Los que en los últimos tiempos hicieron de España una sociedad muy injusta atacan con saña a un Gobierno claramente social, en cuya agenda reformas imperativas, como la laboral, fiscal, vivienda, educación, pensiones, clima o igualdad, nos anticipan un giro esperanzador y transformador de la sociedad.
Si falla, la derecha gobernará varias legislaturas, pero si demuestra que otra forma de administrar las arcas del Estado, con la gente y para la gente es posible y cumple lo previsto, tendrá el apoyo de la mayoría social del país para erigir una España más igualitaria.
Y no será fácil. Los enemigos cerriles del progreso y del diálogo, amigos del capital y veladores de la “estabilidad” –que todo siga igual y no cambie nada–, están en la táctica de ellos o el caos y arremeten con suma dureza y zafiedad aliados con los poderes fácticos prestos a morder la yugular.
No queda otra: comunicar bien las medidas que se toman para la gente, dirimir las controversias en casa, oídos sordos a las provocaciones y, como exhortaría Claudio Iturra, ¡a cumplir!
Si falla, la derecha gobernará varias legislaturas, pero si demuestra que otra forma de administrar las arcas del Estado, con la gente y para la gente es posible y cumple lo previsto, tendrá el apoyo de la mayoría social del país para erigir una España más igualitaria.
Y no será fácil. Los enemigos cerriles del progreso y del diálogo, amigos del capital y veladores de la “estabilidad” –que todo siga igual y no cambie nada–, están en la táctica de ellos o el caos y arremeten con suma dureza y zafiedad aliados con los poderes fácticos prestos a morder la yugular.
No queda otra: comunicar bien las medidas que se toman para la gente, dirimir las controversias en casa, oídos sordos a las provocaciones y, como exhortaría Claudio Iturra, ¡a cumplir!