Feijóo, como Casado o Rajoy, ejerce una oposición populista en contra de España para su interés personal |
El PP, como siempre, con tal de atacar al Gobierno es capaz de mantener una cosa y la contraria. Al excelente “tope ibérico”, que está permitiendo tener, con diferencia, la electricidad más barata de nuestro entorno, lo denuestan de «timo» porque «no funciona, la pagamos más cara y abonamos la factura a los franceses». Tres mentiras fáciles de rebatir.
Ahora, atentos: el “soviético” Feijóo, en sus esperadas medidas, que salvo el «me opongo» no tenían ni pensadas y que al esbozarlas con urgencia así han salido, propone topar, no solo el gas, sino el resto de energías –nuclear, eólica, hidroeléctrica…–.
¿Pero no nos contó que no funciona? O nos mintió, y sigue sin reconocer que lo hizo, o no sé qué pretende ampliando una medida que, según sostiene, no sirve y nos cuesta dinero.
La democracia necesita una oposición que vigile y controle al Gobierno: critique lo criticable, denuncie lo denunciable y coopere en la discrepancia presentando alternativas útiles, no que dinamite todo con antipolítica.