No en mi nombre |
Lo siento, pero no trago con eso de que el fin justifica los medios. Pertenezco a la vieja escuela y me educaron en aquello de que jamás deben pagar justos por pecadores. Tampoco soy “buenista” como tratan de estigmatizarnos los del PP. Por supuesto que hay que acabar con ISIS y con el Estado Islámico, pero hace ya demasiado tiempo que venimos sufriendo los mazazos de un terrorismo sin fronteras en cualquier punto del planeta sin que exista una auténtica determinación de acabar con semejante lacra. No es fácil, por supuesto. Pero la guerra por sí sola, por lo injusto de sus víctimas inocentes, ha demostrado que lo único que logra es engrosar las filas de los terroristas. Se deben tomar otras medidas que hasta ahora no han sido tomadas porque los poderosos velan por sus propios intereses y no dejan proceder a nuestras pusilánimes autoridades políticas. Estas son:
Acabar, de manera inmediata, con los paraísos fiscales en todo el planeta y sin excepciones: de este modo el terror no podrá financiarse tan fácilmente. Como “beneficio colateral” (este sí que es del bueno) se acabaría con la evasión fiscal y los países recaudarían más impuestos pudiendo distribuir más y mejor el bienestar de sus ciudadanos.
Acabar con el tráfico de armas, uno de los negocios más rentables que existen a nivel mundial, y que genera miles de millones de euros al año. Bélgica posee una larga tradición en este negocio, que por su entramado, es difícil de desmantelar. Ya sé que así, el negocio de muchos acaudalados desaparecería.
Acabar, en serio, con el contrabando de petróleo que sale de Siria y con el que, también, se financia el Estado Islámico.
Dejar de tener como “países amigos” a estados que financian el terrorismo, como son Arabia Saudí, Kuwait, Qatar, etc.
Una vez tomadas estas y otras medidas, habría que crear un ejército de intervención en la zona con países del entorno, que recibirían todo nuestro apoyo en logística y/o bombardeo a objetivos militares muy concretos sin riesgo para la población inocente que sufre la guerra.
De ese modo sí en mi nombre.
Acabar, de manera inmediata, con los paraísos fiscales en todo el planeta y sin excepciones: de este modo el terror no podrá financiarse tan fácilmente. Como “beneficio colateral” (este sí que es del bueno) se acabaría con la evasión fiscal y los países recaudarían más impuestos pudiendo distribuir más y mejor el bienestar de sus ciudadanos.
Acabar con el tráfico de armas, uno de los negocios más rentables que existen a nivel mundial, y que genera miles de millones de euros al año. Bélgica posee una larga tradición en este negocio, que por su entramado, es difícil de desmantelar. Ya sé que así, el negocio de muchos acaudalados desaparecería.
Acabar, en serio, con el contrabando de petróleo que sale de Siria y con el que, también, se financia el Estado Islámico.
Dejar de tener como “países amigos” a estados que financian el terrorismo, como son Arabia Saudí, Kuwait, Qatar, etc.
Una vez tomadas estas y otras medidas, habría que crear un ejército de intervención en la zona con países del entorno, que recibirían todo nuestro apoyo en logística y/o bombardeo a objetivos militares muy concretos sin riesgo para la población inocente que sufre la guerra.
De ese modo sí en mi nombre.
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En otro orden de cosas, el otoño está llegando a su fin y el duro invierno está a las puertas mientras la ineptitud y dejación de funciones de la política europea hace que los refugiados, niños, jóvenes, adultos y ancianos continúen pasándolo fatal.
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