Garoña, nuevo gravamen en la factura de la luz |
El Consejo de Seguridad Nuclear avaló la reapertura de la central nuclear de Garoña, quedando la decisión final en manos del Gobierno.
Sin entrar a valorar el riesgo potencial que ello supone, dicen los expertos en energía que si finalmente el Gobierno concede una moratoria a Garoña para que alcance los sesenta años de vida útil, veinte más que la llamada “vida de diseño”, se abrirá un desafortunado precedente que en el futuro llevará a las compañías eléctricas a demandar al Estado cuando se cierren centrales antes de los sesenta años, ya que las comercializadoras habrán hecho sus cuentas de explotación con esas teóricas seis décadas de vida. Dicho en román paladino, si el Gobierno finalmente accede, en pocos años en la factura de la luz tendremos que hacer frente a un nuevo gravamen, algo así como “coste energético por lucro cesante por moratoria de cierre no concedida (efecto Garoña)”, y supondrá un nuevo sablazo en un servicio esencial, como es la energía, necesario para tener una vida digna.
Sin entrar a valorar el riesgo potencial que ello supone, dicen los expertos en energía que si finalmente el Gobierno concede una moratoria a Garoña para que alcance los sesenta años de vida útil, veinte más que la llamada “vida de diseño”, se abrirá un desafortunado precedente que en el futuro llevará a las compañías eléctricas a demandar al Estado cuando se cierren centrales antes de los sesenta años, ya que las comercializadoras habrán hecho sus cuentas de explotación con esas teóricas seis décadas de vida. Dicho en román paladino, si el Gobierno finalmente accede, en pocos años en la factura de la luz tendremos que hacer frente a un nuevo gravamen, algo así como “coste energético por lucro cesante por moratoria de cierre no concedida (efecto Garoña)”, y supondrá un nuevo sablazo en un servicio esencial, como es la energía, necesario para tener una vida digna.