Día Internacional de los Voluntarios

Cartel de la ONU para celebrar este día

En el conflictivo planeta que habitamos, muchas personas ayudan a construir un mundo mejor para que la justicia social y la paz se hagan realidad. Hoy, Día Mundial de los Voluntarios, es obligado recordar a aquellos que, dondequiera que sobrevenga el desastre, se enfrentan al peligro arriesgando sus vidas y aportando su tiempo, esfuerzo, constancia y cariño, para ejercer la solidaridad y la cooperación con imparcialidad, a la vez que socorren y alivian el sufrimiento de los más vulnerables: marginados, refugiados, minorías étnicas, víctimas de guerra… en suma, los damnificados sin voz de la hedonista sociedad actual que, en su mayoría, prefiere mirar para otro lado.
Una encomiable labor no exenta de riesgos: según datos provisionales, sólo en el primer semestre de este año, 127 profesionales humanitarios han perdido la vida y otros 74 han sido secuestrados mientras auxiliaban a los necesitados. A todos ellos, a los que dejaron su vida en el camino y a los que siguen colaborando, voluntarios anónimos imprescindibles, mi más sincero reconocimiento y felicitación.

Los ataques a la prensa de la caverna del PP

El PP sigue anclado en la caverna

El PP, tratando de ocultar la corrupción que va emergiendo, politiza la lamentable muerte de Rita Barberá y trata de hacer un totum revolutum para que no se informe mientras no haya sentencia firme, olvidando que existen responsabilidades políticas que no pueden esperar a las responsabilidades penales. Todo comenzó con las abyectas declaraciones de su portavoz en el Congreso acusando a la prensa de haber ido de cacería como lo hacen las hienas, obviando lo que él mismo manifestó sobre este asunto. El ministro de Justicia tampoco se quedó atrás y considera lo desvelado en los medios como un ataque que pesará sobre sus conciencias y añade que los resultados electorales los exonera de los casos de corrupción. También Celia Villalobos acusó a la prensa de haberla condenado a muerte.
Los medios de comunicación no se inventan nada. Sólo informan, menos mal, de aquello que jueces, fiscales o fuerzas de seguridad destapan. Evidentemente el PP ignora la función que los medios deben cumplir en una democracia: cuestionar el poder con honestidad y rigor. ¿Se imaginan cómo estaríamos si hubieran tenido que guardar silencio? Los ciudadanos debemos mucho al periodismo de investigación.

La Revolución que no pudo ser

Seguramente, si EE.UU. hubiese adoptado otra postura, la Revolución habría sido otra

Cuba, con Batista, era el casino estadounidense y su riqueza estaba sólo en manos de unos pocos.  Cuando Castro entró con su ejército de barbudos en La Habana derrocando al dictador, el panorama era el de una revolución romántica alejada de cualquier totalitarismo. En pocos días recibió el reconocimiento oficial de Eisenhower. Al impulsar la reforma agraria y la nacionalización de empresas para recobrar soberanía, se iniciaron los desencuentros con Estados Unidos que desembocaron en amenazas de intervención y restricciones comerciales que devastaron la economía de la isla. En plena Guerra Fría la URSS tendió la mano y así comenzó el viaje al socialismo real. Poco después, la invasión de Bahía Cochinos y la “crisis de los misiles” supusieron la ruptura definitiva con Estados Unidos. Si Cuba hubiera recibido ayuda, en vez de bloqueo durante décadas, otro gallo hubiera cantado. Fidel es responsable de no respetar los derechos humanos, con todo el dolor que conllevó su forzada deriva, pero, en aquel contexto, si Estados Unidos hubiese optado por la sensatez, seguramente la Historia habría sido otra.

Ética y beneficio empresarial desmedido

Animus capiendi en las grandes empresas

Cuando compramos un producto o contratamos un servicio, no queremos pagar de más; pero, a juzgar por las noticias económicas que asaltan los medios de comunicación, no es así. Las compañías alardean de desmesurados beneficios de miles de millones de euros, convirtiéndolos en inmorales, y rivalizando entre ellas por lograr el laurel. A tenor de estas rentabilidades astronómicas se deduce que han cobrado más de lo razonable haciéndonos víctimas de una argucia especuladora. Evidentemente, uno es libre de comprar o no; pero en demasiados casos hablamos de productos o servicios de primera necesidad como la electricidad, el gas, los servicios funerarios, el agua o el transporte que, antes de privatizarse y comenzar su escalada vertical de precios, eran de propiedad pública.
Una mínima reflexión sobre este hecho nos alertará de que ese desmedido afán de lucro, que roza el “animus capiendi”, es decir, el afán de apoderarse como sea del dinero ajeno, es un fraude a los clientes por hacernos pagar más de lo éticamente justo y, tal vez, a sus empleados que no son retribuidos como merecen.

La corrupción y sus dramáticas consecuencias

Demasiada corrupción en la vida pública

El informe sobre la corrupción en España publicado esta semana, alerta de que un 80% de españoles creen que el Gobierno no hace lo suficiente, y el 55% que la mayor parte del Ejecutivo es corrupto. La corrupción hace mucho, muchísimo daño. Varias universidades, y la Cámara Nacional de Mercados y Competencia, han valorado su coste en 87.000 millones de euros anuales. Todos somos damnificados, pero pocas veces percibimos el insondable calado de la tragedia. Todos hablamos de corruptos, bastantes menos de corruptores y casi nadie de las empresas que van a la quiebra al remitir presupuestos ajustados para competir en igualdad de condiciones en concursos públicos que están amañados, enviando a millares de trabajadores al infierno del paro que arrastran a la precariedad a miles de familias. Según se colige del informe, este inmenso sobrecoste económico, moral y humano, aún no ha tenido su correspondiente condena en las urnas, constituyendo un gran obstáculo para la regeneración, porque la indiferencia ciudadana es el peor de los males posibles que deteriora una democracia poniéndola al borde del abismo.

La razonabilidad de Rajoy

El pánico atenaza a PSOE y Ciudadanos

Mientras Rajoy solicita a la oposición que sea razonable con su acción de gobierno, él, con su razón autoritaria, quiere premiar a su ex ministro del Interior Fernández Díaz, pendiente de una comisión de investigación y reprobado por el Congreso por conspirar contra la oposición, con la presidencia de la Comisión de Exteriores. Alguien debería explicar a Rajoy que ser razonable significa ser adecuado y proporcionado para algo, y el señor Fernández no lo es.
Ya que el reglamento no permite votar en contra, el PSOE y Ciudadanos deberían presentar un candidato alternativo y no quieren hacerlo para poder obtener otros sillones y porque son rehenes de un Rajoy que les obliga a exhibir su enorme debilidad, acogotados por la amenaza de una nueva convocatoria electoral. Ambos partidos demuestran continuar sin comprender nada sobre regeneración democrática. Sin duda, con su actitud pusilánime encumbran a Podemos al liderato de la oposición. 

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Finalmente, y gracias a Podemos que se comprometió a presentar un candidato alternativo que obligaría al PSOE a retratarse ante los electores, el PSOE llamó a Rajoy para pedirle que lo retirara y nombrase a otra persona. Así, el ex ministro reprobado Fernández Díaz tuvo que marcharse a una Comisión menor donde no necesita el voto de nadie, sólo el dedazo de Rajoy, aunque seguirá cobrando prácticamente lo mismo. Rajoy deja claro a Ciudadanos y PSOE quién manda. Podemos, por si alguien tuviera dudas después del apoyo de ambos partidos a la investidura de Rajoy, también deja claro que oposición sólo hay una: la suya.

IPREM, una injusticia persistente

La injusticia del IPREM dura ya demasiado tiempo

Ahora que los sindicatos proponen subir el Salario Mínimo Interprofesional (SMI) de 655 a 800 euros mensuales, tal como aconseja la carta social europea, ¿quién se acuerda del IPREM (Indicador Público de Renta de Efectos Múltiples)? Recordemos que este índice de referencia para la concesión de ayudas, becas, subvenciones o incluso el subsidio de desempleo entre otros, nació en julio de 2004 para desvincularlo de los incrementos que pudiera tener el SMI. Congelado los últimos cinco años, cuando ha tenido alguna subida ha sido muy por debajo de éste. Así, todo aquel que tiene su fuente de ingresos referenciada a él, como parados o enfermos del síndrome tóxico de la colza, han perdido poder adquisitivo a pasos agigantados de una fuente ya de por sí exigua. Una gran injusticia, fruto de la ingeniería financiera neoliberal de un gobierno del PSOE con la aquiescencia sindical, que afecta a los más desfavorecidos, que dura demasiado y que habría que revertir.