Este 2018 se cumplen 25 años del Convenio sobre la Diversidad Biológica promovido por la ONU |
Hoy, 22 de mayo se celebra el Día Internacional de la Diversidad Biológica.
Desde hace milenios la humanidad se sirve de la naturaleza para alimentarse, vestirse y elaborar medicamentos. Hoy, con el maltrato que infligimos a nuestro entorno, dilapidamos este patrimonio natural a un ritmo tan frenético –según la ONU 150 especies se extinguen cada día– que ponemos en peligro nuestro propio devenir. Y, aunque con ayuda tecnológica fuéramos capaces de sobrevivir cuando el ecocidio aniquile la biodiversidad, en el camino se habrán apagado la rayada fiereza del tigre, la vigorosa mirada del gorila, la belleza plateada del atún, el alocado vuelo de la mariposa, la esbeltez cónica del pinsapo, el pausado andar del rinoceronte, el fascinante canto de las ballenas, el ambarino y dulce néctar de las abejas… Entonces, aflorará la más turbadora de las dudas: ¿merece la pena vivir en un mundo monótono carente de biodiversidad por haber satisfecho nuestro egoísmo consumista? Probablemente, no; pero ya será demasiado tarde.