivamente Pablo Casado anda perdido en esta crisis y, no sabiendo cómo actuar, escoge como guía a Vox. Un sinsentido.