Las derechas en general, y el PP en particular, quieren seguir controlando la justicia «por la puerta de atrás» |
Parafraseando a John Kennedy Toole, «cuando en el mundo aparece la izquierda, puede identificársela por este signo: todos los poderes se conjuran contra ella». Y, para secuestrar la voluntad popular, lo hacen negando desde el minuto uno su legitimidad democrática. Ahí están Lula da Silva, Evo Morales, Allende… Sánchez.
La acción del poder económico o el mediático es evidente; el judicial, es más sibilino e instrumentaliza la Justicia de forma abusiva controlando órganos (CGPJ, TC) que no le corresponden –usurpación– para iniciar una “lawfare” o guerra judicial que inhabilite y provoque, mediante un barniz de legalidad, el repudio social del oponente: decenas de querellas inventadas y archivadas años después de corrosivo ataque mediático que dejan daños permanentes al grabarse en el subconsciente de la gente o las constantes zancadillas de inconstitucionalidad a leyes democráticas y legítimas por órganos judiciales caducos. Y hablan de independencia.
Derechas: Cumplan la ley y hagan política, no cochambre.