jueves, 8 de noviembre de 2018

Una Justicia de paradiña y marcha atrás

Como la jueza Murillo, yo también sabía que el Supremo, en un alarde de funambulismo sin precedentes, ejecutaría una pirueta en la cuerda floja para hacer ganar a la banca. Tras una paradiña, que nos mantuvo inquietos, decide ahora dar marcha atrás a una sentencia firme para hacer que el sujeto pasivo –el que genera el hecho económico, que en este caso es el prestamista por ser el único interesado en una escritura pública de la hipoteca–, quede exento de pagar el impuesto. El pleno se ha dejado llevar por consideraciones económicas y no por criterios de equidad y justicia.
Al final, si algo es injusto, lo es desde su inicio, y la Justicia europea acabará dando otro varapalo más al TS y fallará a favor de los clientes; pero, ¿dónde quedan la credibilidad e imparcialidad de un Tribunal que en breve deberá juzgar al “proces”?

miércoles, 7 de noviembre de 2018

El Supremo y la economía

Ya que el Supremo se ha regido por criterios económicos y no de justicia en el impuesto de las hipotecas, ¿dónde queda la consideración del esfuerzo que tuvieron que hacer las familias para pagar un tributo que no les correspondía? ¿Han tenido en cuenta que, tal vez, algunas de las familias desahuciadas, si no hubieran tenido que pagar dicho impuesto, podrían haber tenido la bocanada de aire suficiente para haber salido adelante?

martes, 6 de noviembre de 2018

Métodos mafiosos

Para evitar la filtración de hedores insoportables en las instituciones españolas, las cloacas del Estado deben desmantelarse para siempre.
Para evitar la filtración de hedores insoportables en las instituciones españolas, las cloacas del Estado deben desmantelarse para siempre.
Cospedal, que sesgó la balanza en las primarias del lado de Casado, se convierte en el paradigma de la fontanería de cloacas. En 2009, año de las obras en B en la sede nacional del PP en la madrileña calle de Génova, clandestinamente recibió en su despacho al pocero mayor del Reino, el ex comisario Villarejo, para tratar de salir impunes del caso Gürtel y encargarle «trabajillos». El encuentro, concertado por su marido como correa de transmisión, evidencia actividades delictivas con comportamientos mafiosos punibles que debieron poner en conocimiento de la justicia. Con los chivatazos recibidos, ¿quién cree sus patéticas explicaciones de que las revelaciones «no cambiaron nada»?
Ahora renuncia a su cargo en la Ejecutiva de su partido para no dañarlo. ¿Y qué hay de su escaño para no desprestigiar las instituciones con tal hedor?

domingo, 4 de noviembre de 2018

Pleno de una justicia supremamente hipotecada

Para algunos, la banca tiene más peso que el resto de la sociedad
Para algunos, la banca tiene más peso que el resto de la sociedad
En el fraude del Impuesto de Actos Jurídicos Documentados existen dos antagonistas y un actor social. El primer antagonista es el grande, el poderoso, el embaucador: la banca. El otro, el pequeño, el débil, el estafado: las familias. Y el actor: la Justicia que debe ser independiente y no sesgar la balanza.
El pleno del Supremo –para no dañar más su credibilidad– deberá aplicar la justicia con imparcialidad, dejando a un lado otras consideraciones. Y si desde 1995, la banca abusando de su posición de poder obligó al débil a pagar este tributo, no se entendería que quien debería haber velado por el cumplimiento de la ley y no lo hizo, se pusiera de perfil para satisfacer al estafador –como en el caso de las cláusulas suelo–. Si existió una cláusula abusiva, es nula de pleno derecho y, por tanto, no hay prescripción que valga.

jueves, 1 de noviembre de 2018

No tienen el dinero, pobres

La banca defrauda y siempre llora. Así nos va
José María Roldán, presidente de la Asociación Española de la Banca, tratando de enredar en el asunto del Impuesto de Actos Jurídicos Documentados, sostuvo en unas indignantes declaraciones en la Cadena Ser que «nosotros no tenemos ese dinero». Por supuesto. El dinero lo ingresó el cliente –que no le correspondía– en Hacienda, cuando quien debería haberlo abonado era el sujeto pasivo, el prestamista, único interesado en que la hipoteca quedara documentada públicamente.
Como la cláusula era abusiva es nula de pleno derecho y, por tanto, no hay prescripciones que valgan.
Desde su posición de poder, la banca forzó a pagar al cliente algo que no debía, por eso le toca apechugar y devolverle, de cuatro años para atrás, dicho tributo; y al erario los últimos cuatro, para que Hacienda lo restituya, a su vez, a quien corresponda.

miércoles, 31 de octubre de 2018

​Dimisiones: ¿debilidad del Gobierno?

Las dimisiones elevan la exigencia ética de la sociedad
Las dimisiones elevan la exigencia ética de la sociedad
¿Acaso las dimisiones estilo países anglosajones o nórdicos no son ejemplares? ¿No extirpan malas conductas e incrementan el nivel de exigencia ética de la sociedad? Entonces, ¿que un ministro renuncie por asuntos poco o nada estéticos o éticos que haya cometido es tan negativo para un Gobierno o lo fortalece? Y si cayeran tres ministros, ¿sería intolerable para el Ejecutivo? ¿Es preferible permanecer en el sillón que tener la decencia de dimitir?
Dimitir no es un castigo, es el deber moral de asumir la responsabilidad política y apartar la indecencia poniéndose al servicio del interés general. ¿O resistir en el cargo no socava los principios éticos de toda sociedad que pretenda llamarse libre?
Conjeturo que las dimisiones son necesarias y contribuyen a que la ciudadanía cuestione la honestidad de sus representantes.

domingo, 28 de octubre de 2018

Golpistas o camorristas

Pablo Casado ha decidido enfangar el debate político
Pablo Casado ha decidido enfangar el debate político
Pablo Casado proyecta reconquistar el poder dilapidado con la corrupción siguiendo la senda emprendida por Aznar, y dota su verborrea parlamentaria del tono más bronco. Por eso acusó al Presidente del Gobierno de «ser partícipe de un golpe de Estado» y, arropado con los aplausos de su maleducada bancada que rio su exabrupto, se quedó admirado de conocerse.
La bajeza moral de imputar un delito sin demostrarlo, chirría a cualquier demócrata. Alguien que ansía ser Presidente no debe mancillar con tal vileza la institución que pretende conquistar. Abrazar el discurso de la crispación puede acarrear, como ha ocurrido con Trump en EE.UU, violencia hacia los que son vituperados con tan arbitraria ira.
En el Parlamento se deben debatir los problemas de la ciudadanía. Y las formas, donde jamás puede faltar la educación, son importantes.