Las últimas injerencias del Gobierno del PP dañan la Justicia |
Uno de los tres pilares fundamentales de nuestro sistema político es el Estado de Derecho, antagónico con las coacciones, acosos y presiones que soportan y denuncian fiscales de los cuatro puntos cardinales en su lucha contra la podredumbre política. La falta de apoyo del Gobierno es total y sorprendentemente solo asoma para pedirles “contención” por boca de su portavoz. Mirar para otro lado no logra más que los tentáculos de la corrupción se infiltren y arraiguen en las instituciones del Estado y su influencia sea tan enorme que, cuando se pretenda erradicar, sea imposible. Las intimidaciones, si no se cercenan de raíz con celeridad y firmeza, irán a más, prosperando la injusticia y la desprotección ciudadana hasta carcomer nuestros valores. Por inacciones de este tipo se desmoronan países. Por eso las mafias italiana y rusa son tan poderosas.
Como el ministro Catalá y el fiscal general del Estado no han tenido la decencia de dimitir, tienen que ser cesados por Rajoy, dejando cristalina la separación entre Poder Ejecutivo y Judicial, si no, nos arriesgamos a un tumor desolador.
Como el ministro Catalá y el fiscal general del Estado no han tenido la decencia de dimitir, tienen que ser cesados por Rajoy, dejando cristalina la separación entre Poder Ejecutivo y Judicial, si no, nos arriesgamos a un tumor desolador.