Emergencia climática: el planeta merece tu voto

El 10-N vote por el futuro del planeta

La inacción de los Gobiernos en el mundo, actuando a favor del lucro económico de los ricos, ha traído el desastre climático por no perseguir a los que envenenan el aire que respiramos, el agua que bebemos o la tierra que nos alimenta. Este consentimiento es causante de la muerte de millones de seres humanos y de la extinción masiva de cientos de miles de especies animales y vegetales. También generará un sinfín de conflictos armados debido a los desplazados climáticos que huirán de sequías y hambrunas traspasando fronteras. ¡Cuánto sufrimiento que debería haberse evitado!
Aunque el tiempo expiró –la ONU ya alertó de un futuro incierto para toda la flora y fauna que habitamos este planeta–, estamos a las puertas de acudir a las urnas y, por responsabilidad con nuestros descendientes, deberíamos estudiar los programas electorales para votar a quién posea mayor conciencia ecológica y borrar definitivamente del mapa electoral a circunspectos, tibios y negacionistas del cambio climático.

Partido fullero

El PP, único partido condenado por corrupción

El Partido Popular, único partido condenado por corrupción, que siempre ha querido alcanzar el poder a toda costa y lo tiene más difícil para ir dopado con millones de euros extra a las elecciones, no sabe qué inventar para robar la voz del pueblo cuando habla en las urnas. Ahora utiliza la suplantación y la manipulación para provocar el rechazo en los votantes del resto de formaciones políticas, con especial esmero en el electorado de izquierda que es el que más fácilmente se ofusca. Fabricando mentiras en las redes sociales que subvenciona con montañas de euros, busca que el posible votante rival se quede en casa asqueado por la información manipulada que le hace llegar. La Junta Electoral debe proceder con diligencia a investigar estos hechos y castigar con contundencia a quien con estas artes de tahúr cree estar por encima del bien y del mal.

¿A qué llaman estabilidad?

Llaman estabilidad a que todo siga igual: la plutocracia

¿Qué nos quieren decir cuando desde púlpitos electorales llaman a la estabilidad? ¿Que todo siga igual? ¿Que no haya “peligro” de cambios? ¿Que no se anulen las nefastas reformas laborales? ¿Que no se reviertan los recortes en sanidad y educación? ¿Que no se mejoren las pensiones y que continúen perdiendo poder adquisitivo? ¿Que no se reforme el mercado eléctrico y que no pare de subir la factura energética? ¿Que los ricos y las grandes empresas continúen pagando porcentualmente menos que la inmensa mayoría de contribuyentes? ¿Que se siga acrecentando la dolorosa e inaceptable brecha de la desigualdad? ¿Que no haya fondos para la Memoria Histórica ni la Dependencia? ¿Que no coticen los robots que envían trabajadores al paro? ¿Que no se recupere el rescate a la banca? ¿Que no…?
¡Que no! ¡Basta ya! El progreso es cambio y avance, y es hora de evolucionar dejando de proteger la plutocracia para volver a avanzar en derechos sociales y libertades y poder reconquistar el Estado de bienestar.

¿Quiénes los asesoran?

La asesoría política parece estar plagada de mentes brillantes

Con tantas, y tan enormes meteduras de pata, me pregunto qué preclaras mentes orientan y aconsejan la acción de nuestros queridos políticos y si viven en torres de marfil.
Recientes desatinos garrafales, como el chalet de Iglesias en Galapagar, al que tiene todo el derecho, pero que claramente iba a ser polémico por incomprendido y utilizado como gasolina por sus rivales; o las derivas ultraderechistas de Casado y Rivera, han causado sangrías de votos. Aunque sin duda, la traca final de la excelencia en la asesoría política ha corrido a cargo de Sánchez con su convocatoria electoral encandilado con la quimera de sumar más diputados en una campaña emocionalmente cargada de Cataluña, Brexit y desaceleración: además de desinflar al votante progresista, que el 28-A durmió esperanzando, quedará igual o peor y, siempre que las derechas no sumen o se alíe con el PP, se verá arrastrado a una negociación más complicada para formar gobierno.
¡Con lo que cobran! ¡Brillantes estrategas! ¡Cualquiera lo haría mejor!

Vox, PP y Cs fomentan la barbarie

Cartel de PACMA para protestar por la brutalidad de la caza

Cs y PP, plegándose a las exigencias de Vox en Andalucía, aceptan promocionar la caza en las escuelas. Sí, ha leído bien, en las escuelas. La caza como entretenimiento y no como necesidad, supone el placer de matar por matar, y a menudo los animales malheridos y agonizantes son abandonados a su triste suerte. El hombre, autodenominado rey de la creación por creerse el más inteligente, debería manifestar esta supuesta preeminencia protegiendo a los más débiles, y en lugar de enseñar a los pupilos el trato injustificado y cruel contra los animales, lo didáctico sería fomentar el amor y respeto a la naturaleza, porque matar como diversión carece del más mínimo atisbo de justificación moral.
Ya lo dijo el poeta francés Alfonso de Lamartine: «La brutalidad contra un animal es crueldad hacia la humanidad, lo único que cambia es la víctima». Y, es que además, el tripartito acepta impulsar los toros y atacar la violencia de género, creando un teléfono de violencia intrafamiliar. Vergonzoso.

Protestas contra el planeta

El maltrato a nuestro frágil mundo continúa en cada manifestación que se produce

La Tierra no puede mostrar sus sentimientos, los presos, sí. Yo también soy incapaz de expresar la angustia que me embarga al ver neumáticos quemados para cortar carreteras, contenedores ardiendo para bloquear calles, árboles talados para detener trenes, cruces de madera en las playas para simbolizar la muerte de la democracia, lazos de plástico amarillo para pedir la libertad de los presos, pelotas de goma que conmemoran las Olimpiadas antifascistas de 1936, antorchas humeantes en marchas por la libertad, bolsas de basura para criticar las cargas policiales, globos con pintura contra la Consellería de Interior, jabón a mansalva en fuentes para limpiarlo todo... ninguna de esas expresiones es ecológicamente positiva.
“Es anecdótico”, me dirán indignados, “es una gota en el océano”. Aunque no lo es, se lo concederé. Pero reconózcanme ustedes que cualquier gesto, por pequeño que sea, es medioambientalmente importante. Usemos la creatividad para no maltratar el planeta en manifestaciones.

24 de octubre, día de las Naciones Unidas

Concluida la I Guerra Mundial y horrorizados por la atroz desolación del vasto conflicto, en 1919 se creó la Sociedad de Naciones para evitar futuras contiendas mediante el fomento de las relaciones internacionales. Este objetivo fracasó abocándonos a una segunda confrontación aún más devastadora. Y de tan colosal revés, en 1945 surgió la ONU para luchar contra la injusticia e impulsar, desde el respeto y la amistad, la paz entre naciones promoviendo los derechos humanos. Este organismo, y a pesar de las imperfecciones que han aflorado en sus 74 años,  ha demostrado su idoneidad para mediar entre Estados y afrontar grandes retos. Sus carencias –lenta y excesiva burocracia, Consejo de Seguridad parcial, escasa financiación, desobediencia y descoordinación entre órganos– son superables con voluntad.
Sin duda, esta organización internacional requiere despolitizarse, mayor agilidad, y más poder. Pero si deseamos ver el futuro de la humanidad con cierto optimismo, su validez es indiscutible.