domingo, 3 de septiembre de 2023

Un silencio vergonzoso

 

La ultraderecha (PP) y la derecha extrema (Vox) quieren acabar con las conquistas en igualdad
La ultraderecha (PP) y la derecha extrema (Vox) quieren acabar con las conquistas en igualdad

Como hombre que soy, estoy abochornado. Los que callan, consienten. Las mujeres en general, y estas futbolistas en particular, llevan años aguantando el machismo estructural. A su razonable y monumental enfado, que ha empañado su inapelable triunfo, se une la insoportable falta de solidaridad de sus compañeros. Tan atronador es el silencio mayoritario del fútbol masculino, que revienta la conciencia. Y aquellos que aplaudieron en pie a Rubiales son patéticos histriones que, una vez derribado el líder, dicen sentirlo.
Ya lo dijo el filósofo George Steiner: «El ser humano es cómplice de aquello que le deja indiferente». Y yo añado que si no es indiferencia y calla por miedo, es aún peor. Por callar el nazismo pudo ser. Por callar las mafias ponen en peligro la democracia. Por callar la corrupción carcome las sociedades. Por callar las mujeres sufren desigualdad… Sí, llevan siglos marginadas y exigen, con razón, igualdad. Pequeños apuntes que chirrían: hasta hace unos días, jamás se había utilizado sangre menstrual en la investigación de artículos para la regla; la endometriosis, una enfermedad que afecta al 10% de las mujeres, está tan poco estudiada que pasan años hasta su diagnóstico y, a menudo, se trata mal. Si fuera una dolencia masculina, hace décadas que existiría un tratamiento eficaz. ¡Alucinante!

jueves, 31 de agosto de 2023

El perdedor

 

A Feijóo, el mes que acaba de comenzar, se le está haciendo largo
A Feijóo, el mes que acaba de comenzar, se le está haciendo largo

El mes que le han dado para encontrar apoyos, que no buscar –eso hay que currárselo–, se le está haciendo largo y, poco a poco y a regañadientes, Feijóo va confirmando la realidad que le han montado los “sacrílegos” electores por no votarlo.
Por eso, ahora, se pone la venda antes de la herida y comienza a elaborar su fábula de fracasado: «Es mejor perder una investidura y no que pierda España y la dignidad de las instituciones», y asegura que no aceptará «chantajes, ni subastas» porque «no somos Sánchez».
Miente, la realidad revelada no es otra que la falta de confianza en el PP —a uno le pueden traicionar una vez, si le traicionan dos, es su propia culpa—. Si encontrara quien se fiase, hablaría catalán en la intimidad, acercaría presos de ETA y haría cuantas “cesiones” fueran necesarias a las autonomías.
En cuanto a las instituciones, me imagino que se refiere al indigno CGPJ, 5 años caduco por el bloqueo del PP, en contra del mandato constitucional.

martes, 29 de agosto de 2023

¡Viva el feminismo!

 

Debemos seguir construyendo y creciendo en feminismo

Para la época en que nací, la educación que recibí de mis padres no fue machista —lo sería bajo los estándares actuales—; sin embargo, por la instrucción escolar y preuniversitaria cursada durante el franquismo, donde la mujer, apartada del ámbito público, pudorosa, devota y centrada en el hogar nacionalcatólico, debía cumplir con el “deber conyugal”, aguantar vejaciones, ser sumisa, mantenerse en un discreto segundo plano y, sometida al yugo del miedo y el silencio bajo leyes que atenuaban su asesinato a pena de destierro si era sorprendida en adulterio —si solo resultaba herida, el marido era eximido de castigo—, debo esforzarme cada día en reexaminar mi actitud para desterrar estereotipos grabados a sangre y fuego en mi subconsciente por el adoctrinamiento recibido durante años en las clases de Formación del Espíritu Nacional, religión, el NO-DO en el cine, más lo absorbido a diario en aquella constreñida sociedad de tonos grises.
Y aún queda mucho machismo, consciente y no consciente, que barrer: hay muchísimos hombres, incluso demasiadas mujeres, que niegan su existencia o disculpan actitudes como las de Rubiales.
Sin duda hay que educar en igualdad en el seno familiar, sí; pero sobre todo en los colegios; porque hay hogares donde se soslaya y se mama machismo. Pero cuidado: ahora, con el auge de la derecha extrema (Vox), blanqueada por la ultraderecha (PP), las políticas de igualdad están en riesgo.
Gracias, Irene Montero… y ¡viva el feminismo! que nos iguala y, por tanto, nos hace más justos y libres.

domingo, 27 de agosto de 2023

Desmontando sandeces

 

El ansia de poder del PP no tiene nombre
El ansia de poder del PP no tiene nombre

Engalanado con los ropajes de la “divina” legitimidad y mientras anhela otro “tamayazo” y se le cae la baba fantaseando con la quimera del poder, Bendodo sostiene que «en este país siempre ha gobernado quien ha ganado las elecciones», al tiempo que teje la inquietante urdimbre de otros cuatro años más de Gobierno ilegítimo y Frankenstein.
Su razonamiento, al margen de no respetar la Constitución, es tan estúpido y pueril que se desmonta así de fácil: ¿Por qué entonces, si el PSOE ganó las elecciones en 2019 con 1.745.159 votos más que el PP –ahora el PP le saca solo 330.870–, hemos tenido cuatro años de gobierno ilegítimo, okupa, traidor, felón, mentiroso, Frankenstein y otras bajezas, como el bloqueo constitucional e institucional?
Lo que arrastran desde la muerte del dictador Franco, como herederos suyos que son, es su creencia de que solo ellos tienen derecho a gobernar “por la gracia de Dios”. No hay más.

miércoles, 23 de agosto de 2023

Más solo que la una

 

El PP, con un pasado y presente franco-negacionista, no es de fíar
El PP, con un pasado y presente franco-negacionista, no es de fiar

El PP, a cambio de apoyar a Cuca Gamarra como presidenta de la mesa del Congreso, ofreció a Vox un puesto en la misma. Minutos antes de las votaciones, el PP supo que Junts votaría a Francina Armengol y que, por tanto, la opción de Gamarra decaería. Como el apoyo de Vox sería estéril, decidieron revocar su pacto y dejarlo fuera de la mesa. Son bellacos, retorcidos y no tienen palabra. Se valieron de Vox —«esa formación política de la que usted me habla», Gamarra dixit— como un clínex de usar y tirar. Es la naturaleza del PP. Por su pasado dictatorial, odia y no sabe pactar y, en cuanto pueden, dejan de «hablar catalán en la intimidad», de acercar presos de ETA a Euskadi y de hacer “concesiones” a las autonomías.
Son mentirosos y manipuladores; como los ingresos que Feijóo trató de ocultar mintiendo en repetidas ocasiones: declaró cobrar 70.121 € como senador. Ocultó, hasta ser descubierto, 39.260 € más como presidente del PP, y «nada más», dejó entrever. Ahora hemos sabido que de nuevo ocultó otros 31.850 € como portavoz del Senado.
El PP no es de fiar, es su idiosincrasia. Cuando está solo, por algo es.

domingo, 20 de agosto de 2023

“Glotofobia” cavernaria

 

A la carcunda le dan pánico las lenguas
A la carcunda le dan pánico las lenguas (Imagen de fondo fuente del portal del Wikipedia Lenguas)

En 2016, el profesor francés Philippe Blanchet concibió este vocablo, fusión de dos términos griegos: glotta, lengua y phobos, miedo.
En España coexisten varias lenguas –catalán, euskera y gallego–, además del castellano, reconocidas en nuestra Constitución; y por venir de una dictadura que las reprimió y silenció, la derecha mediática, judicial y política siguen viéndolas no como atributos de la riqueza cultural muestra de la diversidad de nuestra nación que son, sino con temor, y desearían extinguirlas –España, una, grande y libre– por su idoneidad de articular argumentos que desvelan sus mentiras, corrupciones, manipulaciones y falsas morales. Por eso denuestan la multiplicidad de acentos de nuestra tierra, mofándose, incluso, del deje andaluz de la ministra de Hacienda.
Tanto espanto les produce que, en la apertura de la XV Legislatura, Vox y PP amenazaron con judicializar el juramento formulado por varios parlamentarios en sus lenguas vernáculas, algo que, hace años, el mismísimo Tribunal Constitucional ya convalidó.

jueves, 17 de agosto de 2023

“Bulocracia”: arma de desinformación masiva

 

Si no se pone coto a la mentira, la democracia estará en peligro
Si no se pone coto a la mentira, la democracia estará en peligro

La democracia no consiste solo en votar cada cuatro años. También hay que educar para que, en tiempos convulsos, la ciudadanía acuda a depositar su papeleta sabiendo a quién otorga su confianza con una información veraz y contrastada.
Según un reciente y demoledor macroestudio –que da respuesta a muchísimas cuestiones–, el 97 % de las noticias falsas es consumida masivamente por los votantes de derechas. Con ello, queda demostrado que la carcunda usa la mentira sistemática como arma política de destrucción masiva, que el bulo metódico esparce dudas sin aportar pruebas, falsea la realidad, cuestiona las reglas del juego, crispa, bloquea, siembra odio y agita a las masas para sacar provecho.
Suele ganar, o poner en aprietos al contrincante, quien más miente, el más esperpéntico, el que más brama, el más inútil. Es la escuela de Trump, Orban, Johnson, Bolsonaro, Ayuso, Putin o López Obrador que convierten la política en un apestoso reality show. Y en España hemos tenido un reciente ejemplo de ello, donde casi ganan los mentirosos a costa de atacar al Gobierno sin piedad con bulos.