miércoles, 6 de noviembre de 2019

10-N: nos jugamos mucho

La abstención aúpa la derecha al poder, que afila colmillos para continuar demoliendo el Estado de bienestar, bajando impuestos a ricos y privatizando sanidad, educación y pensiones. Su proyecto de futuro para unos pocos privilegiados, será el infierno de muchos.
Unos datos: cuando en Comunidades gobernadas por la derecha, de cada 100 aulas abiertas, 23 son públicas y 77 concertadas –colegios privados subvencionados con nuestro dinero–, se vacían las arcas del Estado; cuando una plaza de hospital concertado cuesta hasta seis veces más que una pública, se está desviando a los ricos el dinero de todos; cuando se dice que contratemos planes de pensiones –a saber si se cobrarán porque podrían devaluarse o quebrar–, se está privatizando.
Lo dijo José Luis Sampedro: «Hay dos tipos de economistas: los que trabajan para hacer más ricos a los ricos y los que trabajamos para hacer menos pobres a los pobres». Juzguen ustedes y voten: dinero de todos para todos o para unos pocos. Público o privado.

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