De nuevo asoma lo peor de Europa |
En momentos decisivos, cuando urgen medidas efectivas que palíen esta inconmensurable catástrofe natural para salvar a ciudadanos y empresas, brota la Europa egoísta y paraliza todo. De nuevo el viejo continente, por ese grupo de naciones faltas de generosidad y nobleza de espíritu se halla en la encrucijada. Europa debe elegir bien qué camino seguir. Si renuncia a la solidaridad y la justicia social, pilares fundamentales de su propia esencia, se vaciará de contenido. No puede ser que estos países, semiparaísos fiscales, dedicados a la evasión y con una tributación laxa que ocasiona muchísimo daño a los ingresos del resto, condicionen, jaleadas por el PP, las políticas de la Unión.
Con firmeza, si Europa quiere seguir siendo, debe acallar a euroescépticos e insolidarios implantando políticas sociales en sus presupuestos que la hagan caminar a un futuro de bienestar y progreso. Si la meta no es una Europa social, fraternal y comprometida, la UE sucumbirá porque la gente no lo entenderá.
Con firmeza, si Europa quiere seguir siendo, debe acallar a euroescépticos e insolidarios implantando políticas sociales en sus presupuestos que la hagan caminar a un futuro de bienestar y progreso. Si la meta no es una Europa social, fraternal y comprometida, la UE sucumbirá porque la gente no lo entenderá.