Noticias falsas: ansia de poder

El mundo se está llenando de fake news

A diario nos asaltan confidencias malintencionadas y absurdas que encienden las alarmas y, aunque exigirían su inmediata verificación, no lo hacemos. Se diría que si la falsedad que nos llega sirve para reafirmarnos, no nos interesa la verdad y nos tragamos cualquier cosa, incluso las estupideces y manipulaciones que salen de boca de políticos indecentes y sus voceros para aferrarnos a ellas y dar sentido a nuestras vidas creando una realidad paralela que, aunque vacía, nos llene. Pero lo peor es cuando las reenviamos masivamente y envenenamos redes sociales y tertulias con tan corrosiva carga que trocamos la política en infecto albañal.
El mundo no es dual. No es blanco ni negro, sino que existen tonos y colores. Y la realidad, que cada cual percibe a su manera, engendra diversa opinión. Pero, categóricamente, las fake news, infundios, farsas y sandeces no son más que las manipulaciones de engatusadores ideológicos que ambicionan el poder a toda costa. Y lo sabemos. No les demos pábulo.