El PP solo sabe enmerdar la convivencia en España mientras España trata de salir adelante |
Estoy empachado de tanta neutralidad en situaciones injustas. Solo hay que presenciar el primer minuto de cualquier sesión de control al Gobierno para confirmar que la derecha busca el enfrentamiento mediante la camorra política. Si no, ¿por qué exhibe tanto rencor, insultos, falta de respeto a contrarios y ciudadanos, verdades a medias o burdas mentiras en sus preguntas sin interesarle la respuesta? ¿Quiere reventar la convivencia? ¿Y por qué, si la derecha es responsable del envenenamiento de la política, en las tertulias generalizan repartiendo culpas a ambos lados? ¿Por qué sitúan al mismo nivel al que crispa, bloquea el país y se comporta como un hooligan político y al que trata de avanzar? ¿Por qué no dicen lo que quieren expresar con claridad? Me agota escuchar el trillado «algunos políticos», «hay quienes», «no se trata de buscar culpables» o «no es el momento». ¿Cómo que algunos, hay quienes, no buscar culpables o no es el momento? ¿Por qué no se le pone nombre a esos “algunos” y esos “quienes” cuando están pensando en el Partido Popular o en su compañero ideológico Vox de idéntico comportamiento? ¿No se dan cuentan que al extender desmanes colocan injustamente a todos al mismo nivel? O, ¿precisamente por eso lo hacen?
Ya está bien de echar las culpas a todos los políticos por no ser capaces de llegar a acuerdos. ¿Desde cuándo dos pueden acordar si uno –el PP– no quiere? Hemos tenido ejemplos recientes y nítidos donde la equidistancia no es válida. La renovación del CGPJ. O la Comunidad de Madrid que solo busca enmerdar la política jugando con la salud de sus ciudadanos para, según dice Ayuso, «fortalecer su postura» en una sinrazón de guerra contra el Gobierno central que nos está dejando atónitos.
Si queremos que esta forma camorrista y ruidosa de entender la política se acabe, habrá que señalar a la derecha culpable para que quede en evidencia y dejar de repartir por igual.
¡Basta ya! Al César lo que es del César.
Ya está bien de echar las culpas a todos los políticos por no ser capaces de llegar a acuerdos. ¿Desde cuándo dos pueden acordar si uno –el PP– no quiere? Hemos tenido ejemplos recientes y nítidos donde la equidistancia no es válida. La renovación del CGPJ. O la Comunidad de Madrid que solo busca enmerdar la política jugando con la salud de sus ciudadanos para, según dice Ayuso, «fortalecer su postura» en una sinrazón de guerra contra el Gobierno central que nos está dejando atónitos.
Si queremos que esta forma camorrista y ruidosa de entender la política se acabe, habrá que señalar a la derecha culpable para que quede en evidencia y dejar de repartir por igual.
¡Basta ya! Al César lo que es del César.
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